El ministerio pastoral y la tecnología. ¿Por qué tantas iglesias aún dudan en adoptar herramientas digitales, a pesar del claro beneficio que pueden t
CAUSAS Y CLAVES PARA SUPERAR LA RESISTENCIA A UTILIZAR LA TECNOLOGÍA
¿Por qué tantas iglesias aún dudan en adoptar herramientas digitales, a pesar del claro beneficio
que pueden traer al avance del evangelio?
Esta es una pregunta que ronda en la
mente de muchos obreros y líderes ministeriales y que ha ocupado mi reflexión por
los últimos diez años. Acompáñame a explorar los retos y las oportunidades de la
tecnología en el contexto de tu ministerio.
Una historia que se repite
El pastor Laureano lidera una iglesia local
en las afueras de San Juan. Con pasión y
entrega, enseñaba la Palabra cada semana. Al ver que su congregación menguaba
y que los jóvenes estaban más conectados
a sus celulares que a los programas de la
iglesia, decidió proponer la transmisión
en vivo de los cultos y la implementación
de un sistema de discipulado en línea.
Pero la junta directiva se opuso rotundamente. «Eso no es iglesia, estaríamos perdiendo lo que es sagrado».
Frustrado, Laureano se preguntaba
por qué era tan complicado ayudar a sus
líderes a comprender la necesidad y a superar su resistencia a la tecnología. Entonces llegó un visitante inesperado: la pandemia del COVID-19. De repente, la iglesia se vio forzada a cerrar sus puertas y a reinventarse. Ahora la idea de transmitir
en vivo y discipular en línea no era tan
descabellada, y de hecho se convertiría en
una opción de supervivencia. Aunque la
iglesia no estaba preparada, terminaron
por hacer lo mejor que pudieron
¿Acaso no es más sabio prepararnos y
tomar las riendas de la tecnología para dirigir a nuestras comunidades de fe a una
integración competente y estratégica que
se mantenga fiel a la misión?
¿Por qué existe tanta resistencia a la tecnología en la iglesia?
En la Biblia hay una historia que me gusta referir para hablar del tema. En Números,
capítulo 21:4-9, se narra cómo muchos israelitas morían en el desierto a causa de la
mordedura de serpientes venenosas.
Moisés le rogó a Dios en favor del pueblo
y Dios le dijo que fabricara una… pieza de
tecnología. Piénsalo por un momento.
Una serpiente de bronce en una asta para
que todo el pueblo la viera requería cierto
conocimiento técnico de materiales, metalurgia y carpintería, además de algunas
herramientas básicas como martillos, tenazas y cinceles.
A partir de ese momento, quien fuese
mordido por una serpiente podría ver la
serpiente de bronce y ser sanado. Pero la
historia no termina allí. ¿Qué sucedió con
esta «tecnología»? La respuesta la encontramos en 2 Reyes 18:4, cuando el rey
Ezequías tuvo que destruirla porque se
había convertido en sí misma en objeto
de adoración. Lo cual nos sirve de ilustración y de advertencia: la tecnología es útil
siempre y cuando cumpla su propósito
saludable y no se convierta en el ídolo de
nuestras atenciones y afectos.
Quiero explorar algunas razones de
tecnoresistencia, las cuales pueden ser
tan diversas como profundas, y surgen de
una combinación de factores culturales,
generacionales, emocionales y hasta teológicos.
- Falta de comprensión
del propósito tecnológico
Muchos ven la tecnología únicamente como entretenimiento o consumo secular. Sin una visión teológica clara de su propósito, la tecnología parece ajena, incluso antagónica, al carácter sagrado del ministerio. Sin embargo, como dijo el apóstol Pablo:«Me he hecho todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles» (1 Cor. 9:22). La tecnología es uno de esos «medios posibles».
