Claves para un liderazgo relevante en la actualidad “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” (Jesús – Apocalipsis 2.4) ...
Claves para un liderazgo relevante en la actualidad
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” (Jesús – Apocalipsis 2.4)Durante el siglo pasado y comienzo del presente, el liderazgo cristiano ha inclinado la balanza a una tendencia de ciertas formas de liderazgo “armado”, distante, recubierto de una espiritualidad etérea.
En el ánimo de reflejar en este tiempo personalidades y estilos como el de los profetas y apóstoles de antaño, el liderazgo cristiano buscó interpretar más las formas que la esencia y enfoque de los líderes de la Biblia.
El liderazgo tiende a deshumanizarse en gran parte de nuestra sociedad…
Médicos, abogados, psicólogos, pastores, jueces, funcionarios, enfermeros, y otros de los cuales se espera servicio, cuidado y atención, en muchos casos se han vuelto fríos, protocolares y burocráticos.
La gran mayoría, por no decir todos, comenzaron con un alto sentido de vocación de servicio, pero a medida que fueron pasando los años, el fuego que mantenía encendida la llama del amor y el deseo de ayudar a sus semejantes, se fue perdiendo y las mezquindades del corazón fueron desplazando del eje a las motivaciones altruistas.
A continuación presentaré tres factores que ayudarán a humanizar el liderazgo cristiano:
Enfocarse en las personas
Enfocarse en una comunicación profunda
Enfocarse en una comunicación comprensible
1. Enfocarse en las personas
Es fundamental en las relaciones interpersonales y particularmente en el liderazgo, enfocarse en las personas. El otro es quien merece atención, es quien tiene que ser escuchado empáticamente, abrazado y considerado…Una vez escuché a un anciano orador decir: “No te acerques a las personas para evangelizarlas, sino para amarlas”
Tomé nota de la frase como una revelación. Analizar la frase me llevó a comprender aspectos muy importantes de las relaciones humanas. Cuando nos acercamos a alguien para compartirle el mensaje de evangelio, le estamos ofreciendo lo mejor que se puede dar a alguien… pero en el centro de la escena queda uno mismo. El otro puede percibir que tenemos algún interés personal al acercarnos. Cuando nos acercamos para amar, en el centro de escena queda precisamente el otro y su necesidad. Así actuó siempre Jesús. Cuando sanó a un ciego que clamaba “Hijo de David ten misericordia de mí”, se detuvo y le dio la vista; sencillamente lo amó y en consecuencia le hizo el bien. Que las personas se interesen por el mensaje de Jesús, es algo que celebramos que ocurra, pero aun cuando esto es nuestro propósito más importante, sin embargo el enfoque en la persona, es acercarse para amarla, es decir, interesarse en sus necesidades, sus problemas y procurar ayudarle desinteresadamente.
La compasión, como atributo del amor, tiene entendimiento del estado emocional del otro y combina el deseo con la acción para aliviar el dolor y reducir el sufrimiento.
2. Enfocarse en una comunicación profunda
Existen cuatro niveles de comunicación:- Superficial: “anunciaron que por la tarde va a llover”
- Informativo: “te dejé las llaves en el armario”
- Juicio de valor: “ no estoy de acuerdo con lo que dijo Carlos”
- Sentimientos: el nivel más profundo en la comunicación tiene que ver con los sentimientos, por ejemplo, “¿y cómo te sentís luego de haber vivido esa experiencia?”, o “seguís extrañando a tu madre”, etc.
Tocar los sentimientos más profundos de una persona cuando nos estamos comunicando, en un marco de respeto y consideración, es alcanzar un nivel alto de empatía, que nos hace cercanos y accesibles a nuestro prójimo.
3. Enfocarse en una comunicación comprensible
Algo que hace que los líderes se tornen “distantes” es la manera en que comunican. Ya sea en un nivel personal o en público, se hace necesario utilizar un lenguaje sencillo y comprensible.Jesús, el más grande de todos los comunicadores, nos enseña con su estilo tan sencillo, que podía ser comprendido con asombro por el más brillante intelectual de la época como por la persona menos instruida. Había sencillez en las palabras que escogía, como asimismo en las historias y ejemplos de la vida real, de la naturaleza y del contexto de los oyentes, lo cual hacía que su comunicación conectara con la gente.
Hoy se observa en la mayoría de los púlpitos cristianos, grandes dificultades en la comunicación. Se nos presenta en muchos casos, un líder alejado de los oyentes, con un lenguaje “arropado” de religiosidad, con la dificultad de conectar el texto con la realidad de las personas.
Sugiero que junto con la naturalidad de hablar con el corazón, se elijan asuntos relevantes de la vida real, “rascar donde pica”, es decir, responder esas preguntas que están en el colectivo de la iglesia y la sociedad.
Los líderes de la iglesia han hecho una reducción muy pobre del mensaje de Cristo, y avanzan con una visión sesgada de la realidad y del tiempo en que vivimos.
Necesitamos un mensaje más relevante, completo e integral. Un mensaje que le hable a la sociedad en su conjunto.
Conclusión
Para humanizar nuestro liderazgo, necesitamos enfocarnos en las personas a través del amor, buscando tener con las personas una comunicación profunda, y a la vez comunicar de manera sencilla y comprensible, asegurándonos que entienden lo que estamos diciendo, y que aquello que estamos diciendo es a la vez pertinente y actual.Autor: Nicolás Marulla
Nació en Buenos Aires. Es hijo de inmigrantes italianos y está casado con Sonnia Vega, con quién es padre de dos hijos y abuelo de una hermosa nieta. Obtuvo su doctorado en Teología Práctica (Misionología). Ha sido pastor de dos iglesias y promotor de pastores y nuevas iglesias. Fue profesor y director de un seminario teológico en Paraguay. Actualmente preside la denominación evangélica Iglesia de Dios en Argentina. Sirve como educador en varias instituciones y escribe para diferentes medios.
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