Tecnología al servicio de la misión de la iglesia: ¿Cómo podemos asegurarnos de que la tecnología en el ministerio no sea solo un accesorio moderno, s
COLOCANDO LA TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA MISIÓN DE LA IGLESIA
¿Cómo podemos asegurarnos de que la tecnología en el ministerio no sea solo un accesorio
moderno, sino una herramienta profundamente conectada con nuestra misión?
Esta fue la pregunta que impulsó al pastor
Andrés, líder de una iglesia urbana en crecimiento, a replantearse el uso de las redes sociales, las plataformas de discipulado y los sistemas administrativos en su
congregación. Después de un intento fallido de implementar un sistema de membresía digital sin resultados claros, decidió
no repetir el error de invertir sin dirección.
Fue así como descubrió que necesitaba
una estrategia: no una lista de herramientas, sino un marco de referencia.
En este artículo te mostraré cómo
construir esa estrategia desde la esencia
misma de la misión de la iglesia. Sin más
demora, empecemos.
Tecnología que sirve, no que estorba
Demasiadas iglesias han adoptado tecnologías con la esperanza de «modernizarse» o «competir» en el mundo digital,
pero al poco tiempo se dan cuenta de que
no saben por qué lo hicieron. Las herramientas se acumulan, los voluntarios se
frustran, y los resultados son inciertos. El
problema no es la tecnología. Es la falta de alineación estratégica con la misión.
En Ciberministerio, defino esta alineación con una frase clave: «Aparata la comisión antes de comisionar el aparato».
Previo a adquirir una app, instalar un software o abrir otro canal digital, debes
preguntarte: ¿Cómo esto fortalece la misión que Dios nos ha dado?
Por eso te propongo un marco que integre tecnología con misión, articulado
en las cinco funciones esenciales de todo
ministerio cristiano: adorar, aprender, alcanzar, ayudar y acompañar.
1. Adorar: tecnología que facilita la adoración
Adorar es el corazón del pueblo de Dios.
La tecnología no sustituye la adoración,
pero puede potenciarla si se usa con discernimiento.
Por ejemplo, las descargas continuas
o streaming, hacen llegar la adoración a
los hogares de personas enfermas, mayores o en zonas remotas. Estas tecnologías
resultaron en herramientas de supervivencia para muchas iglesias durante la
pandemia. También, las apps devocionales y de música cristiana fortalecen la vida
de adoración personal y son una oportunidad poco explorada por la iglesia local
para mantener a su congregación conectada durante la semana.
Pero atención: no todo lo que brilla es
oro. La tecnología debe promover reverencia, no distracción. Como dijo Jesús:
«Los verdaderos adoradores adorarán al
Padre en espíritu y en verdad» (Jn. 4:23).
¿Cómo asegurarnos de que lo técnico no
opaque lo espiritual?
La clave es evaluar cada herramienta
con esta pregunta: ¿invita a la congregación a una adoración más profunda y participativa? De ser afirmativo, ¿cómo lo hace?
2. Aprender: tecnología que fortalece el discipulado
Jesús dijo: «Enseñándoles a obedecer
todo lo que les he mandado» (Mt. 28:20).
El aprendizaje y el crecimiento no son opcionales, son centrales en la vida cristiana.
Aquí, la tecnología se convierte en un
aliado del discipulado. Utiliza plataformas
de cursos en línea (como Moodle o
Google Classroom) como complemento
a los programas de discipulado de tu iglesia, y complementa el estudio con bibliotecas digitales y apps bíblicas (YouVersion, Logos, Olive Tree). Conozco una iglesia que ofrece cursos de discipulado incluso por WhatsApp. Solo se necesita creatividad y claridad misional.
La pandemia nos enseñó que el aula
se puede extender más allá de las paredes
del templo. Pero el desafío sigue siendo el
mismo: ¿Estamos formando discípulos o
consumidores de contenido cristiano?
En Cibermadurez propongo que la
madurez digital implica evaluar el impacto educativo de nuestras herramientas, estableciendo metas claras, contenidos
relevantes y caminos de aprendizaje personalizados.
3. Alcanzar: tecnología para la evangelización y la misión
El apóstol Pablo se adaptaba a todo tipo
de personas «a fin de salvar a algunos» (1
Cor. 9:22). Hoy, el mundo digital es una
nueva frontera misionera. Lo último de la
tierra está en la palma de la mano (o en el
bolsillo del pantalón).
