40 especialistas y un tema polémico. Aquí los ecos de una Consulta Global del Movimiento de Lausana sobre una controvertida materia que ha...
40 especialistas y un tema polémico. Aquí los ecos de una Consulta Global del Movimiento de Lausana sobre una controvertida materia que ha inquietado a la iglesia evangélica por más de 50 años: la Teología de la Prosperidad.
Líderes de todo el mundo estudian el tema
En Lausana 2010, los participantes habían asumido un compromiso de comenzar a discutir cuestiones importantes que la iglesia enfrenta hoy. Los temas quedaron indicados en el Compromiso de Ciudad del Cabo, al que se puede acceder a través del sitio www.lausanne.org del Movimiento de Lausana (http://goo.gl/Pnq5F). El Compromiso manifestaba que “la predicación y enseñanza generalizadas del ‘evangelio de la prosperidad’ en todo el mundo plantean importantes preocupaciones” (sección II-E).
Como parte del cumplimiento del compromiso, del 30 de marzo al 3 de abril se llevó a cabo en Atibaia, Brasil, la “Consulta Global de Lausana sobre la Teología de la Prosperidad, la Pobreza y el Evangelio”, que reunió a unos 40 especialistas —pensadores, pastores y profesionales cristianos— procedentes de todos los continentes.
La Consulta incluyó la presentación de varias investigaciones y dio lugar a un cuidadoso examen de los contextos en los que se producen las enseñanzas de la prosperidad. Esta discusión ayudó a percibir la realidad global del tema.
Los resultados de la consulta
Entre las conclusiones a las que llegaron los especialistas se destacan:
El corazón del problema
Lo que se rechaza es aquella teología que enseña que la prosperidad material, la buena salud y el éxito son la voluntad invariable de Dios para todos los creyentes. Y que, por ende, la ausencia o carencia de esas bendiciones se deben a la incredulidad, a algún pecado o incluso a un poder diabólico sobre las personas.
Las consecuencias de la falsa doctrina
Para los especialistas fue importante señalar que la teología de la prosperidad representa un peligro especialmente serio para los bíblicamente iletrados, que no pueden calibrar la enseñanza que oyen. Esto lleva a reflexionar sobre la necesidad de una instrucción bíblica y teológica más sólida en las iglesias. El informe advierte que los excesos de la teología de la prosperidad traen de la mano una doctrina inadecuada de la creación, del pecado y de la gracia, que se está infiltrando en la iglesia en muchas naciones.
¡Los líderes que callan, otorgan!
Para los participantes de la Consulta quedó claro que los líderes tienen la responsabilidad de enseñar lo que la Palabra de Dios sí dice acerca de las bendiciones materiales. El Director Ejecutivo del Movimiento de Lausana, Michael Oh, señaló que los líderes cristianos no pueden dejar de hablar de dinero simplemente por temor a los abusos de la teología de la prosperidad, o ellos también estarán en error. Podría ser muy pertinente para los pastores y líderes dialogar sobre la situación de este tema en sus propias iglesias y denominaciones: ¿Cuánto de la teología de la prosperidad está influyendo en nuestra liturgia y espiritualidad? ¿Qué resultados ha dado la penetración de esta teología en nuestras iglesias?
Líderes de todo el mundo estudian el tema
En Lausana 2010, los participantes habían asumido un compromiso de comenzar a discutir cuestiones importantes que la iglesia enfrenta hoy. Los temas quedaron indicados en el Compromiso de Ciudad del Cabo, al que se puede acceder a través del sitio www.lausanne.org del Movimiento de Lausana (http://goo.gl/Pnq5F). El Compromiso manifestaba que “la predicación y enseñanza generalizadas del ‘evangelio de la prosperidad’ en todo el mundo plantean importantes preocupaciones” (sección II-E).
Como parte del cumplimiento del compromiso, del 30 de marzo al 3 de abril se llevó a cabo en Atibaia, Brasil, la “Consulta Global de Lausana sobre la Teología de la Prosperidad, la Pobreza y el Evangelio”, que reunió a unos 40 especialistas —pensadores, pastores y profesionales cristianos— procedentes de todos los continentes.
La Consulta incluyó la presentación de varias investigaciones y dio lugar a un cuidadoso examen de los contextos en los que se producen las enseñanzas de la prosperidad. Esta discusión ayudó a percibir la realidad global del tema.
Los resultados de la consulta
Entre las conclusiones a las que llegaron los especialistas se destacan:
- No hay una sola teología de la prosperidad. Si bien comparten enseñanzas esenciales, las teologías de la prosperidad pueden tener diferentes formas y distintos énfasis.
- La teología de la prosperidad socava las verdades del evangelio y presenta una caricatura de la gracia de Dios, al igual que de la obra del Espíritu Santo.
- Se atribuye un poder especial al predicador, mientras se deja de lado la predicación precisa de las Escrituras.
- Esta falsa teología se ha diseminado especialmente gracias a la influencia de tele-evangelistas norteamericanos.
El corazón del problema
Lo que se rechaza es aquella teología que enseña que la prosperidad material, la buena salud y el éxito son la voluntad invariable de Dios para todos los creyentes. Y que, por ende, la ausencia o carencia de esas bendiciones se deben a la incredulidad, a algún pecado o incluso a un poder diabólico sobre las personas.
Las consecuencias de la falsa doctrina
Para los especialistas fue importante señalar que la teología de la prosperidad representa un peligro especialmente serio para los bíblicamente iletrados, que no pueden calibrar la enseñanza que oyen. Esto lleva a reflexionar sobre la necesidad de una instrucción bíblica y teológica más sólida en las iglesias. El informe advierte que los excesos de la teología de la prosperidad traen de la mano una doctrina inadecuada de la creación, del pecado y de la gracia, que se está infiltrando en la iglesia en muchas naciones.
¡Los líderes que callan, otorgan!
Para los participantes de la Consulta quedó claro que los líderes tienen la responsabilidad de enseñar lo que la Palabra de Dios sí dice acerca de las bendiciones materiales. El Director Ejecutivo del Movimiento de Lausana, Michael Oh, señaló que los líderes cristianos no pueden dejar de hablar de dinero simplemente por temor a los abusos de la teología de la prosperidad, o ellos también estarán en error. Podría ser muy pertinente para los pastores y líderes dialogar sobre la situación de este tema en sus propias iglesias y denominaciones: ¿Cuánto de la teología de la prosperidad está influyendo en nuestra liturgia y espiritualidad? ¿Qué resultados ha dado la penetración de esta teología en nuestras iglesias?