Por Ricardo Coronel. Preparando la estructura para el autosostenimiento financiero. ¿Qué pasos necesitamos dar como iglesia, en materia...
Por Ricardo Coronel.
Estoy convencido de que la Biblia no autoriza otra organización para la iglesia universal, sino que dirige a cada congregación local, con sus ancianos, diáconos y miembros a trabajar independientemente, sin extender su autoridad más allá de su propia congregación. La evidencia bíblica e histórica claramente establece y confirma que la cabeza de la iglesia es Cristo solamente.
Más de uno dirá: «Pero el ingreso de la iglesia es muy fluctuante, no se puede presupuestar». Un ingreso que varía en tiempo y en cantidad puede hacer que presupuestar sea difícil. Es necesario determinar los gastos fijos mensuales de la iglesia: luz, agua, alquiler, gastos evangelísticos, ayuda pastoral, mantenimiento mensual, limpieza y otros. En un mes donde los ingresos superan los gastos, ahorrar la diferencia que queda y tener un fondo de reserva.
El otro método eficaz, pero del que se habla muy poco, es el presupuesto de suma cero, que te obliga a «gastar» cada dinero que ganas. No necesitas una hoja de cálculo o un programa de software complejo para usar un presupuesto de suma cero. De hecho, todo lo que realmente necesita es un bolígrafo, papel y el deseo de comenzar a presupuestar para el beneficio de la iglesia.
Acerca del autor:
Ricardo Coronel (rcoronelorrego@gmail.com) es paraguayo, está casado con Marta Samaniego y tienen tres hijos. Egresado de la Universidad Nacional de Asunción, posee una licenciatura en Contabilidad. Hizo sus estudios teológicos en el Seminario Teológico de la Iglesia de Dios. Es magíster en Administración Eclesial y Liderazgo por la Facultad de Teología de Londrinas, Brasil, y doctor en Ciencias Pastorales por la misma Facultad. Rector de la Facultad de Teología de la Iglesia de Dios en Asunción. Es además docente universitario. Actualmente, junto a su esposa, pastorea la Iglesia Comunidad Nueva Vida de la Iglesia de Dios en el Paraguay.
Preparando la estructura para el autosostenimiento financiero.
¿Qué pasos necesitamos dar como iglesia, en materia de estructura y organización, para encaminarnos hacia el sostenimiento financiero?1. Los diezmos
Por encima de la estructura y la organización para conseguir el sostenimiento financiero, está la fidelidad de la iglesia. Los diezmos no tienen que ver con la ley. Abraham no obedeció la ley al diezmar, la iglesia tampoco.2. La administración de la iglesia
El diezmo es la forma en que Dios provee para el sostenimiento de las iglesias. Encontramos en la Biblia que Abraham no entregó su diezmo a alguna entidad sin fines de lucro de su tiempo, lo entregó a Melquisedec que era rey y sacerdote.3. La autonomía congregacional
Si estudiamos la estructura y organización de la iglesia de Cristo, como existió en el primer siglo, encontramos la estructura ideal cómo debe existir hoy en día.Estoy convencido de que la Biblia no autoriza otra organización para la iglesia universal, sino que dirige a cada congregación local, con sus ancianos, diáconos y miembros a trabajar independientemente, sin extender su autoridad más allá de su propia congregación. La evidencia bíblica e histórica claramente establece y confirma que la cabeza de la iglesia es Cristo solamente.
4. Un sistema de funciones
Con una mínima estructura organizacional (entiéndase por ello una disposición intencional de roles) en la que cada persona asume un papel que se espera que cumpla con el mayor rendimiento posible, es trascendental establecer un sistema de funciones que han de desarrollar los miembros de una iglesia para trabajar juntos de forma óptima y que se alcancen las metas fijadas en la planificación.5. Un presupuesto económico
La mejor herramienta para llevar un control adecuado de las finanzas de la iglesia es un presupuesto. Elaborar un presupuesto significa analizar cuánto dinero ingresa en un periodo de tiempo determinado, y desarrollar un plan razonable y con metas claras del dinero que se gasta.Más de uno dirá: «Pero el ingreso de la iglesia es muy fluctuante, no se puede presupuestar». Un ingreso que varía en tiempo y en cantidad puede hacer que presupuestar sea difícil. Es necesario determinar los gastos fijos mensuales de la iglesia: luz, agua, alquiler, gastos evangelísticos, ayuda pastoral, mantenimiento mensual, limpieza y otros. En un mes donde los ingresos superan los gastos, ahorrar la diferencia que queda y tener un fondo de reserva.
El otro método eficaz, pero del que se habla muy poco, es el presupuesto de suma cero, que te obliga a «gastar» cada dinero que ganas. No necesitas una hoja de cálculo o un programa de software complejo para usar un presupuesto de suma cero. De hecho, todo lo que realmente necesita es un bolígrafo, papel y el deseo de comenzar a presupuestar para el beneficio de la iglesia.
Acerca del autor:
Ricardo Coronel (rcoronelorrego@gmail.com) es paraguayo, está casado con Marta Samaniego y tienen tres hijos. Egresado de la Universidad Nacional de Asunción, posee una licenciatura en Contabilidad. Hizo sus estudios teológicos en el Seminario Teológico de la Iglesia de Dios. Es magíster en Administración Eclesial y Liderazgo por la Facultad de Teología de Londrinas, Brasil, y doctor en Ciencias Pastorales por la misma Facultad. Rector de la Facultad de Teología de la Iglesia de Dios en Asunción. Es además docente universitario. Actualmente, junto a su esposa, pastorea la Iglesia Comunidad Nueva Vida de la Iglesia de Dios en el Paraguay.