¡Estimado amigo y lector! El beneficio de ir a un seminario o a un instituto bíblico, es que se aprende de manera organizada la Biblia des...
¡Estimado amigo y lector!
El beneficio de ir a un seminario o a un instituto bíblico, es que se aprende de manera organizada la Biblia desde el inicio hasta el final. Y para mí, personalmente, esta ha sido una de las experiencias más hermosas y valiosas en mi vida, y se lo deseo a cada persona que sirve como obrero y líder en la iglesia.
Los conocimientos que se aprenden en un instituto bíblico generalmente se pueden dividir en 5 grandes grupos, que son:
- la teología sistemática,
- la teología práctica,
- los libros del Antiguo Testamento,
- los libros del Nuevo Testamento
- y la historia de la iglesia.
Quien desea aprender la Biblia y los propósitos de Dios para el hombre de una manera profunda y sistemática, debería sin duda, dedicar unos años al estudio de la teología, la ciencia que estudia los conocimientos que tenemos acerca de Dios.
Como revista, nos dedicamos primordialmente a la teología práctica, es decir, a aquella parte de la teología que se refiere a la aplicación de las verdades bíblicas a la vida diaria del cristiano y a la vida de la iglesia.
Todos los artículos que publicamos mes a mes son temas nacidos de la realidad pastoral y ministerial. Son artículos escritos exclusivamente para cada nueva edición, por autores de experiencia y trayectoria en sus áreas. Y estos contenidos tienen el objetivo de apoyar en la aplicación de las verdades bíblicas a la vida cristiana y a la vida de la iglesia.
Amamos la teología, porque amamos a Dios y queremos saber más de Él.
Pero en especial, amamos la teología práctica, porque nos orienta y aconseja a vivir según la voluntad de Dios y nos ayuda a guiar a la iglesia a descubrir y cumplir su propósito en este mundo.
Muchas ideas para los artículos provienen directamente de los lectores en los comentarios en nuestro sitio web; otros nos han sido enviados por correo electrónico. Y otros temas salen directamente de la experiencia de nuestro equipo editorial y de los autores mismos.
¡Esperamos que esta edición nuevamente pueda inspirar y fortalecerte para cumplir con tu llamado de servir a las personas que el Señor te ha con- fiado!
En Cristo, nuestro Salvador,
Leonard Janz
Editor General