Ahora, ¿cómo es que te conectas con estos adolescentes? Primero que nada, es importante entender la manera en que ellos prefieren comunicarse. Esta ge
PAUTAS PARA UNA COMUNICACIÓN GENUINA CON LA GENERACIÓN ALFA
Uno de mis momentos favoritos en
los campamentos de adolescentes
es en el comedor, donde llevo algunas preguntas para conocerlos más a fondo. Comienzo con algo ligero para romper el hielo, después sigo con algo más significativo y al final algo más profundo.
Esto va desde: «Si pudieras viajar a cualquier parte del mundo en un fin de semana, ¿a dónde irías?», «¿Qué tipo de comida representa tu personalidad y por
qué?». O mi favorita: ¿Si pudieras remplazar una de tus manos con un utensilio de
comida, ¿con cuál sería y por qué?».
Ese tipo de preguntas graciosas comienzan una serie de risas y asombro por
parte del grupo de adolescentes que espera recibir un sermón de parte de nosotros los adultos. Cuando sus expectativas son superadas por personas que desean
escucharlos y conocerlos auténticamente, algo increíble sucede. Por eso, para conectar de una manera más profunda con
los adolescentes, hacer buenas preguntas
es crucial.
Esta generación está creciendo en el
tiempo de mayor conectividad en la historia. Hay una infinidad de plataformas
para que la gente comparta sus opiniones, ideas y recomendaciones. El mundo
de los adolescentes es mucho más ruidoso que en generaciones pasadas. Y por eso
mismo, cuando un adulto que se ha ganado su confianza comienza a escucharlos
genuinamente e interesarse en sus respuestas, es como si ellos se pusieran audífonos de esos que aíslan todo el ruido. El
caos se silencia por un momento y pueden disfrutar de una conexión genuina.
Ahora, ¿cómo es que te conectas con
estos adolescentes? Primero que nada, es
importante entender la manera en que
ellos prefieren comunicarse. Esta generación es diestra en hacerlo digitalmente,
pero a la vez desean autenticidad. Y una
comunicación que es concisa y visual
tiende a retener su atención por más
tiempo. También, la manera en que les hacemos preguntas importa. Especialmente
cuando deseamos entablar conversaciones significativas y desarrollar una relación de influencia con ellos.
Los siguientes son algunos puntos a
recordar en nuestra misión de desarrollar
relaciones profundas y significativas con
los adolescentes de nuestros días:
1. Comienza con preguntas abiertas
Las preguntas abiertas invitan a ampliar
las respuestas. Motivan a ir más profundo
con cosas que de otra manera no hubieras sabido de la otra persona. Este tipo de
preguntas facilitan el diálogo honesto y
son la mejor manera de estimular la opinión personal, la reflexión y el autoanálisis. Es por eso que, a medida que vayas conectando con generaciones más jóvenes,
busca entablar tus conversaciones con
preguntas abiertas. Esto es un gran recurso que los motiva a compartir sus experiencias y perspectivas contigo.
Por ejemplo: «Qué piensas de (algún
hecho o situación cultural del momento)?», «¿Cómo crees que (algún tema o situación relevante) se verá en un futuro?».
2. Adopta alguna plataforma digital
Los adolescentes se sienten más cómodos
comunicándose a través de algunos de los
canales digitales disponibles hoy en día.
Intenta usar alguna de estas nuevas plataformas, como redes sociales o aplicaciones de mensajes. Hay oportunidades increíbles al comunicarte con ellos a través
de los canales que ellos ya usan.
3. Sé auténtico y transparente
Autenticidad es algo que resuena profundamente con las generaciones más jóvenes. Puedes usar actividades ya establecidas en tu iglesia, como la reunión de jóvenes, pero asegura que cualquiera sea la actividad, les demuestres tu curiosidad e interés genuino. Los adolescentes pueden
identificar fácilmente cuando una actividad es una mera transacción o una búsqueda auténtica de conectar con ellos. Sé
transparente acerca de tus intenciones.
Estarás ganando la confianza y el respeto
mutuo de esos chicos.
