Asegura tus resoluciones para el 2019 ¿Te has propuesto nuevas metas y resoluciones para este año? Mucha gente hace esto en cada diciem...
Asegura tus resoluciones para el 2019
¿Te has propuesto nuevas metas y resoluciones para este año? Mucha gente hace esto en cada diciembre o enero, pero no todos logran seguir teniendo presentes sus metas a mediados de mayo o junio. ¿Qué podemos hacer para evitar ese descuido?Te proponemos cinco medidas de seguridad, que te pueden ser de gran ayuda.
1. Anota tus metas
Con esto queremos decir ponerlas por escrito en algún lugar dónde podamos acceder a ellas fácilmente. Es un error escribir nuestras resoluciones de Año Nuevo solo para dejarlas olvidadas en un cuaderno.Una buena idea es hacerse de una pequeña tarjeta con palabras claves que nos ayuden a recordar nuestras metas. Podemos llevarla en la cartera, en el auto, incluso dentro de nuestra Biblia, o fijarla en algún soporte sobre el escritorio, en el lado interno de la puerta de nuestro cuarto, o en el espejo que usamos para asearnos cada mañana.
2. Simplifica tus metas
Esto significa convertir una meta en objetivos más pequeños, pero concretos, a corto plazo. La meta es adonde quieres llegar, simplificarla es definir los pasos específicos que te llevarán allá.“Hacemos resoluciones generales de mejorar, pero somos descuidados en extender nuestros esfuerzos a cosas particulares (...) Comenzamos y terminamos el día sin procurar ni esperar hacer un avance particular en ese día. Y de ese modo nuestras mejores resoluciones se evaporan sin resultados”. ~ Archibald Alexander (1772–1851)
Visualiza tu meta por un momento, y hazte la siguiente pregunta: ¿Qué objetivos específicos debo alcanzar en este día, esta semana y este mes para lograr esto? Luego, anótalos.
3. Ora sobre tus metas
Vigilar sobre nuestras metas en oración nos ayuda a mantenerlas frescas en la mente y el corazón. Por supuesto, se espera que hayamos orado desde antes de fijarlas.Pero además, la oración regular sobre nuestras metas cumple otras funciones muy importantes: proporciona claridad mental, estimula al compromiso y la disciplina, renueva nuestra dependencia de Dios y nos protege del desaliento.
Todo esto es vital para avanzar con firmeza hacia cualquier objetivo.
4. Revisa tus metas
Difícilmente nos trazaremos metas perfectas. Lo cierto es que necesitaremos revisarlas una y otra vez en el transcurso del año, interpretando las circunstancias y procurando ser “entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” (Ef 4.17).No es pecado renunciar a una meta equivocada, persistir tras ella sí lo es. Pero incluso las metas más “santas” necesitan ajustes para seguir “en carrera”.
Revisar nuestras metas periódicamente implica también examinar nuestras motivaciones reales con respecto a ellas:
- ¿Por qué quiero lograr esto?
- ¿Qué pretendía obtener al fijarme esta meta?
- ¿Qué lugar ocupa la gloria de Dios en ello?
5. Comparte tus metas
Finalmente, otra gran ayuda para asegurarnos de no descuidar nuestras metas para el año es compartirlas con otros.Al hacerlo, no solo llegamos a contar con alguien que puede recordarnos esas metas de vez en cuando al preguntarnos por ellas, sino que además nos abrimos a grandes oportunidades de adquirir consejos sabios, apoyo en oración y alianzas estratégicas para alcanzarlas.
No dejes que avance el año sin reforzar tus metas y resoluciones con estas medidas de seguridad. ¿Con cuál de ellas puedes comenzar hoy mismo?