La vida de Abraham demuestra cómo una visión dada por Dios puede impactar a muchas generaciones. Dios le dio una visión: formar una nación tan numeros
CONOCER LA VISIÓN INICIAL PARA COMPRENDER EL PROPÓSITO DE TU IGLESIA
Celebrar aniversarios es un momento especial que todos disfrutamos.
Como ciudadanos, participamos
en las celebraciones de la fundación o independencia de nuestro país. Los medios
de comunicación también nos invitan a
conmemorar la fundación de nuestra ciudad, recordando a las personas valientes y
visionarias que se atrevieron a emprender
un nuevo camino. También celebramos
aniversarios de nuestros matrimonios, recordando el día en que comenzó el camino de una vida juntos, comprometidos
el uno con el otro. Celebramos nuestros
cumpleaños, rememorando el día de
nuestro nacimiento.
A través de estas celebraciones, ya sea
de eventos nacionales, familiares o personales, honramos la vida y su existencia, reconociendo su valor e importancia. Con
eso damos relevancia a nuestras raíces y
expresamos gratitud, junto con el deseo
de que estas experiencias continúen siendo una bendición para muchos. Cuando
una visión, un proyecto o una obra nace,
siempre viene acompañada de una misión que proporciona la dirección necesaria para dar los primeros pasos.
Abraham recibe una visión de Dios
La vida de Abraham demuestra cómo una visión dada por Dios puede impactar a
muchas generaciones. Dios le dio una visión: formar una nación tan numerosa
como las estrellas del cielo y con un propósito claro: ser una bendición para todas
las naciones. Todo comenzó con un llamado desafiante: dejar su tierra y confiar
plenamente en las promesas de Dios, aunque no veía cómo se cumplirían. Su fe y
obediencia se convirtieron en los cimientos de esta misión. Con el paso del tiempo, el pueblo de Israel, fruto de esa promesa, mantuvo vivo el recuerdo de su origen y propósito. En actos oficiales se referían al «Dios de Abraham, Isaac y Jacob»,
reconociendo a Dios como el autor de la visión y honraban a los patriarcas que habían confiado en su Palabra. La visión original no solo definió su identidad, sino
que también les dio dirección, reafirmando su propósito de ser una bendición
para todas las naciones.
El legado de los pioneros
Por eso es importante no solo volver a la
visión inicial, sino también recordar a las
personas que Dios usó para iniciar la obra
y dar los primeros pasos. Hoy las conocemos como pioneros, porque, en la mayoría de los casos, comenzaron prácticamente desde cero. El diccionario de la lengua española define a un pionero como:
«Persona que da los primeros pasos en alguna actividad humana». Sus sinónimos
incluyen explorador, fundador y precursor.
El pionero tenía una visión clara, estaba dirigido por una misión y contaba con
el entusiasmo y el ánimo necesarios para
movilizar a otros y hacer realidad esa visión en este mundo. Conocer el corazón,
la visión y el espíritu de estos pioneros
puede revelarnos mucho sobre la misión
original de una obra, misión o iglesia.
El valor de las historias que dieron vida a la iglesia
Por esta razón, es tan importante desempolvar las historias de la fundación de una
obra o congregación y celebrarlas en sus
aniversarios:
- Las iglesias que aún cuentan con sus fundadores y pioneros pueden considerarse afortunadas, ya que tienen la oportunidad de volver fácilmente a la visión inicial. Pueden invitarlos a compartir relatos sobre los inicios, los milagros y la guía de Dios que experimentaron en los primeros días, los cuales dieron origen a la obra que hoy conocemos.
- En las iglesias donde los fundadores ya no están presentes, pero están en una segunda generación de liderazgo, este suele haber sido formado por los pioneros, siguiendo sus enseñanzas y legado. Estos líderes pueden dar testimonio del corazón y del sueño que inspiraron a quienes dieron los primeros pasos.
- Por otro lado, las iglesias con más de 75 o 100 años desde su fundación harían bien en investigar la vida de sus fundadores. Es importante conocer cuál fue su intención y motivación, por qué fueron enviados a plantar la iglesia, qué los llevó a establecerse en el lugar donde hoy se encuentra la congregación y cuáles fueron los sacrificios que hicieron para levantarla.