4. Mantente relevante y consciente de la cultura a tu alrededor
Recientemente una adolescente de nuestro grupo le pidió a mi esposa que hiciera
un video TikTok con ella. Mi esposa debía
leer una serie de palabras que la chica y
sus amigas usan hoy en día. Ellas tenían
que aguantar el agua que sostenían en la
boca sin reír, y ver quién aguantaba más
sin escupir el agua por la risa de escuchar
a un adulto que no conocía las frases que
los adolescentes más usan.
Y no es que necesites aprenderte esas
frases de memoria, mucho menos intentar hablar con sus modismos. Sin embargo, es importante estar informado y saber
qué cosas son importantes para ellos y a
qué se refieren cuando las usan. Es por eso
que lo mejor que puedes hacer es formular preguntas que sean relevantes a sus intereses y experiencias. Esto les demostrará
que deseas invertir en tu relación con
ellos y en el mundo que ellos viven.
5. Alienta su creatividad y expresión propia
Generaciones más jóvenes prosperan
cuando se les presentan oportunidades
donde pueden compartir su creatividad y
expresión propia. Provee espacios donde
los adolescentes puedan desarrollar y
compartir sus talentos, pasiones y puntos
de vista. Formula preguntas que promuevan su pensamiento creativo y aliéntalos a
explorar esa creatividad. Celebra su individualidad y motívalos a abrazar la manera
única como Dios los hizo.
1 Pedro 3:8 dice: «En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan
penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes». Así
mismo, nuestras interacciones con los
adolescentes deben estar empapadas con
compasión, humildad y amor. Nuestras
preguntas y conversaciones con ellos
nunca deben hacerlos sentir encasillados
o fuera de lugar. Esta generación necesita
lugares seguros donde expresar los talentos y personalidades con las que Dios los
ha dotado.
6. Escúchalos con empatía e intencionalmente
Quizás has escuchado que la comunicación efectiva es de dos vías. Lo mismo
aplica al crear relaciones significativas con
las nuevas generaciones. Ellos necesitan
adultos que los escuchen intencionalmente y les respondan con una empatía
genuina.
Cuando ellos respondan a tus preguntas abiertas, escúchalos completamente.
A menudo, si prestas atención, puedes
descifrar mucho en cómo ellos comunican lo que dicen, y aún lo que no dicen. Antes de ofrecer un consejo o compartir
algo de tu propia experiencia, intenta dar
seguimiento a lo primero que dijo con
una siguiente pregunta. Frecuentemente,
hay mucho más por descubrir que lo comunican en su primera respuesta.
C. S. Lewis escribió en su libro Los cuatro amores: «La amistad nace en el momento en el que una persona le dice a la
otra: ¿Qué? ¿Tú también? Pensé que era el
único». Al hacer más preguntas y escuchar de cerca a esta generación, quizás
nos encontremos diciendo exactamente
lo mismo. Y quizás, al escarbar un poco
más, podamos ayudarles a experimentar
a Jesús de una manera más profunda.
Crear relaciones significativas con los
adolescentes de hoy conlleva intencionalidad y tacto. Importa mucho cómo hacemos preguntas y la manera en que respondemos a las suyas. Mientras ellos van
madurando en un mundo tan desconectado, podemos quizás ser los únicos en su
vida que proveen una amistad sincera.
Por eso, no tengas miedo de preguntarle a ese adolescente cómo está realmente y escuchar todo lo que tiene que
decir. Quizás puedes comenzar, como yo,
rompiendo el hielo con alguna pregunta
como: «¿Qué comida crees que representa mejor tu personalidad y por qué?».
Por Gerardo Guerra (soygerardoguerra@gmail.com)
Gerardo Guerra es autor del libro Más que saliva y anfitrión
del pódcast con el mismo nombre. Ha servido por más de
dos décadas en organizaciones ayudando a adolescentes a
conocer a Jesús y crecer en su fe en Rumanía, México,
Taiwán, y ahora en Puerto Rico con la organización global
Young Life/Vida Joven.