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POR OSVALDO CENTURIÓN.
“... Se debe ayudar a los necesitados, recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir” Hechos 20:35 (R.V. 1.960)
El Pastor se ve impregnado en su llamado divino a visitar a la gente necesitada, Tony Mifsud, dice: “en los rostros sufrientes de los pobres el rostro del Señor” lo que trasluce del texto de Mateo 25:31.46.
Walter Kasper, cuando habla de la actuación de Jesús nos señala algunos puntos muy importantes sobre nuestro Señor, que no es un exaltado y fanático, su seriedad jamás es algo feroz, no enseña ni una técnica religiosa ni una casuística moralista.
El amor de Dios lo ocupa totalmente en favor de los demás, entre sus discípulos es el servidor, no rehúye ni siquiera al servicio más bajo propio de los esclavos.
No pertenece a los instalados, sino indudablemente viene de gentes insignificantes, teniendo corazón para las necesidades y las penas diarias de los pobres (Mt 9:36), es extraño para un hombre de la antigüedad el respeto con que trata a las mujeres, para Él la pobreza y la enfermedad no son castigo de Dios, más bien Dios ama a los pobres y enfermos. Va detrás de los perdidos (Lc 15).
Admitía en su compañía y hasta a su mesa también a los pecadores y marginados, a los cultualmente impuros y a los parias. Pero en ninguna parte aparece con odio o envidia frente a los ricos. Su lucha no va contra poderes políticos, sino contra los poderes demoníacos del mal. Por eso no hace una guerrilla ni organiza una reforma agraria. Sus más profundas raíces las tiene en la oración al Padre.
No sólo es el hombre para los demás (Bonhoeffer), sino igualmente el hombre de y para Dios.
La labor pastoral implica la visita a los enfermos, sin olvidar el aspecto redentivo de la enfermedad, pues la misma nos hace más sensibles a las cosas divinas, a la temporalidad de la vida, a las cosas no materiales, al prójimo, por eso el Pastor es un lector de las señales del tiempo y de los seres humanos, como así también de la historia. Por lo cual su visita a un enfermo lo hace con conocimientos y cierta preparación en el área, que sea corta, dirigida exclusivamente a la necesidad del enfermo en el aspecto espiritual.
En ese entendido la enfermedad es redentiva. Dejar de lado las amenazas para coaccionar hacia una conversión, la motivación del miedo nunca es la más acertada, el amor es la mejor condicionante, es donde más se ejercita el amor de Dios. Por eso encontramos como uno de los signos más significativos en la vida de Jesús, que visitaba y recibía la visita de los enfermos recíprocamente, las funciones del Pastor son muy semejantes a los de nuestro Señor.
“No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (R.V. 1.960). El texto no apunta a la exclusividad de la familia de la fe.
El dar, siempre nos asemeja mucho a Dios, en la visita, el Pastor da su tiempo, su talento, sus conocimientos, su espiritualidad, por eso no puede obviar este rol, más bien lo debe cultivar y fomentar de alguna forma.
Las visitas pueden también planificarse hacia otros tipos de necesidades, como por ejemplo visita a una comunidad nativa, a veces muy olvidados de nuestra labor misional.
Conclusión
Sin lugar a dudas, la visita pastoral es elemento vital en la vida del Pastor, tanto a los enfermos y a cualquier tipo de necesidad que se pueda contornar.
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“... Se debe ayudar a los necesitados, recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir” Hechos 20:35 (R.V. 1.960)
La visita a los necesitados
Hay un dicho muy común, que dice: “la necesidad tiene cara de hereje” este texto de Lucas, casi siempre se usa en la liturgia evangélica para la hora de la ofrenda, pero en una sana exegesis el alcance es mucho más amplio.El Pastor se ve impregnado en su llamado divino a visitar a la gente necesitada, Tony Mifsud, dice: “en los rostros sufrientes de los pobres el rostro del Señor” lo que trasluce del texto de Mateo 25:31.46.
Walter Kasper, cuando habla de la actuación de Jesús nos señala algunos puntos muy importantes sobre nuestro Señor, que no es un exaltado y fanático, su seriedad jamás es algo feroz, no enseña ni una técnica religiosa ni una casuística moralista.
El amor de Dios lo ocupa totalmente en favor de los demás, entre sus discípulos es el servidor, no rehúye ni siquiera al servicio más bajo propio de los esclavos.
