La necesidad constante de predicar un mensaje de renovación

Cuando un cristiano o una iglesia haya llegado a un lugar cómodo, confortable y satisfactorio en su crecimiento, posiblemente es cuando má...

Cuando un cristiano o una iglesia haya llegado a un lugar cómodo, confortable y satisfactorio en su crecimiento, posiblemente es cuando más necesita un mensaje de renovación. La renovación constante es algo que debe caracterizar al cristiano y también a la iglesia. 

La Biblia habla en el Nuevo Testamento que somos un pueblo que pertenece a Dios, que ha pasado un proceso de transformación de lo que fue «antes» a lo que es «ahora». Y lo que somos ahora lo explica con claridad: 

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, un pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido. (1 Pedro 2:9-10) 

El cristiano necesita escuchar que es parte de un proceso continuo de renovación del viejo al nuevo hombre (Ef. 4.22-24). Y necesitamos reforzar la idea de que los problemas y desafíos que se presentan en la vida diaria del creyente, según Santiago 1, son parte de la renovación de nuestra humanidad para crecer hacia una «humanidad perfecta, conforme a la plena estatura de Cristo», como dice Efesios 4:13. 

Con los nuevos artículos en esta edición te invitamos a reflexionar acerca de la renovación, y también a predicar acerca de ello en la comunidad de creyentes: 

• Entrenamiento para la paz: La cruz y la paz en la iglesia (pág. 8) 

• Familias ensambladas: Una mirada a la historia bíblica (pág. 16) 

• Liderazgo en el espíritu de Jesús (pág. 20) 

• ¿Por qué un comité de finanzas en la iglesia? (pág. 22) 

• Razones y tips para el ministerio de multimedia en la iglesia (pág. 24) 

En cada edición presentamos temas y artículos nuevos, escritos por siervos de Dios que son expertos en su área, para ayudarnos a crecer como congregación y como cuerpo de Cristo. El estancamiento se supera con la renovación, que Dios da a través de su buen Espíritu, que nos enseña y orienta para hacer su voluntad. ¡Que tengas un bendecido mes enfocado en la renovación hacia la voluntad de Dios! 

Unidos en Cristo, 

Leonard Janz 

Editor General