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La gran rapidez con que Internet se ha expandido y popularizado en los últimos años ha provocado una revolución muy importante en el mundo de las comunicaciones. Lo que se conoce como Internet es en realidad un conjunto de redes independientes que se encuentran conectadas entre sí. Esta conexión permite el intercambio de datos y constituye una red mundial que resulta el medio idóneo para el intercambio de información, distribución de datos de todo tipo e interacción con otras personas.
En este mundo, cada vez más veloz gracias al crecimiento de Internet, la iglesia no puede excluirse de utilizar los medios disponibles en él. Porque la iglesia esencialmente comunica un mensaje, utilizar los medios de comunicación de vanguardia puede ayudarla a ser más eficaz, «para que la palabra del Señor se extienda rápidamente y sea glorificada» (2 Tes 3:1). Existen realmente un sinnúmero de herramientas en la Internet que las iglesias pueden utilizar. En esta oportunidad, presentaremos y exploraremos brevemente las que consideramos más relevantes en la actualidad:
Los Blogs
Anteriormente, hacerse de una página web requería un considerable costo en materia de tiempo, conocimiento, y también de dinero. Hoy en día, los sistemas de gestión de contenidos, como Wordpress.com y Blogger.com, nos brindan la oportunidad de crear y administrar nuestras propias páginas, llamadas blogs, de manera sencilla y gratuita.
Crear un blog para la iglesia sería cuestión de registrarse en el sistema de nuestra preferencia con un nombre de usuario y contraseña. Una vez registrado, puede procederse a la creación del blog, determinando en primer lugar el dominio del blog, que será la palabra que identificará al blog, que irá seguido del nombre del sistema (p.ej., www.nuestraiglesia.wordpress.com). También es posible comprar un dominio propio para el blog (así, directamente se tendrá www.nuestraiglesia.com).
Una vez obtenido el blog, es posible elegir entre numerosos temas o plantillas prediseñadas, y personalizar el diseño con imágenes y funciones extras según nuestra intención con la página.
Las Redes Sociales
Otra herramienta sumamente poderosa para la comunicación son actualmente las redes sociales, como Facebook y Twitter. Inclusive, si poseemos una cuenta en las dos redes, existe la posibilidad de enlazar ambas, de modo que cuando publicamos una información en una, aparezca también en la otra de forma automática.
En Facebook resulta muy útil crear “páginas” que las personas pueden seguir mediante la opción “Me gusta”. A través de las páginas de Facebook, es posible interactuar con literalmente miles de personas al mismo tiempo. Ellas pueden ver las actualizaciones que cargamos a nuestra página, comentarlas y hasta compartirlas en sus propios “muros” para que otros las vean y sean dirigidos a nuestra página con un clic.
Si la iglesia cuenta con blog, Facebook será sumamente útil a la hora de promocionarlo y darlo a conocer, copiando el enlace de la dirección del blog, o de un artículo del blog, y pegándolo en el área de actualización de estado para publicarlo. De esta forma, usuarios de Facebook podrán llegar al blog de la iglesia y conocerlo mejor.
Vale señalar que, con poco más de tiempo y conocimientos básicos, es posible añadir al blog botones y otros elementos interactivos que enlazan a la página en Facebook o a la cuenta de Twitter. Así, las personas pueden seguir los tweets de de la iglesia o hacer “Me gusta” a la página en Facebook directamente desde el blog.
El Efecto Viral
Se lo llama así porque un contenido se propaga como un virus. Sucede de esa manera debido a que por cada usuario de la red social que publique cierta información, existe un número considerable de contactos suyos que podrán verla. Y por cada uno que vea y vuelva a compartir el contenido, se multiplica el número de personas expuestas a la información.
Supongamos que la iglesia publica una noticia a través de su página en Facebook, que es seguida por 50 personas. Supongamos que 5 de las 50 personas vuelven a compartir la noticia; cada una de ellas tiene 200 contactos en Facebook. El resultado que tenemos es que 1.000 personas (5 x 200) probablemente han visto la noticia de la iglesia a través de Facebook. Ahora supongamos que no 5, sino 20 de las 50 personas, volvieran a compartir la noticia. ¡Ese es el efecto viral!
Es necesario que un encargado maneje el blog y las redes sociales de la iglesia, y que cuente con un grupo de miembros comprometidos a publicar y volver a compartir las actualizaciones. Esto hará que el efecto viral deseado se garantice.
¿Qué publicaremos?
Las posibilidades son casi infinitas:
- Versículos bíblicos o citas.
- Anuncios y recordatorios de actividades.
- Reflexiones breves.
- Una noticia interesante.
- Una opinión sobre temas de actualidad.
Una sugerencia práctica puede ser subir semanalmente al blog el sermón predicado el domingo en formato de texto, con una o más imágenes de ilustración. Luego, publicar el artículo en Facebook y Twitter, y que el encargado avise a los demás para que lo vuelvan a retwittear o compartir en sus muros.
Internet puede ser utilizado como un canal de comunicación con los miembros de la propia iglesia, con otras iglesias, con organizaciones, y en general con cualquier persona que tenga acceso a la tecnología. Al tener presencia en Internet, la iglesia utiliza un canal de comunicación y oportunidades que de otra forma estaría desaprovechando. Internet dejó de ser una opción para pasar a ser una necesidad en el mundo de la comunicación.
En conclusión, como Iglesia debemos con gran responsabilidad aceptar y usar la tecnología. Nuestros jóvenes y niños están sumergidos en la Internet, y si no accedemos a usarla, no sabremos hablar su lenguaje, y si no hablamos su lenguaje, perderemos grandes oportunidades de comunicarles el mensaje de Cristo.
Lectura recomendada:
- “La mayordomía del reino: Equipar discípulos, movilizar recursos y usar la tecnología para impulsar la misión de Dios en el mundo”, por el Movimiento Lausana: http://goo.gl/eWrey
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