Tu página web es lo más básico y esencial. Es tu casa digital. Si no estás en
Google no existes y para existir digitalmente debes comenzar por ahí. Luego
está el evangelismo en redes sociales. Déjame incluir aquí una advertencia. Muchos ministerios tratamos a las redes sociales como una cartelera de pasillo para
colgar anuncios. Pero son mucho más que
eso. Son un puente de conexión. Comparte no solo tus mensajes, sino las verdaderas historias de transformación y ofrece
recursos creativos para las familias y todas
las edades.
Explora el uso de publicidad dirigida
en plataformas digitales (Meta Ads,
Google Ads). Aunque poco exploradas,
pueden ser muy útiles como recursos
puntuales. Algunas ofrecen subvenciones
para organizaciones sin fines de lucro.
Pero recuerda: no es solo publicar por
publicar. Es establecer una estrategia de
contenido con claridad de mensaje, audiencia objetivo y llamado a la acción. Un
clic puede ser el inicio de un camino de fe,
si sabemos guiarlo bien.
4. Ayudar: tecnología para el servicio y la compasión
La iglesia predica con palabras y acciones
de amor. Jesús sanó, alimentó, consoló. Y
nosotros seguimos sus pasos, llamados a
la misericordia que triunfa sobre el juicio
(Stg. 2:13).
La tecnología puede ser un canal de
ayuda eficaz. Trata de implementar sistemas para la gestión de ayudas sociales y
distribución de recursos, compartir formularios en línea para peticiones de oración o asistencia, plataformas de donaciones electrónicas seguras y grupos de apoyo por videollamada para personas en crisis.
Como en la parábola del buen samaritano (Lc. 10:25-37), no basta ver al necesitado; hay que acercarse, invertir tiempo y
recursos, y hasta pagar por adelantado. La
tecnología te puede ayudar a organizarte
mejor, ser más transparente y extender
tus manos con eficiencia para atender las
necesidades de tu prójimo.
5. Acompañar: tecnología que edifica comunidad
Finalmente, acompañar es vivir en comunidad, pastorear, exhortar, caminar juntos. La vida cristiana no solo consiste en
adherirnos individualmente a un conjunto de creencias, sino en caminar juntos
como iglesia en la experiencia de la fe y del
conocimiento de Cristo. Recuerda que
antes de ser iglesia éramos los «del camino».
Crea grupos digitales de interés común. Durante la pandemia, nuestra iglesia creó varias comunidades de este tipo
que sirvieron para caminar juntos en esos
tiempos de crisis. Usa aplicaciones de
membresía que te faciliten primero conocer a quiénes forman parte de tu comunidad de fe y, segundo, darles seguimiento
pastoral y velar por su desarrollo ministerial.
Usa la tecnología para crear conexiones humanas, no sólo listas de contactos.
Como dice Hebreos 10:24-25: «Considerémonos unos a otros para estimularnos
al amor y a las buenas obras, no dejando
de congregarnos».
Construyendo el mapa estratégico: preguntas clave
Para implementar este marco, te sugiero
responder en tu equipo pastoral o de liderazgo estas preguntas:
- ¿Cuál de las cinco funciones está más fuerte en nuestra iglesia?
- ¿En cuál estamos más débiles y debemos fortalecer?
- ¿Qué herramientas tecnológicas usamos hoy?
- ¿Están alineadas con estas cinco funciones?
- ¿Qué necesitamos dejar, adaptar o adquirir?
El objetivo es que cada decisión tecnológica esté conectada con una función
de la misión y un resultado medible de
transformación espiritual, educativa, misionera, social o comunitaria.
Haz del propósito tu mejor herramienta. Las herramientas cambian, la misión permanece. Un marco estratégico
como el que acabas de leer te ayudará a
tomar decisiones con propósito, paz y poder.
Por Vladimir Lugo (vladimir@vladimirlugo.com)
Vladimir Lugo es informático, autor, conferencista, empresario y ministro de vocación. Su labor es brindar asistencia a
organizaciones cristianas en la adopción de tecnologías ministeriales en línea para liberar el poder de su misión. Puedes
encontrarle en vladimirlugo.com y en las redes sociales
como @vladimirlugomt.