Nació el 21 de septiembre, era el tercer hijo entre siete hermanos, proviene de una familia noble en Ferrara, Italia. Su abuelo paterno era ...
Nació el 21 de septiembre, era el tercer hijo entre siete hermanos, proviene de una familia noble en Ferrara, Italia. Su abuelo paterno era reconocido porque era médico de la corte del Duque de Ferrara. Los padres de Jerónimo eran personas cultas de influencia, por eso deseaban que él tome el lugar de su abuelo. Jerónimo fue un estudiante sobresaliente.
Desde pequeño se acostumbraba a dedicar tiempo para la oración y, con el tiempo, fue creciendo su fervor por la oración, y así el ayuno fue en aumento; sus largas horas en la meditación de la Escritura influyeron para que él dedicara su vida enteramente a Dios.
Probablemente en su tiempo de juventud Jerónimo haya tenido que atravesar una desilusión con una joven florentina, por la oposición de la familia Strozzi para que nunca la unión de ambas familias se llevara a cabo, y esto haya sido de motivación para involucrarse en la vida monástica.
En Bolonia, en 1474, se integró en la orden de los dominicos. Después de 7 años Jerónimo se fue al convento de San Marcos, en Florencia, y quedó desilusionado del pueblo florentino al ver que era corrompido como otros lugares. En 1482 apareció por primera vez como predicador. Sus sermones se enfocaban cada vez con más intensidad sobre el pecado de la humanidad. Atacó de forma directa la corrupción y a los partidarios ilustres de los Medici. El Papa Alejando VI en 1493 le había nombrado su primer sacerdote general, y aprobó su oferta de modificar la orden dominica en Toscana, de ahí entonces sus sermones se hicieron políticos.
Luego, en una de sus disertaciones enfatizó con claridad la próxima llegada de los franceses, dirigidos por el rey Carlos VIII. Al cumplirse esta predicción, con la aparición de las fuerzas francesas invasoras en 1494, ayudó a recibir a Carlos en Florencia. Al abandonar los franceses la ciudad, se creó una república de la que fueron quitados los Medici, y Jerónimo se convirtió, aunque sin funciones políticas, en su consejero y espíritu animador. Ni el Papa Alejandro VI quedó libre de sus denuncias.
Se le atribuyó poseer un don sobrenatural de profecía, y la explicación original de las Sagradas Escrituras desagradó a Roma; por lo que en 1495 fue acusado de herejía. Por no presentarse en Roma, se le prohibió predicar y se anuló el expediente. Mediante eso, la rama florentina de su orden (dominica) logró su independencia. Rechazó los intentos de armonía del Papa con rabia, y nuevamente se le prohibió predicar, aunque él no tomó en cuenta esta resolución.
Las nuevas leyes del nuevo gobierno resultaron impracticables. El partido de los Medici, denominado de los arrabbiati, que en italiano significa “enfurecido”, empezó nuevamente a recobrar territorio, y se creó un complot para apoyarles. Se ejecutó a cinco de los conspiradores, lo que sencillamente valió para apresurar la reacción contra Savonarola, ya que más adelante fue acusado de ello.
La peste que afectó a muchos le impulsó con entusiasmo a atender a los monjes enfermos, a pesar de que él no podía disponer de los aceites santificados, por quedar excomulgado.
Y en ese poco tiempo de influencia él fue amenazado, excomulgado y en 1498 fue declarado culpable de herejía y enseñanza revolucionaria, y lo condenaron a muerte. En 1498, el 23 de mayo, fue ahorcado y luego su cuerpo fue quemado en la plaza pública.
El predicador y reformador italiano, con intenciones de eliminar la corrupción, terminó siendo un mártir. Conocía de memoria una gran parte de la Biblia y podía hallar al instante cualquier texto bíblico. Pasaba noches enteras en oración; entre sus libros se encuentran: "La Humildad", "La Oración", "El Amor".
