Iglesia que ofrece esperanza y responde con amor: ¿cómo está impactando esta sociedad de personas renovadas en su entorno comunitario inmediato? ¿La i
¡Estimados amigos y lectores!
La iglesia de Cristo es la nueva sociedad de personas, renovadas desde el interior, el
corazón del ser humano, a través del arrepentimiento de nuestros pecados y la salvación mediante la muerte de Cristo en la cruz. Ahora, ¿cómo está impactando esta
sociedad de personas renovadas en su entorno comunitario inmediato? ¿La iglesia está
siendo parte del cambio y de la mejora en la vida de las personas de su comunidad?
Cada iglesia se encuentra en una comunidad distinta, donde las personas enfrentan
desafíos totalmente diferentes. Estos desafíos varían según las zonas donde vive la gente:
pueden ser áreas urbanas o rurales, barrios antiguos, nuevos, seguros o peligrosos. Pero
la pregunta para nosotros los cristianos es: ¿Sabemos realmente cuáles son las luchas
más grandes de las personas que viven en nuestro entorno? ¿Conocemos esas necesidades profundas que todavía no están siendo atendidas?
Estas, por ejemplo, son algunas de las necesidades y problemas sociales conocidos
en América Latina, y que aparecen anualmente en los informes de estadísticas de la realidad social de los países:
- Malnutrición infantil
- Acceso limitado a la educación
- Violencia en el hogar
- Alimentación deficiente
- Acceso limitado a formación laboral
¿Está mi iglesia respondiendo, de alguna manera, a estas realidades? Existen muchas
formas prácticas en las que la iglesia puede involucrarse, como por ejemplo: charlas de
concienciación, grupos de apoyo, visitas a personas afectadas, consejería a matrimonios,
eventos para familias, acompañamiento y mucho más.
No olvidemos que la iglesia está compuesta por personas que tienen una visión de
esperanza para el ser humano. El hombre nuevo tiene un nuevo espíritu que se caracteriza por el amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre y dominio
propio (Gál. 5:22-23). Si bien el cuidado y el servicio mutuo dentro de la iglesia es esencial, el servicio hacia los de afuera —ser sal y luz en este mundo— también es parte natural de la nueva vida en Cristo.
Personalmente, estoy convencido que la iglesia posee las mejores herramientas para
abordar incluso los mayores problemas de nuestra sociedad. ¿Por qué? Porque la fe cristiana comienza su transformación desde el centro: el corazón del ser humano. Una vez
que enfrentamos con sinceridad la realidad de nuestro corazón, podemos comprender
la raíz de muchos de nuestros problemas externos. Y esto nos ayuda a iniciar un cambio
verdadero, de adentro hacia afuera.
Deseo que esta nueva edición nos motive a servir a nuestros hermanos y nos anime
a guiar a nuestras congregaciones a ser sal y luz en este mundo, sirviendo con amor a los
más necesitados de nuestra comunidad.
Unidos a Aquel que conoce nuestro corazón, Jesucristo,
Leonard Janz
Editor General