Cada cinco minutos es asesinado un cristiano en el mundo. Al menos 25 países del mundo experimentan persecución grave contr...
Cada cinco minutos es asesinado un cristiano en el mundo. Al menos 25 países del mundo experimentan persecución grave contra los cristianos en diversas formas. Analizamos en este artículo la persecución por el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) o también conocido como DAESH.
Mártires: Dan la vida por su fe
Durante los últimos años han corrido, en el mundo, enormes ríos de sangre, especialmente en la región dominada por ISIS también conocido como DAESH. Hubo y hay un ataque sistemático contra las minorías cristianas, en la zona de Siria, Irak, incursionando en zonas de Libia, aunque su influencia se a extendido a muchos países del mundo, realizando atentados tanto en países de Europa como también en el África. Su objetivo es que todos los países estén bajo un régimen de gobierno Musulmán. Hay que señalar que no todos los Musulmanes apoyan a ISIS (DAESH).
Si examináramos más detenidamente, muchas de las víctimas,
encontraríamos entre ellos numerosos testigos de valores cristianos: hombres, mujeres y aún niños que soportan heroicamente los tormentos y la muerte por defender su fe, o por rehusar convertirse o adherirse al grupo terrorista Islámico.
Encontramos a personas que habían
hecho de la fe cristiana el eje de su vida y en ella fundamentaron todas sus
decisiones y compromisos, y conscientemente asumieron los riegos de vivir hasta las últimas consecuencias sus convicciones, cosa que acarreó a muchos a la persecución y la
muerte.
A estos no podemos sino
considerarlos como testigos ensangrentados del Reino de Dios.
Todos aquellos casos en que una
muerte violenta tuvo efectos, intencionalmente buscados, de interrumpir o de
castigar actividades en favor de la justicia que se cimentaron en opciones de
fe, nos remiten forzosamente al concepto cristiano del Martirio.
¿Quiénes son estos?
En la zona fronteriza entre Siria y Turquía el Estado
Islámico persiguió y mató a centenares
de cristianos y recompensaba a aquellos que entregaran a los misioneros que
trabajan en la zona (julio de 2014).
“Unos queridos hermanos kurdos piden oración”, relataba una
misionera en la zona. “El Estado Islámico esta atacándoles con armas pesadas y
están entrando en los pueblos a masacrar” y “ha n anunciado una recompensa a los
que entreguen a pastores evangélicos”. En abril de 2015 el grupo terrorista asesinó a alrededor de 30 cristianos con su sistema de decapitarlos ante las cámaras y difundir al mundo por Internet.
El Estado Islámico ha fijado un impuesto muy alto a los no musulmanes, muchas veces imposible de pagar, a cambio de no matarlos (la jaziya). Las casas de los cristianos son marcadas con la letra "nun" como símbolo de que allí están los seguidores del Nazareno. Muchos han muerto por no pagar tal impuesto, familias enteras, incluyendo niños (2016). Los métodos de castigo son a veces bombardeos, otras quemar casas con familias adentro, y otras la decapitación. Muchas veces los terroristas violan a niñas y mujeres antes de matarlas.
En marzo de 2016 el secretario de Estado de Estados Unidos John F. Kerry declaró que el autodenominado
Estado Islámico o Daesh es responsable de haber cometido genocidio contra
cristianos y contra otras minorías religiosas en Siria e Irak, matando a las personas y destruyendo sus templos y casas. “Sabemos que Daesh ha ofrecido a sus víctimas la elección
entre abandonar su fe o ser asesinados, y que para muchos es una elección entre
un tipo de muerte y otro” señaló.
No debemos olvidar que hay mártires cristianos, no solamente en el Medio Oriente. Según la agencia Cristiana Zenit cada cinco minutos un cristiano es asesinado por su fe. Cada año 105.000 cristianos en el mundo son condenados al martirio. Un verdadero holocausto del que se habla muy poco.
No debemos olvidar que hay mártires cristianos, no solamente en el Medio Oriente. Según la agencia Cristiana Zenit cada cinco minutos un cristiano es asesinado por su fe. Cada año 105.000 cristianos en el mundo son condenados al martirio. Un verdadero holocausto del que se habla muy poco.
¿Genocidio Cristiano?
Nina Shea, activista veterana en la defensa internacional de
la libertad religiosa, señaló: “El genocidio es reconocido internacionalmente como la
ofensa más atroz a los derechos humanos”.
La ley internacional establece unos criterios estrictos para
el uso preciso del término “genocidio”. Según la Convención de las Naciones
Unidas para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948,
genocidio refiere a actos cometidos con la intención específica de “destruir,
totalmente o en parte, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
Como pocas veces en
la historia, los Estados Unidos han designado una situación en curso como
genocidio en marzo de 2016.
Aunque aún no hay un acuerdo sobre qué realizar desde las potencias militares mundiales, las matanzas continúan, y millones de personas están huyendo, intentando ingresar como refugiados en Europa. Centenares han muerto por el camino de la dispersión.
La Biblia y el Martirio
El significado bíblico del
martirio se centra en el sustantivo griego martys, un “testigo”. Otras formas
de la palabra son el verbo martyréo, “dar testimonio”, y el sustantivo
martyría, que denota el contenido del testimonio dado.
El significado de martys, que
designaba a alguien que es un testigo, se transformó gradualmente para indicar
a uno que murió por haber dado testimonio. De aquí la definición: los mártires
cristianos son “los creyentes en Cristo que pierden sus vidas en forma
prematura, en situaciones de testimonio, como resultado de la hostilidad
humana”.
En la iglesia cristiana
primitiva, la muerte era con demasiada frecuencia el resultado del testimonio.
De los once discípulos, todos menos Juan sufrieron el martirio. Juan también
fue tratado como mártir pues el emperador Domiciano había ordenado que se lo
echara en un caldero de aceite hirviendo. Sin embargo, el cuerpo de Juan no
reaccionó como lo indican las leyes físicas al ser sumergido en el aceite.
Frustrado, el emperador lo exilió a la isla de Patmos “por causa de la palabra
de Dios y el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 1:9).
La definición de martirio que da
el Nuevo Testamento enfatiza, entonces, la virtud de dedicación absoluta del
cristiano a las demandas de Jesús. De esta definición podemos aprender mucho
acerca del martirio, no sólo de los que murieron como testigos, sino también de
quienes estuvieron dispuestos y listos a morir pero que no cedieron a las
demandas de los perseguidores sino sobrevivieron sólo por alguna forma de
intervención o protección divinas.