Así una celebración de aniversario no
debería limitarse a un mural de fotos antiguas y relatos nostálgicos. En cambio,
debe convertirse en un culto que exalte la
voluntad de Dios, destaque las maravillas que Él ha obrado y comparta testimonios
de milagros. Sobre todo, debe inspirar a la
congregación a regresar al espíritu y propósito original que motivaron la fundación de la iglesia.
El propósito de Dios para una iglesia local
Para entender realmente la visión que
Dios puso en el corazón de los fundadores de una iglesia es importante volver al
propósito de Dios para el hombre y especialmente con la iglesia local:
- El propósito primordial de Dios es que todos sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad, y la iglesia local debe reflejar este propósito siendo un faro de esperanza y redención (1 Tim. 2:4).
- Además, la iglesia es un lugar de transformación, donde la predicación de la Palabra y la vida en comunidad ayudan a renovar la mente y el carácter de los creyentes, para que puedan crecer como nuevas criaturas en Cristo (2 Cor. 5:17).
- Finalmente, la iglesia, como cuerpo de Cristo, está llamada a vivir en comunidad, fortaleciendo a cada miembro y edificando la fe a través de la unidad y el amor mutuo (Heb. 10:24-25).
Sí, también hay otros versículos que
expresan el deseo y propósito de Dios para la iglesia local. Es importante entender que la visión de los fundadores de una
iglesia siempre ha estado, y debe estar, subordinada a la visión de Dios para la iglesia local. Por eso, es fundamental conocer
primero la visión de Dios para la iglesia antes de profundizar en la perspectiva de los
pioneros y fundadores.
Preguntas clave para redescubrir la visión inicial
Para acercarse a la visión o al propósito
original de una obra o congregación, con
el fin de renovar la visión actual de la iglesia, es útil reflexionar sobre estas preguntas:
- ¿Qué trasfondo eclesial o denominacional tenían los fundadores de la iglesia?
- ¿Qué visión o sueño tenían para el futuro de la iglesia?
- ¿Qué rol jugaron los primeros misioneros en el desarrollo de la visión?
- ¿Por qué se eligió este lugar geográfico para iniciar la obra?
- ¿A cuáles grupos de personas estuvo dirigida la iglesia en sus comienzos?
- ¿Qué desafíos enfrentaron los fundadores durante los primeros años?
- ¿Cuáles fueron los primeros frutos del ministerio en esta comunidad?
- ¿Cómo visualizaron los fundadores la expansión del evangelio desde esta iglesia?
- ¿Qué diferencia hizo esta iglesia en la comunidad desde el principio?
- ¿Qué legado esperaban dejar los fundadores para la iglesia y la comunidad?
3 Beneficios de conocer la visión inicial
Conocer la visión inicial de una iglesia local tiene un gran impacto en su presente
y futuro. Los beneficios principales incluyen comprender sus raíces, identidad y dirección original.
- Explorar las raíces de la iglesia ayuda a conocer su origen, los fundadores y las historias que marcaron su inicio, honrando a aquellos que trabajaron para darle vida y reconociendo la fidelidad de Dios.
- La identidad de la iglesia está estrechamente ligada a su visión inicial. Al entender los valores y objetivos que la inspiraron, la congregación puede fortalecer su propósito y unidad.
- Finalmente, conocer la dirección original es crucial para evaluar si la iglesia sigue el camino que Dios trazó desde el principio. Esto permite asegurar que los proyectos actuales estén alineados con el propósito fundacional y ayuda a tomar decisiones futuras con claridad.
Por Leonard Janz (lafuentela@gmail.com)
Casado con Gudrun y juntos tienen cinco hijos, incluyendo
una hija casada, y una nieta. Es predicador ordenado en la
iglesia Hermanos Menonitas Concordia en Asunción, Paraguay, donde participa activamente en la vida congregacional. Posee una maestría en Misionología por la Facultad
Teológica Sul Americana. En 2005 fundó la revista La Fuente
y actualmente es presidente de Alfalit del Paraguay, una organización dedicada al desarrollo educativo y social.