No pertenece a los instalados, sino indudablemente viene de gentes insignificantes, teniendo corazón para las necesidades y las penas diarias de los pobres (Mt 9:36), es extraño para un hombre de la antigüedad el respeto con que trata a las mujeres, para Él la pobreza y la enfermedad no son castigo de Dios, más bien Dios ama a los pobres y enfermos. Va detrás de los perdidos (Lc 15).
Admitía en su compañía y hasta a su mesa también a los pecadores y marginados, a los cultualmente impuros y a los parias. Pero en ninguna parte aparece con odio o envidia frente a los ricos. Su lucha no va contra poderes políticos, sino contra los poderes demoníacos del mal. Por eso no hace una guerrilla ni organiza una reforma agraria. Sus más profundas raíces las tiene en la oración al Padre.
No sólo es el hombre para los demás (Bonhoeffer), sino igualmente el hombre de y para Dios.
La visita a los enfermos
Una parte muy importante de los necesitados son los enfermos, pena que algunos lo catalogan como un castigo de Dios, otros como resultado de pecados generacionales, Jesús dio la sentencia Juan 9:3 “Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres...”.La labor pastoral implica la visita a los enfermos, sin olvidar el aspecto redentivo de la enfermedad, pues la misma nos hace más sensibles a las cosas divinas, a la temporalidad de la vida, a las cosas no materiales, al prójimo, por eso el Pastor es un lector de las señales del tiempo y de los seres humanos, como así también de la historia. Por lo cual su visita a un enfermo lo hace con conocimientos y cierta preparación en el área, que sea corta, dirigida exclusivamente a la necesidad del enfermo en el aspecto espiritual.
En ese entendido la enfermedad es redentiva. Dejar de lado las amenazas para coaccionar hacia una conversión, la motivación del miedo nunca es la más acertada, el amor es la mejor condicionante, es donde más se ejercita el amor de Dios. Por eso encontramos como uno de los signos más significativos en la vida de Jesús, que visitaba y recibía la visita de los enfermos recíprocamente, las funciones del Pastor son muy semejantes a los de nuestro Señor.
Hacia otros tipos de necesidades
El mundo moderno trae aparejado necesidades con muchos rostros, que han golpeado las puertas de los Pastores, las enfermedades pandémica, endémicas, las sicológicas, como la depresión, la soledad, las tristezas, la soledad y otros como la discriminación, el abandono, la miseria, la discriminación, el alto índice de suicidio y la lista podría seguir mucho más, por eso nos recuerda Pablo, en su teología pastoral, Gál. 6:9, 10...“No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (R.V. 1.960). El texto no apunta a la exclusividad de la familia de la fe.
La visita planificada del Pastor
La crisis familiar se ha acentuado, en donde el rol del Pastor es muy importante en una visita planificada, para atender acerca de esta necesidad, en dónde pueda en un tiempo prudencial, la figura del Pastor pueda dar orientaciones hacia los valores bíblicos acerca de la familia. En este punto el rol del Pastor es tal vez el más importante de todas las otras instituciones, sin obviar las responsabilidades de los integrantes de la familia.El dar, siempre nos asemeja mucho a Dios, en la visita, el Pastor da su tiempo, su talento, sus conocimientos, su espiritualidad, por eso no puede obviar este rol, más bien lo debe cultivar y fomentar de alguna forma.
Las visitas pueden también planificarse hacia otros tipos de necesidades, como por ejemplo visita a una comunidad nativa, a veces muy olvidados de nuestra labor misional.
Conclusión
Sin lugar a dudas, la visita pastoral es elemento vital en la vida del Pastor, tanto a los enfermos y a cualquier tipo de necesidad que se pueda contornar.
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- Bonhoeffer, Dietrich. Escritos esenciales. Sal Terrae.
- Elliott, John H. Un hogar para los que no tienen patria ni hogar. Verbo Divino.
- Kasper, Walter. Jesús, el cristo. Ediciones Sigueme.
- Mifsud, Tony. Libres para amar. Ediciones San Pablo.
- Pikaza, Xabier. Hermanos de Jesús y servidor de los más pe- queños. (Mt. 25, 31 – 46). Ediciones Sigueme.
- Sartory, F. Holbock. El misterio de la iglesia. Editorial Herder.
Acerca del autor:
Osvaldo (osvaldohugo@hotmail.com) es de Paraguay y vive en la ciudad de Luque. Pastor presidente de la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios Paraguaya, posee una licenciatura en Teología y una maestría Estudios Teológicos (SEMISUD, Ecuador). Además es contador público y abogado. Está casado con Carolina Ramírez, y es padre de tres hijos: Osvaldo, Miqueas y Katherinne.