8 tips para una clase motivadora ¿Ya estás motivado? ¿Estudiaste a fondo a tus alumnos? ¿Oraste al respecto? ¿Intercambiaste ideas con otro...
8 tips para una clase motivadora
¿Ya estás motivado? ¿Estudiaste a fondo a tus alumnos? ¿Oraste al respecto? ¿Intercambiaste ideas con otros? ¿Planificaste tu clase?
Te proponemos algunos tips para conseguir una clase “motivadora”.
1. Siempre una sorpresa
Tus alumnos, ¿ya saben qué vas a hacer la próxima clase? Muchas veces, solamente cambiamos el contenido. El resto de los elementos son siempre iguales porque me siento seguro, lo tengo preparado, lo resuelvo en poco tiempo... pero, ¿les interesa a mis niños? ¿Los emociona? Haz explotar tu creatividad. Observa al maestro Jesús. Él sorprendía con sus métodos, ejemplos, espacios físicos. ¡Haz tú lo mismo! Sorpréndelos con una clase en el jardín o en la cocina. Desafíalos a transformarse en los personajes de la historia o en periodistas entrevistando al pastor. Las láminas o los videos se merecen un descanso.
2. Menos palabras del maestro, más protagonismo del alumno
Cada vez más, comprobamos que poner al niño en el centro de la escena es clave para que la enseñanza sea realidad en sus vidas. Cuando el maestro habla toda la clase, acapara el rol protagónico y el niño asume su papel pasivo que lo deja al margen. Benjamín Franklin escribió: “Dime y lo olvido; enséñame y lo recuerdo; involúcrame y lo aprendo”.
¿Por qué no puede ser uno de ellos quien nos narre una historia? ¿Y si otro extrae la enseñanza y la comparte con sus amigos?
Utilicemos nuestras palabras para dar oportunidad a nuestros alumnos de ser protagonistas y motivarles a descubrir lo que Dios tiene para ellos.
3. Clases en movimiento
Los niños necesitan moverse. Piensa actividades dinámicas, ilustraciones que los impulsen a hacerlo con todas las partes del cuerpo. Si no tienes espacio suficiente para que se desplacen, pueden mover sus
dedos con títeres, sombras. ¿Qué sucede si una clase se desarrolla con todos en el piso? ¿Y, por qué no, si nos trasladamos hacia otro espacio?
4. Los sentidos también vienen a la iglesia
Piensa en la creación. El Señor colocó en ella variedad de colores, aromas, sonidos, texturas, sabores. Nos creó con cinco sentidos para que disfrutáramos de toda esa creación. ¿Y por qué los dejamos en casa? La vista y el oído generalmente asisten, ¿y el resto? Podemos aprender sobre compartir a través de la alimentación de los 5000, saboreando unos ricos panes, preparados con nuestras manos. Sigamos el ejemplo de nuestro Dios y seamos creativos. Cuantos más sentidos vengan a la clase, más será el aprendizaje que vuelva a casa.
5. Crea puentes
El aprendizaje significativo motiva. Por eso, crea puentes entre la Biblia y la vida de tus alumnos. Ellos tienen que encontrar sentido a las verdades bíblicas para que sientan interés por conocer más. La motivación se pierde cuando esto se transforma en simple memorización por conseguir un premio. Nos interesa más lo que es real y tiene que ver con nuestra vida.
6. Con otros es mejor
Desde el Antiguo Testamento vemos ejemplos donde el trabajar con otros es motivador. Moisés fue con Aarón ante Faraón. Nehemías buscó un equipo para reconstruir los muros. Caleb y Josué se motivaron mutuamente para convencer a los demás de las ventajas de la tierra prometida. Jesús, pudiendo hacer todo solo, se armó un equipo. Los mandaba en parejas porque sabía que era un plus para realizar la tarea.
Nuestros alumnos son motivados a venir cuando en la iglesia identifican un equipo que los está esperando. Por eso es importante promover los vínculos entre ellos, facilitar instancias que fomenten la amistad, potenciar el sentido de pertenencia e identidad como hermanos de la familia espiritual. Aun en este tiempo, en que no podemos socializar como acostumbrábamos, aprovechemos la tecnología para crear oportunidades de intercambio.
7. El elogio siempre presente
¡Qué importante es para un niño la aprobación del adulto! El elogio ante el esfuerzo y el aliento para seguir intentándolo cuando las cosas no salen como lo esperaba, o cuando cayeron en la tentación, siempre
tienen que estar en el vínculo maestro-alumno. Tenemos que estar cuando se equivocó para demostrarle que no está solo y que tiene otra oportunidad. Pero también para celebrar juntos cuando tiene una victoria.
Cualquier motivo que te dé una oportunidad para festejar con tu alumno, lo motivará a estar en la casa de Dios y fortalecerá la relación con Dios y contigo. Prepara tarjetas o stickers para reconocer el trabajo, las actitudes, las buenas noticias, pero también para alentar: “¡Me encantó verte!”, “¡Qué bueno que memorizaste...!”, “Estoy feliz porque...”, “Te extrañé esta semana y estuve orando por ti”. Piensa en qué te gustaría escuchar a ti; eso mismo quiere escuchar tu alumno.
8. Amígate con la tecnología
Tus alumnos son nativos digitales. Las pantallas son sus “fieles amigas”. Si bien es cierto que es importantísimo transmitirles un uso correcto de estos recursos y mostrarles los posibles peligros que pueden existir, no podemos negar que, usada de forma correcta, puede ser una gran aliada para conseguir la motivación de nuestros alumnos. La tecnología puede ser tu amiga para visualizar tu clase, para comunicarte con tus alumnos, para acercarte a su mundo, para conocerles más, para intercambiar experiencias con ellos. ¡Déjala ser parte de tu escuela bíblica!
Una clase “aburrida” es la puerta abierta a las ausencias. Una clase “motivadora”, hará posible que luego tus alumnos puedan decir: “¡Qué bueno que vine! ¡La próxima clase no me la pierdo! ¡Quiero conocer más del plan de Dios para mi vida!”
Por Ana Laura Bello
analaura.aprikian@gmail.com
Ana Laura es de Montevideo, Uruguay. Casada con Ricardo Aprikian, es mamá de Belén e Ignacio. Maestra de niños desde hace 22 años, actualmente se desempeña como secretaria de Dirección de un colegio evangélico y coordinadora del Departamento de Educación Cristiana. Escribe recursos para niños como devocionales y lecciones, algunos de los cuales se encuentran publicados en su blog Una Aventura 3D (https://unaaventura3d.blogspot.com). Integra el equipo de la editorial Publicaciones Alianza en la elaboración de materiales para niños. Dicta talleres para maestros. Colabora en la capacitación de maestros y preparación de recursos de escuela bíblica en el ministerio Esperanza Kids.