El evangelista Arthur Pink tenía razón cuando dijo que necesitamos una correcta comprensión de los atributos de Dios para poder servirle,...
El evangelista Arthur Pink tenía razón cuando dijo que necesitamos una correcta comprensión de los atributos de Dios para poder servirle, adorarle y depositar nuestra confianza en él.* Los atributos de Dios nos ayudan a entender cómo es él.
Atributos comunicables
Son atributos que Dios comparte con sus criaturas racionales. Están presentes también en nosotros, pero nunca en la dimensión y calidad en que se encuentran en Dios. Algunos de ellos son:
1. La sabiduría: Dios escoge siempre las mejores metas y los mejores medios para lograrlas.
“¡Oh, profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?” (Ro 11.33-34).
2. La bondad: Todo lo que Dios es y hace es bueno y digno de aprobación.
“Bueno eres tú, y bienhechor...” (Sal 119.68).
“Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él” (Sal 34.8).
3. La justicia: Dios siempre actúa rectamente y su carácter es la norma absoluta de lo que es justo.
“El es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto” (Dt 32.4).
4. El poder: Nosotros podemos llevar a cabo muchas cosas, pero siempre con limitaciones. Dios, en cambio, puede realizar todo lo que su santa voluntad desea.
“Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho” (Sal 115.3).
“Porque nada hay imposible para Dios” (Lc 1.37).
“Un conocimiento espiritual y salvífico de Dios es la mayor necesidad de cada criatura humana.” —Arthur W. Pink
Atributos incomunicables
Son atributos “exclusivos” de Dios, ya que no los comparte con ninguna de sus criaturas. Estos son algunos:
1. Su independencia: Dios no nos necesita a nosotros ni a nada del resto de la creación, ni para existir, ni para ninguna otra razón.
“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas” (Hch 17.24-25).
2. Su inmutabilidad: Dios es inalterable en su ser, propósitos y voluntad; él nunca cambia.
“Porque yo Jehová no cambio…” (Mal 3.6).
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Stg 1.17).
3. Su eternidad: Dios no tuvo principio ni tendrá fin.
“Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios” (Sal 90.2).
4. Su omnipresencia: Dios está presente en todo lugar, en todo momento.
“¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?” (Jer 23.24).
“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás” (Sal 139.7-8).
Conocer a Dios más profundamente en sus múltiples atributos le infundirá mayor confianza en él, una mayor devoción hacia su nombre y un ánimo renovado para servirle con entusiasmo. ¡Le alentamos a explorar más!
Fuentes:
Berkhof, L. Teología sistemática. Editorial TELL.
Grudem, W. Teología sistemática. Editorial Vida.
Pink, A. Los atributos de Dios. El Estandarte.
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