- Temor a perder lo
auténticamente espiritual
Existe el temor de que la iglesia pierda su esencia espiritual por la tecnología; que lo virtual sustituya la comunión y el calor humano de lo presencial. Esta preocupación es legítima, pero debe equilibrarse comprendiendo que la tecnología no sustituye, sino que extiende la experiencia espiritual. Lo digital no reemplaza lo encarnado, pero lo puede complementar en un modelo híbrido donde ambas modalidades coexisten en armonía. - Brecha generacional
y formación limitada
Muchos líderes provienen de contextos donde lo tecnológico era periférico. Han sido entrenados en Biblia y teología, pero no en tecnología. Esta brecha provoca inseguridad, resistencia o desinterés.
Aquí, la formación contextualizada y progresiva puede marcar la diferencia. - Asociación de la
tecnología con el pecado
Algunas iglesias asocian lo digital con vicios modernos como la pornografía o la vanidad. Si bien estos peligros son reales, también lo es el llamado a redimir y ser el espacio digital «luz del mundo» en el espacio digital (Mt. 5:14). - Malas experiencias pasadas
Las implementaciones tecnológicas mal gestionadas, como transmisiones de baja calidad o sistemas administrativos que fallaron, generan rechazo a lo nuevo. La inmadurez tecnológica conduce al desprestigio de su uso en lo ministerial.
Por eso, debemos avanzar hacia una tecnología madura, que comienza «con el fin en mente» y logra su comisión.
¿Cómo superar la resistencia?
Para mantener nuestra relevancia en un
mundo cambiante, propongo estas alternativas de crecimiento como estrategias
para crear un plan de acción y guiar a tus
obreros en pensamiento y praxis.
- Provee formación bíblica y teológica sobre la tecnología. Explora tu teología de la creación para que incluya la capacidad humana de diseñar, construir e innovar. Dios dotó al ser humano de la habilidad de crear herramientas (Éx. 31:1-5). La tecnología no es mundana por naturaleza; sino una extensión de la capacidad dada por Dios al ser humano.
- Desarrolla una visión estratégica de la tecnología. La iglesia debe adoptar tecnología como parte de su estrategia ministerial, no como una moda ni un hecho aislado. La tecnología debe alinearse estratégicamente con la misión para apoyar las cinco funciones esenciales de adorar, aprender, alcanzar, ayudar y acompañar .
- Promueve la madurez tecnológica. No basta con adquirir dispositivos y acceder a las redes. Es necesario crecer en madurez, entendida como la capacidad de obtener resultados reales, sostenibles y alineados con la misión (Lc. 14:28-30). Esto implica evaluar actitudes, formar equipos, establecer procesos y medir impacto.
- Facilita la integración multigeneracional. Incluye a jóvenes en los equipos tecnológicos por su comprensión intuitiva del lenguaje digital, lo que genera pertenencia y discipulado contextualizado y también entrena a los adultos mayores en las técnicas mientras les permites guiar a los más jóvenes en sabiduría y sana doctrina, así «tendrán visiones los jóvenes y sueños los ancianos» (Hch. 2:17).
Liderar el cambio desde adentro
Todo cambio comienza con una conversación honesta y un corazón dispuesto. El
liderazgo debe abrirse a aprender, rodearse de personas con conocimiento tecnológico y confiar en que el Espíritu Santo
también se mueve en los códigos, pantallas y redes. La iglesia no pierde su esencia
cuando usa tecnología; la pierde cuando
deja de cumplir su misión.
Superar la resistencia tecnológica no
es cuestión de moda ni de presión externa. Es una decisión estratégica para llevar
el evangelio hasta lo último de la tierra
(Hch. 1:8), aun cuando lo último de la tierra hoy tenga una pantalla, una app o una
red social.
Por Vladimir Lugo (vladimir@vladimirlugo.com)
Vladimir Lugo es informático, autor, conferencista, empresario y ministro de vocación. Su labor es brindar asistencia a
organizaciones cristianas en la adopción de tecnologías ministeriales en línea para liberar el poder de su misión. Puedes
encontrarle en vladimirlugo.com y en las redes sociales
como @vladimirlugomt.