Definición e importancia de la intimidad con Dios para la vida de un líder espiritual El líder espiritual vive en una constante confr...
Definición e importancia de la intimidad con Dios para la vida de un líder espiritual
El líder espiritual vive en una constante confrontación con los valores de este mundo. Esto que puede llevar a un pastor, un líder ministerial o un misionero al cansancio o a la indiferencia, sin que realmente se de cuenta de ello. Son muchos los factores que desafían el mundo interior del líder: Desde el amor hacia el dinero hasta las pequeñas mentiras para quedar bien con alguien. Estas experiencias no deseadas llevan entonces a sentimientos de culpa, a la baja autoestima y el líder espiritual empieza a dudar de su llamado. Así, en poco tiempo, el líder pierda la seguridad en si mismo y la conciencia de ser un representante de Dios en la tierra. Se habla mucho de la caída del líder y mayormente se refiere a acciones inmorales o mal manejo de finanzas. Estas caídas, que salen en las noticias y son temas de conversación, tienen su inicio en la caída interior de líder. La caída interior de un líder espiritual es algo que puede ser ocultado fácilmente, pero con el tiempo llega a manifestarse. Se manifiesta en la falta de autoridad divina, la falta de integridad y la falta de convicción que al paso del tiempo es percibido por la gente y lleva a consecuencias mas graves, si el líder no reconoce su estado.
Para estar protegido contra la confrontación constante de los valores de este mundo, el líder espiritual debe buscar intencionalmente la intimidad con Dios para vivir una renovación interior constante.
La vida interior del ser humano.
La vida interior del hombre es el lugar de dónde provienen las decisiones, la voluntad y los sentimiento. Este mundo interior del ser humano está compuesta por elementos como las convicciones, los valores esenciales, la dignidad, las creencias, los motivos, los recuerdos, las actitudes, los anhelos y los deseos, para nombrar algunos. Nuestro mundo interior es como una casa de apariencia normal, pero con un sótano de 15 pisos por debajo de la tierra, con muchas piezas. También podríamos comparar nuestro mundo interior con un Iceberg. Arriba vemos una punta pequeña, pero debajo del agua es un inmenso volumen de hielo. En la Biblia este gran mundo interior de cada persona es denominada como corazón: “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida” Proverbios 4:23, y “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.” (LBLA) Lucas 6:45
Todo este mundo interior tiene un fin y un propósito en cada persona. Cada persona, por ejemplo, ha sido equipada con maravillosos dones y talentos que, en muchas casos están ocultos en el mundo interior de nuestras vidas. Este mundo espera ser descubierto, administrado, mantenido y desarrollado para su uso adecuado. Si el mundo interior no es bien gobernado, el hombre no funcionará de acuerdo al propósito por el cuál fue creado.
Definición del concepto “intimidad con Dios” .
El propósito y el fin de cada ser humano ha sido desde el inicio de su creación, de conocer a Dios. Pablo escribe a Timoteo en 1 Tim. 6:21: “Algunos de estos individuos se han apartado de los que es más importante en la vida: conocer a Dios”. (BAD) Esta escritura sugiere que no hay nada más importante que cultivar una amistad con Dios. El líder espiritual que actúa e interviene como representante de Dios, no solamente debe conocer a Dios de manera superficial, sino debe tener una relación íntima con Él.
La Real Academia Española define intimidad como “lo más interior o interno” y “Zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia”. Dicho de una amistad: Muy estrecha. Dicho de un amigo: Muy querido y de gran confianza. Intimidad significa una acercamiento intenso entre dos o mas partes, como la intimidad conyugal, la intimidad familiar o la intimidad personal. Con esto llegamos a nuestro definición de la intimidad con Dios: “La intimidad con Dios es un acercamiento durable, intenso y frecuente con Dios, el Creador del universo”.
Esta intimidad con Dios está descrita en la Biblia en Marcos 12:30: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” Además encontramos ejemplos prácticos en la Biblia de hombres que vivieron en intimidad con Dios. En Santiago 2:23 leemos de Abraham: “Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia y fue llamado amigo de Dios”. En Números 12:8 leemos acerca de Moisés: “Cara a cara hablaré con él, claramente y no con enigmas, y verá la apariencia de Jehová.”
Formas, beneficios y barreras de la intimidad con Dios.
Toda intimidad fortalece la relación entre dos personas. Teniendo a Cristo como modelo de un hombre que vivió en intimidad con su Padre, Dios “El Padre y yo somos uno” (Juan 10:30), observaremos de que formas el vivió la intimidad con Dios:
a) Jesús oraba en soledad.
b) Jesús oraba de noche.
c) Jesús oraba largos ratos.
d) Jesús oraba con intensidad.
e) Jesús oraba en público.
Estos tiempos de unidad con Dios son encuentros de meditación y reflexión que fortalecen, profundizan y desarrollan el mundo interior del hombre. Los beneficios de la intimidad con Dios son incontables, quisiera mencionar aquí solo algunos:
a) Llegaremos a ser semejante a Él (Filipenses 3:10),
b) Nos da contentamiento (Salmo 27:4),
c) Seremos amigos de Dios (2 Corintios 5:17-18 y Juan 15:15)
d) Dios nos orienta (Éxodo 33:12-17)
e) Dios da lo que le pedimos (1 Juan 3:22)
f) Somos llamados hijos de Dios (1 Juan 3:1)
g) Somos perdonados de nuestros pecados (Romanos 5)
La barrera mayor para llegar a desarrollar y profundizar la intimidad con Dios es el pecado que tiene justamente como significado “estar separado de Dios”. El pecado puede llegar a la vida del hombre de dos formas: a) mediante los deseos pecaminosos del corazón mismo del hombre (Colosenses 3:5) y b) mediante los ataques del enemigo, quien busca separar al hombre de la relación con Dios (Efesios 6:10-14).
Dios es el creador del universo y también El es el Señor de nuestro ministerio. Solo en la intimidad con Dios podemos vivir renovados interiormente. Y así logramos tener una clara visión de la voluntad de Dios para nuestras familias, nuestros ministerio y nuestro futuro.
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