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POR ROXANA MAINERO.
Un artículo acerca de horarios en la familia para llegar a casa.
El tiempo es un regalo de Dios que requiere de nosotros aprender a administrarlo con inteligencia.
En la familia es sumamente vital invertir en tiempo de calidad juntos, compartiendo como esposos y como padres con nuestros hijos. Entendemos por «tiempo de calidad» el tiempo invertido con propósito y aprovechado intencionalmente para el desarrollo emocional, psíquico, espiritual, intelectual y físico. Cada momento va dejando huellas, tallando recuerdos, desarrollando capacidades y acordando juntos «códigos propios» para la familia.
Incorporar un horario, o ir marcando rutinas en el día a día, brindará cobertura y protección a los niños en cada etapa de desarrollo. Los padres, en función de orientadores, debemos:
Así tendremos: Hora de levantarse, hora de higienizarse, hora de desayunar, hora de jugar o compartir juntos, hora de ir a la escuela, hora de almorzar, hora de estudiar, hora de limpiar el cuarto, hora de merendar, hora de orar, hora de leer, hora de cenar, hora de descansar.
Estas, como ejemplo, contemplan algunas actividades de un día normal dentro de una familia. Aunque a veces existen otras actividades que cumplir, como: ir a practicar algún deporte, aprender a ejecutar un instrumento, visitar al doctor o al odontólogo, y también pasar tiempo con los abuelos.
Los niños y adolescentes irán asimilando y aprendiendo paulatinamente que «todo tiene su tiempo» (Ec 3). De esta manera, podrán aceptar con la misma actitud el tiempo destinado para salir a disfrutar de las fiestas, o ir a algún lugar con los amigos, como el tiempo establecido de antemano para regresar a la casa. Tanto los límites como el horario deben ser comunicados con antelación.
Usar el tiempo adecuadamente, establecer horarios y crear rutinas, trae consigo beneficios en la formación de hábitos sanos. Por lo tanto, organicemos el tiempo con inteligencia, para que sea provechoso y útil en el desarrollo integral de nuestros hijos y familia.
Acerca de la autora:
Roxana (roxanamainero@yahoo.com) es argentina, vive en Paraguay y está felizmente casada con el Arq. Carlos Alderete. Son padres de tres hijos y ambos son maestros y líderes en Casa de Gracia y conferencistas de la Asociación Familias de Impacto. Posee una maestría en Metodología de la Investigación Científica, con énfasis en Ciencias Sociales, es especialista en Pedagogía y Didáctica Superior Universitaria, y cursa un doctorado en Educación.
Un artículo acerca de horarios en la familia para llegar a casa.
Pautas para el manejo de los horarios en la familia.
Todos hemos escuchado o repetido la frase: «el tiempo es oro». Al pasar los años, los meses y los días, validamos con experiencias propias dicha frase; no por el simple hecho de repetirla, sino por comprender más asertivamente todo lo que implica.El tiempo es un regalo de Dios que requiere de nosotros aprender a administrarlo con inteligencia.
En la familia es sumamente vital invertir en tiempo de calidad juntos, compartiendo como esposos y como padres con nuestros hijos. Entendemos por «tiempo de calidad» el tiempo invertido con propósito y aprovechado intencionalmente para el desarrollo emocional, psíquico, espiritual, intelectual y físico. Cada momento va dejando huellas, tallando recuerdos, desarrollando capacidades y acordando juntos «códigos propios» para la familia.
Incorporar un horario, o ir marcando rutinas en el día a día, brindará cobertura y protección a los niños en cada etapa de desarrollo. Los padres, en función de orientadores, debemos:
Buscar un acuerdo
Buscar un acuerdo en la forma de organizar dichas rutinas, que permitan la formación de hábitos futuros.Así tendremos: Hora de levantarse, hora de higienizarse, hora de desayunar, hora de jugar o compartir juntos, hora de ir a la escuela, hora de almorzar, hora de estudiar, hora de limpiar el cuarto, hora de merendar, hora de orar, hora de leer, hora de cenar, hora de descansar.
Estas, como ejemplo, contemplan algunas actividades de un día normal dentro de una familia. Aunque a veces existen otras actividades que cumplir, como: ir a practicar algún deporte, aprender a ejecutar un instrumento, visitar al doctor o al odontólogo, y también pasar tiempo con los abuelos.
Definir los horarios para llegar a casa
Establecer a cada actividad un horario determinado ayudará desde que los niños son pequeños a tener una «rutina horaria», sin que ésta se convierta en un «mecanismo de control» en la etapa de la adolescencia, y pueda ser aceptada por los jovencitos de manera natural como una forma de convivencia.Los niños y adolescentes irán asimilando y aprendiendo paulatinamente que «todo tiene su tiempo» (Ec 3). De esta manera, podrán aceptar con la misma actitud el tiempo destinado para salir a disfrutar de las fiestas, o ir a algún lugar con los amigos, como el tiempo establecido de antemano para regresar a la casa. Tanto los límites como el horario deben ser comunicados con antelación.
Comunicar reglas claras
Comunicar reglas claras y horarios saludables desde que los niños son pequeños les ayudará a ir adquiriendo las funciones ejecutivas cognitivas necesarias, dándoles herramientas para aprender:- Habilidades de planificación.
- Establecer prioridades.
- Ser competentes.
- Ser responsables.
- Formar hábitos (de higiene, lectura, juegos, oración, sueño, etc.).
- Ser organizados.
- Ser respetuosos con los acuerdos y compromisos.
- Ser leales.
- Estar seguros.
- Y vivir considerando al otro.
Usar el tiempo adecuadamente, establecer horarios y crear rutinas, trae consigo beneficios en la formación de hábitos sanos. Por lo tanto, organicemos el tiempo con inteligencia, para que sea provechoso y útil en el desarrollo integral de nuestros hijos y familia.
Acerca de la autora:
Roxana (roxanamainero@yahoo.com) es argentina, vive en Paraguay y está felizmente casada con el Arq. Carlos Alderete. Son padres de tres hijos y ambos son maestros y líderes en Casa de Gracia y conferencistas de la Asociación Familias de Impacto. Posee una maestría en Metodología de la Investigación Científica, con énfasis en Ciencias Sociales, es especialista en Pedagogía y Didáctica Superior Universitaria, y cursa un doctorado en Educación.