La oración es el medio que nos ayuda a alinearnos con la voluntad de Dios. Algunos sostienen que la oración «mueve la mano de Dios», nosotros creemos que más bien, «la oración me mueve a mí a alinearme con Dios y Sus propósitos».
Cuando yo oro por algo o alguien, es como me hago disponible para ser parte de la solución. Es como presentarme delante de Dios y decir: «Úsame para que Tu amor fluya a través de mí en esta situación o con esta persona». ¡Esta acción tiene tremenda importancia en nuestras vidas!
Cuando Dios creó al matrimonio, Él no nos encargó a las esposas, ni a los esposos lo siguiente: «¡Tu desafío es de cambiarle a tu cónyuge! ¡Esfuérzate y sé valiente!» ¡NO! Dios nos dice en Su Palabra que reflejemos a Cristo y Su amor por Su Iglesia en el matrimonio (Ef 5.21-33).
Nosotras, las esposas, nunca podremos llegar a sujetarnos a nuestros esposos por nuestra propia cuenta, los esposos nunca podremos amar a nuestras esposas como Cristo amó por nuestra propia fuerza. Aquí es donde la oración y comunicación con el Señor va a determinar el rumbo de nuestro matrimonio. El cónyuge que ora por su esposa/o se pone a disponibilidad para que el Espíritu Santo cambie su manera de ver y percibir a su matrimonio.
Empatía
Cuando un esposo ora por su esposa (o viceversa) de repente siente más empatía y entiende mejor por qué actúa o responde su cónyuge de ciertas formas en situaciones específicas.Lo que antes le solía molestar e inclusive sacar de quicio a su cónyuge ahora empieza a tratar de ayudarle en esas ocasiones.
El orar por la persona que amamos nos hace ver las situaciones y también personas con mucha más compasión, respeto y gracia.
El cónyuge que no ora por el otro en el matrimonio, al contrario, va a seguir descendiendo a recurrir al orgullo y la arrogancia, creyendo que sabe mejor como lidiar con cada situación, juzgando a su cónyuge en todo.
Respeto y perdón
Generalmente, cuando hay problemas en el matrimonio y desacuerdos, es porque no nos estamos respetando, porque estamos en rebeldía contra Dios y también nuestro conyugue. Creemos que nosotros tenemos la razón y no nuestro cónyuge.La oración por nuestro cónyuge en estos momentos de crisis es la mejor herramienta que nosotros, los cristianos, tenemos para revertir y prevenir daños serios. La clave está en que llevemos una vida de oración, de intimidad con Cristo.
Cuando oramos por nuestro cónyuge como Él nos enseñó: «Venga tu reino, y hágase tu voluntad» en mi matrimonio, Él se encarga en cambiar mi corazón en relación a mi cónyuge.
Y aunque sea el caso que en algunas ocasiones mi cónyuge haya sido culpable de un problema en nuestro matrimonio, yo, en oración por el/ella puedo ser la solución.
Al orar por mi cónyuge Dios revierte mi enojo primero en respetarle a Cristo como mi única fuente de amor. Si sigo orando por mi cónyuge, el Señor sigue el proceso en mi de poder perdonar en amor y respetar a mi cónyuge otra vez.
Es un proceso de sanidad que pocos logran, porque cuesta. Cuesta someterse completamente al Señor por amor a mi cónyuge.
¡Pero vale el esfuerzo! ¡Deja los resultados a Dios! ¡Él hará!
Autores de este artículo son Arnold & Sigrid Enns
Arnold es Presidente ejecutivo de COICOM, tiene licenciaturas en Teología y Administración de Empresas y una maestría en Comunicaciones. Ha trabajado como productor con ministerios de comunicación y ha sido pastor en diferentes países.
Sigrid (sigrid.enns@gmail.com) posee una licenciatura en Música Sacra y un profesorado en Piano. Se dedica a la enseñanza de piano y al mentoreo de mujeres y jóvenes.
Arnold y Sigrid son de Paraguay, llevan 24 años de casados y tienen dos hijos. Si desea leer más artículos similares a este de los pastores Arnold & Sigrid Enns, visite la página web:
Muy bueno edificante . Bendiciones
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