Un ministerio fuerte nace de un corazón lleno ¿Estás sirviendo como pastor o anciano en una iglesia local? ¿Eres responsable de una nueva obra o
¡Estimados amigos y lectores!
¿Estás sirviendo como pastor o anciano en una iglesia local? ¿Eres responsable de una nueva obra o un anexo? ¿Sirves como misionero, evangelista, o como maestro en un colegio cristiano o en un instituto bíblico? Entonces esto es para ti.
Si estás sirviendo a Cristo en el ministerio, el tiempo que inviertes para escuchar al
Señor, estudiar, investigar y profundizar en su Palabra se convierte en tu principal fuente
para enseñar y guiar a la congregación. Si no dedicas un tiempo importante a Dios y al
estudio bíblico, simplemente no tendrás mucho que ofrecer. No habrá claridad en tu liderazgo, ni dirección, ni verdadera autoridad espiritual. Lo sabemos. Pero una cosa es
saberlo… y otra muy distinta es vivirlo semana tras semana, en medio de las demandas
del ministerio.
Lo comento así porque duele ver cuántos siervos de Dios terminan vacíos o en burnout, abandonan su llamado o incluso se apartan de la fe. El mundo interior de un siervo
de Dios —como el de cualquier persona— necesita agua fresca del Espíritu de Dios. Por
un lado, debe renovarse constantemente con estudios personales y comunión con Cristo y su buen Espíritu. Pero también necesita recibir agua fresca de Dios para la congregación, y compartir mensajes que brotan directamente de su tiempo con Él: de escuchar,
escudriñar y recibir. A veces confundimos estos dos aspectos. El primero busca la renovación personal; el segundo, la renovación de la comunidad eclesial o escolar que Dios
te ha confiado. Ambas cosas son esenciales.
Como ministerio editorial, queremos motivar a cada obrero y siervo de Dios a dedicar más tiempo a la lectura y al estudio:
- Inscríbete a diplomados temáticos que te interesen.
- Si tienes una licenciatura, considera una maestría.
- Investiga temas actuales desde una perspectiva teológica.
- Estudia la literatura teológica de tu denominación.
- Crea tu propia biblioteca teológica, digital o física.
- Recomienda buenos libros cristianos a tu congregación.
- Organiza una mesa de literatura cristiana para intercambiar o vender libros.
Incluye en tu agenda un espacio fijo de estudio y lectura. Cuanto más cultivas ese
hábito, más se convierte en la base de tu ministerio, y en una fuente constante de mensajes frescos. Un ministerio fuerte nace de un siervo de Dios que tiene una mente formada por el estudio y un corazón lleno de las cosas eternas y los asuntos del reino de Dios.
Y recuerda, todo lo que publicamos mensualmente y semanalmente puede formar
parte de tu tiempo de estudio. Cada semana ofrecemos una nueva serie de artículos
para la práctica ministerial. Si estás suscrito, sabes que puedes descargar todas las colecciones, series y revistas e imprimirlas para tu ministerio. Hoy es muy fácil tener una biblioteca digital bien organizada si te dedicas a ello.
Deseamos que esta nueva edición de junio enriquezca tu ministerio y tu liderazgo
como obrero en el reino de Dios.
Unidos en Cristo, nuestro Salvador,
Leonard Janz
Editor General