Algunos síntomas de haber caído en la rutina Un avión necesita toda la atención en dos momentos específicos: en el momento del des...
Algunos síntomas de haber caído en la rutina
Un avión necesita toda la atención en dos momentos específicos: en el momento del despegue y cuando necesita aterrizar. El resto del viaje puede volar en piloto automático, y como producto de la inercia, realizar las tareas básicas antes de llegar a su destino final. Estas características del avión sirven perfectamente de ilustración para aprender acerca de la vida matrimonial.
En el noviazgo, todos se esfuerzan para hacer un “despegue sin problemas”. Se realiza el mejor esfuerzo para demostrarle a la persona amada lo importante y valorada que es, y se está dispuesto a bajar la luna y las estrellas por mantener despierto el enamoramiento. Pero luego de emprender el vuelo matrimonial, la tendencia es poner el matrimonio en “piloto automático”. Se descuidan los detalles, no se invierte tiempo ni se hace el esfuerzo necesario para hacer que el viaje matrimonial sea emocionante. Aquel guerrero conquistador deja las armas del enamoramiento, y aquella princesa enamorada comienza a perder el fulgor.
De esta manera, ambos caen en la rutina y el matrimonio es puesto en “piloto automático”. Generalmente cuando el aterrizaje se vuelve forzoso, es cuando uno se da cuenta que no se han hecho las cosas de manera correcta.
Algunas señales de volar en piloto automático
Varias señales pueden indicar que un matrimonio ha caído en la rutina:
• La falta de una comunicación sana y profunda. En muchos casos, la misma falta de comunicación ocasiona la rutina en el matrimonio.
• Desilusión y frustración. El sentirse frustrado en la relación es una señal de una mala relación matrimonial.
• No compartir lo bello de la vida, evitar estar con la pareja en momentos íntimos y la falta de demostración de afecto.
• La falta de acompañamiento sincero en las crisis personales.
• El ocuparse solo de lo necesario cada día y no hacer un poco más por el otro.
• Y especialmente una vida sin orar y compartir la lectura bíblica es una señal de cuán distante se puede estar el uno del otro, y deja observar cómo la inercia de la vida es lo que controla la relación matrimonial.
Usted debe tomar el control y no permitir que la inercia de la vida sea lo que maneje su matrimonio.
La vida matrimonial no es simplemente ocuparse de las necesidades básicas. Implica esos pequeños detalles, que a veces pasan desapercibidos pero que son las cosas que ponen sabor a la vida matrimonial.
La conquista se hace en lo cotidiano, agregando de nuevo aquellos detalles que se tuvieron presentes en el tiempo del despegue del vuelo, y prestando atención incluso a los asuntos que parecen intrascendentes.
Teniendo en cuenta esos detalles, se puede afirmar que “las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos...” (Cantares 8.7 RV60).
Una advertencia final
Si su matrimonio está en piloto automático, en cualquier momento usted puede tener un aterrizaje forzoso, y podría terminar en un verdadero desastre. La rutina es un enemigo instalado en muchos matrimonios, es un problema silencioso y destructivo, y usted debe tomar la decisión de hacer algo al respecto. Prestar su atención a la persona amada, trabajar, esforzarse y amar, hará de su matrimonio un vuelo emocionante.
Por Héctor Sánchez, Pastor de la Comunidad Cristiana de Asunción.
Para continuar equipando su ministerio descargue la aplicación de La Fuente y suscríbase
COMENTARIOS