Fundamentos del amor de Rut y Booz: En la búsqueda de las claves que realmente hacen feliz a una pareja, una historia de la Biblia se erige como un te
LOS FUNDAMENTOS DEL AMOR DURADERO EN LA HISTORIA DE RUT Y BOOZ
En la búsqueda de las claves que realmente hacen feliz a una pareja, una
historia de la Biblia se erige como
un testimonio perpetuo de los fundamentos más sólidos del amor duradero,
una conexión que trasciende el romance para construir una felicidad genuina
y profunda. El amor, en su forma más
pura y genuina, tiene la capacidad de
transformar vidas y caminos. Esta afirmación cobra vida en la conmovedora
historia bíblica de Rut y Booz, un relato
que no solo destaca el poder del amor
entre un hombre y una mujer, sino también los valores de lealtad, sacrificio y
redención.
En este artículo, exploraremos
cómo el amor de Rut y Booz cambia no
solo sus vidas, sino también el destino de su comunidad, ofreciendo lecciones
perdurables que resuenan hasta nuestros días.
El contexto de la historia de Rut
La historia de Rut se desarrolla en un
tiempo de gran agitación en la historia
de Israel. El libro de Rut inicia con la partida de una familia israelita de Belén hacia Moab debido a una hambruna. Noemí, la matriarca de esta familia, pierde a
su esposo y luego a sus dos hijos, lo que
la deja en una situación de vulnerabilidad extrema. Aunque Noemí tiene la
opción de regresar a su tierra natal, sus
nueras, Rut y Orfa, deben decidir entre
quedarse con ella o volver a sus familias
en Moab.
A pesar de la presión social y familiar, Rut se destaca por su decisión valiente y leal: «Donde tú vayas, yo iré; y
donde tú mueras, yo moriré» (Rut 1:16-
17). Este acto de amor y compromiso
no solo sella su vínculo, sino que también establece el tono para el amor que
vendrá entre Rut y Booz, un amor que
surge de la adversidad y la devoción.
La belleza del amor sano
El amor que se manifiesta entre Rut y
Booz es un ejemplo claro de lo que se
puede considerar un amor sano. No se
basa en la superficialidad ni en intereses
egoístas, sino en un profundo respeto y
admiración mutua. Booz, un pariente
de Noemí, reconoce la valentía y el
compromiso de Rut cuando ella se presenta en su campo para recoger espigas.
Su interacción es un bello intercambio de generosidad y bondad. Booz se
preocupa por la seguridad de Rut y le
ofrece protección y alimento, mostrando así que el amor se manifiesta también en actos de cuidado. El amor sano
se alimenta de la confianza, la humildad
y el deseo de ayudar al otro a crecer. En
este sentido, Rut y Booz representan no
solo el ideal de una relación amorosa,
sino también el tipo de conexión que
fortalece a un matrimonio.
Booz ve en Rut algo más que una joven viuda; reconoce su dignidad y su valor como persona. Al hacer esto, él actúa no solo como un amante, sino
como un socio en el camino de la vida.
Este enfoque inclusivo es fundamental
para cualquier relación que aspire a ser
sana y duradera.
La importancia de la lealtad y el sacrificio
La historia de Rut y Booz está impregnada de temas de lealtad y sacrificio. Rut
abandona su hogar, su cultura y todo lo que conoce para seguir a Noemí, evidenciando su desinteresado amor. Esta
acción no solo resalta su compromiso
personal, sino que también enfatiza el
sacrificio que a menudo acompaña a las
relaciones más profundas.
Por otro lado, Booz también muestra un notable sentido de responsabilidad. En una sociedad donde el estatus y
la riqueza a menudo determinan el valor de una persona, él elige hacer lo correcto, asegurándose de que Rut y Noemí tengan el apoyo necesario. Su disposición a actuar según normas de justicia
y bondad, en lugar de dejarse llevar por
las convenciones sociales, es un testimonio de su carácter noble.
Este aspecto del amor, donde se
priorizan las necesidades del otro y se
actúa en beneficio común, es clave para
cualquier relación saludable. La lealtad
y el sacrificio no son solo ideales románticos; son fundamentos en los que
se construyen las relaciones fuertes y
duraderas.
Redención y nuevos comienzos
El final de la historia de Rut y Booz es un
hermoso cierre que encapsula el viaje
de transformación impulsado por el
amor. Rut y Booz se casan, y su unión no
solo beneficia a ellos, sino que también
se convierte en un símbolo de redención para Noemí. A través de su amor,
Rut logra restaurar la dignidad familiar
y el linaje que parecía perdido.
Además, su hijo Obed es el abuelo
de David, el futuro rey de Israel. Este giro
de los acontecimientos revela cómo un
amor sincero y desinteresado puede tener repercusiones profundas y duraderas, afectando el futuro de generaciones
venideras. La historia demuestra que las
decisiones que tomamos motivadas por
el amor pueden cambiar el rumbo de
no solo nuestras vidas, sino las de muchos otros.
Conclusión: el amor que transforma nos hace felices
La historia de Rut y Booz es mucho más
que un relato antiguo; es un testimonio
de cómo el amor verdadero transforma,
redime y da esperanza. Nos invita a reflexionar sobre nuestras propias relaciones y a valorar el sentido de compromiso, lealtad y sacrificio que se requieren
para cultivar un amor sano.
En un mundo que a menudo prioriza la gratificación instantánea y los vínculos superficiales, la historia de Rut y
Booz nos recuerda que el amor más significativo es aquel que se construye con
paciencia, respeto y deseo genuino de
bienestar para el otro. El amor que cambia no solo afecta a quienes están directamente involucrados; también tiene el
poder de impactar comunidades enteras y futuras generaciones.
Al final, el amor que vivieron Rut y
Booz nos enseña que, aunque el camino
hacia el amor verdadero puede estar
lleno de desafíos, las recompensas que
trae son infinitamente valiosas. Este
amor no solo transforma a los individuos, sino que también tiene la capacidad de cambiar realidades y construir legados. Así es, el amor que cambia es
un amor que perdura y florece, dejando
una huella imborrable en el corazón de
quienes lo viven.
Tres frases de Booz sobresalen como
perlas en el texto:
- «No tengas miedo. Haré por ti todo lo que me pidas…» (Rut 3:11).
- «Yo te redimiré… Descansa…» (Rut 3:13).
- «No te vayas con las manos vacías [yo proveo]…» (Rut 3:17).
En estas palabras vislumbramos el
meollo del evangelio: Booz prefigura al
gran redentor, Cristo. De la misma manera que Booz cambió la vida de Noemí
y de Rut, Cristo cambia nuestra vida de
forma radical y profunda. El amor de
Dios en Cristo es el gran transformador
de personas y situaciones, transforma
nuestras tragedias en historias con sentido. El punto central del cristianismo es
el amor de Dios que rescata y transforma vidas.
El legado de Rut y Booz nos recuerda que la verdadera felicidad en la
unión matrimonial se encuentra en la
capacidad de honrar y elevar al otro, haciendo del amor un motor de cambio y
un constructor de un futuro compartido y dichoso.
Por Gabby Mejía (gmejia@cccorl.org)
El Rev. Gabby Mejía es pastor, escritor y conferencista con
más de 25 años de experiencia pastoral y en el ministerio
familiar. Actualmente sirve como pastor rector de la Iglesia El Calvario de las Asambleas de Dios en Orlando, Florida, donde apoya a cientos de matrimonios en su camino hacia una vida conyugal plena y centrada en Cristo.

