En primer lugar, cuando nuestras obligaciones financieras comienzan a vencerse y entramos en incumplimientos. Cuando comienzan a vencerse...
En primer lugar, cuando nuestras obligaciones financieras comienzan a vencerse y entramos en incumplimientos.
Cuando comienzan a vencerse recibos, facturas, compromisos ya aquí hay una señal de que algo negativo está ocurriendo en el área de nuestras finanzas, de que estamos entrando en compromisos que no podemos pagar, en gastos que no podemos honrar.
Y es aquí donde tenemos que darnos cuenta de qué es lo que está pasando. Otra señal es que se nos dificulta, por ejemplo,
cancelar nuestras tarjetas de crédito en su saldo total.
Porque llega un momento en que hemos comprado tanto con las tarjetas de crédito, nos hemos endeudado tanto con ellas, que el monto completo se nos hace impagable de acuerdo a nuestro ingreso mensual, y solamente cancelamos el mínimo, que es lo que podemos pagar.
Esta es otra señal de que algo no está yendo bien y tenemos que hacer algo urgente al respecto. Es una alerta que se levanta, como un semáforo en rojo que nos dice que tenemos que detenernos y hacer algunos cambios. La otra señal que nos alerta es cuando perdemos nuestra tranquilidad. Cuando ya existe un tema económico que nos atormenta mentalmente, emocionalmente y vamos a la cama pensando en la situación económica, o nos despertamos pensando en lo mismo.
Muchas veces eso no ocurre por deudas sino por abundancia, la cual no esta mal. Pero cuando esa abundancia nos roba esa paz de Dios, es una señal de que algo no está bien, es una señal de que estamos apegados a lo económico y que estamos descuidando las prioridades.
Lee el artículo completo aquí:
http://www.liderazgopastoral.com/2012/10/controla-tus-finanzas_10.html
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Cuando comienzan a vencerse recibos, facturas, compromisos ya aquí hay una señal de que algo negativo está ocurriendo en el área de nuestras finanzas, de que estamos entrando en compromisos que no podemos pagar, en gastos que no podemos honrar.
Y es aquí donde tenemos que darnos cuenta de qué es lo que está pasando. Otra señal es que se nos dificulta, por ejemplo,
cancelar nuestras tarjetas de crédito en su saldo total.
Porque llega un momento en que hemos comprado tanto con las tarjetas de crédito, nos hemos endeudado tanto con ellas, que el monto completo se nos hace impagable de acuerdo a nuestro ingreso mensual, y solamente cancelamos el mínimo, que es lo que podemos pagar.
Esta es otra señal de que algo no está yendo bien y tenemos que hacer algo urgente al respecto. Es una alerta que se levanta, como un semáforo en rojo que nos dice que tenemos que detenernos y hacer algunos cambios. La otra señal que nos alerta es cuando perdemos nuestra tranquilidad. Cuando ya existe un tema económico que nos atormenta mentalmente, emocionalmente y vamos a la cama pensando en la situación económica, o nos despertamos pensando en lo mismo.
Muchas veces eso no ocurre por deudas sino por abundancia, la cual no esta mal. Pero cuando esa abundancia nos roba esa paz de Dios, es una señal de que algo no está bien, es una señal de que estamos apegados a lo económico y que estamos descuidando las prioridades.
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