Dejó varios escritos con profunda espiritualidad, con su prédica de la pasión de Cristo y el retorno al cristianismo puro.
Fuentes
- http://www.hermanosunidosencristo.org
- http://www.clie.es
- http://www.foroekklesia.com
- http://www.amen-amen.net
Desde pequeño se acostumbraba a dedicar tiempo para la oración y, con el tiempo, fue creciendo su fervor por la oración, y así el ayuno fue en aumento; sus largas horas en la meditación de la Escritura influyeron para que él dedicara su vida enteramente a Dios.
Probablemente en su tiempo de juventud Jerónimo haya tenido que atravesar una desilusión con una joven florentina, por la oposición de la familia Strozzi para que nunca la unión de ambas familias se llevara a cabo, y esto haya sido de motivación para involucrarse en la vida monástica.
En Bolonia, en 1474, se integró en la orden de los dominicos. Después de 7 años Jerónimo se fue al convento de San Marcos, en Florencia, y quedó desilusionado del pueblo florentino al ver que era corrompido como otros lugares. En 1482 apareció por primera vez como predicador. Sus sermones se enfocaban cada vez con más intensidad sobre el pecado de la humanidad. Atacó de forma directa la corrupción y a los partidarios ilustres de los Medici. El Papa Alejando VI en 1493 le había nombrado su primer sacerdote general, y aprobó su oferta de modificar la orden dominica en Toscana, de ahí entonces sus sermones se hicieron políticos.
Luego, en una de sus disertaciones enfatizó con claridad la próxima llegada de los franceses, dirigidos por el rey Carlos VIII. Al cumplirse esta predicción, con la aparición de las fuerzas francesas invasoras en 1494, ayudó a recibir a Carlos en Florencia. Al abandonar los franceses la ciudad, se creó una república de la que fueron quitados los Medici, y Jerónimo se convirtió, aunque sin funciones políticas, en su consejero y espíritu animador. Ni el Papa Alejandro VI quedó libre de sus denuncias.
Se le atribuyó poseer un don sobrenatural de profecía, y la explicación original de las Sagradas Escrituras desagradó a Roma; por lo que en 1495 fue acusado de herejía. Por no presentarse en Roma, se le prohibió predicar y se anuló el expediente. Mediante eso, la rama florentina de su orden (dominica) logró su independencia. Rechazó los intentos de armonía del Papa con rabia, y nuevamente se le prohibió predicar, aunque él no tomó en cuenta esta resolución.
Las nuevas leyes del nuevo gobierno resultaron impracticables. El partido de los Medici, denominado de los arrabbiati, que en italiano significa “enfurecido”, empezó nuevamente a recobrar territorio, y se creó un complot para apoyarles. Se ejecutó a cinco de los conspiradores, lo que sencillamente valió para apresurar la reacción contra Savonarola, ya que más adelante fue acusado de ello.
La peste que afectó a muchos le impulsó con entusiasmo a atender a los monjes enfermos, a pesar de que él no podía disponer de los aceites santificados, por quedar excomulgado.
Y en ese poco tiempo de influencia él fue amenazado, excomulgado y en 1498 fue declarado culpable de herejía y enseñanza revolucionaria, y lo condenaron a muerte. En 1498, el 23 de mayo, fue ahorcado y luego su cuerpo fue quemado en la plaza pública.
El predicador y reformador italiano, con intenciones de eliminar la corrupción, terminó siendo un mártir. Conocía de memoria una gran parte de la Biblia y podía hallar al instante cualquier texto bíblico. Pasaba noches enteras en oración; entre sus libros se encuentran: "La Humildad", "La Oración", "El Amor".
Dejó varios escritos con profunda espiritualidad, con su prédica de la pasión de Cristo y el retorno al cristianismo puro.
Fuentes
- http://www.hermanosunidosencristo.org
- http://www.clie.es
- http://www.foroekklesia.com
- http://www.amen-amen.net
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