Mario: Otro aspecto que realmente crea muchos daños y se traduce en confusión, inseguridad, inmadurez, falta de autoestima, es la incoherencia entre lo que el papá quiere y espera de sus hijos cuando les dice algo y lo que él modela en casa. Siempre los padres proclaman cosas buenas sobre sus hijos y exigen que sus hijos tengan comportamientos buenos, piden reacciones de esa naturaleza. Sin embargo, ellos en contrapartida tienen una actitud contraria a la que están diciendo. Eso va creando en los chicos una confusión en su corazón. Esto lleva a mucha inseguridad porque el hijo no sabe realmente qué es lo bueno y qué es lo malo. Tiene muchas zonas grises en su conciencia moral, entonces no está seguro cuando va a tomar decisiones. Ese es un chico que normalmente tiene una mediocridad en sus definiciones, incluso en su vida laboral, profesional, porque nunca está seguro de lo que va a hacer, no quiere tomar desafíos y siempre se siente como de menos en los grupos; no se siente como una persona que tiene una presencia y una autoridad moral frente a los otros. Sencillamente, es una consecuencia de lo que guardó en su corazón durante su niñez.
Magaly: Hay otro aspecto que daña mucho también a los chicos, cuando los padres exigen perfección y no excelencia, cuando ellos mismos no son perfectos. El problema se produce cuando los padres no aceptan o no permiten que sus hijos puedan fracasar, en el colegio, en cualquier actividad que realicen. Los padres no permiten el fracaso y los chicos crecen con esa inseguridad y con una autoestima muy baja.
Obs. Lea la entrevista completa aquí!
COMENTARIOS