Algo que debemos tener en cuenta en nuestra vida es que Dios se deja encontrar por aquellos que le buscan. Solo debemos disponer nuestro c...
Algo que debemos tener en cuenta en nuestra vida es que Dios se deja encontrar por aquellos que le buscan. Solo debemos disponer nuestro corazón para Él. Debemos estar seguros que Él nos dará la victoria, enfrentaremos exitosamente los problemas y, aun cuando las dificultades parezcan interminables, encontraremos la mejor salida. Es lo que Dios hace con quienes le aman y caminan en Su voluntad.
Jesús es el mismo ayer hoy y por los siglos (Hebreos 13.8), solo que el mundo actual no puede darse cuenta de que Dios se sigue manifestando como lo hacía en tiempos antiguos, ya sea porque todos estamos muy ocupados en nuestros quehaceres, porque queremos siempre una respuesta inmediata o simplemente somos incrédulos con respecto a las manifestaciones de Dios. Quiero enfocarme en tres maneras en que Dios puede hablarle hoy que, personalmente, creo son las principales:
1. La Biblia, la Palabra de Dios.
Dios habla a través de la Palabra. No tienes excusas, no puedes decir: “A mi Dios no me habla”, porque Dios siempre te va a hablar por las circunstancias y por la Palabra. Debemos dedicar tiempo a meditar en la Palabra de Dios. ¿Cómo pretendemos saber los que Dios nos dice si no lo conocemos? Es algo imprescindible en la vida de cada cristiano el pasar tiempo estudiando Su Palabra. Jesús les contestó: ¡Qué equivocados están, por no conocer las Escrituras ni el poder de Dios! (Mateo 22.29), (Éxodo 24.7) Después tomó el libro de la alianza y se lo leyó al pueblo, y ellos dijeron: “Pondremos toda nuestra atención en hacer lo que el Señor ha ordenado.”
2. La Oración.
Yo seguí hablando y orando al Señor mi Dios. Le confesé mi pecado y el de mi pueblo Israel, y le supliqué en favor de su santo monte. Y me dijo: 'Daniel, he venido ahora para hacerte entender estas cosas. En cuanto comenzaste a orar, Dios te respondió. Yo he venido para darte su respuesta, porque Dios te quiere mucho. Ahora, pues, pon mucha atención a lo siguiente, para que entiendas la visión (Daniel 9.20, 22-23). Así como Daniel debemos buscar a Dios en oración, exponer delante de Él nuestras peticiones, preocupaciones y problemas, y Él buscará la manera y el tiempo correctos para respondernos. ¡Quién mejor que nuestro Creador para respondernos y guiarnos cuando estamos perdidos!
3. Otros Cristianos.
Por eso les seguiré recordando siempre todo esto, aun cuando ya lo saben y permanecen firmes en la verdad que les han enseñado. Mientras yo viva, creo que estoy en el deber de llamarles la atención con estos consejos (2 Pedro 1.12-13). Cuando nos encontramos en ciertas situaciones que no sabemos cómo resolverlas o ante decisiones importantes que debemos tomar, podemos buscar el consejo y sabiduría de otros cristianos, que probablemente por sus conocimientos y experiencias con Dios, van a poder ayudarnos. En Proverbios 24.6 dice: “Y en la multitud de consejeros está la victoria”, pero ojo, no debemos pedir consejo a cualquier persona, las personas a las que pedimos ayuda deben ser cristianos maduros, líderes espirituales o mentores en los cuales podemos tener la seguridad de que tienen una relación íntima con Dios.
Espero estas palabras puedan serte útiles así como lo son para mí, y que de alguna manera te aliente a buscar cada día más a nuestro Padre, el cual responde, se preocupa por nosotros y nos ama infinitamente. Si disponemos nuestro corazón para Dios, Él honra a los hombres y mujeres que desean caminar de Su mano. Es una consecuencia natural de volver nuestra mirada a Él para andar conforme a Su voluntad. Podemos tener la seguridad que si dependemos completamente de Él, caminaremos siempre en rectitud y victoria.
Por Sergio Fernández de www.lostransformadores.net
Jesús es el mismo ayer hoy y por los siglos (Hebreos 13.8), solo que el mundo actual no puede darse cuenta de que Dios se sigue manifestando como lo hacía en tiempos antiguos, ya sea porque todos estamos muy ocupados en nuestros quehaceres, porque queremos siempre una respuesta inmediata o simplemente somos incrédulos con respecto a las manifestaciones de Dios. Quiero enfocarme en tres maneras en que Dios puede hablarle hoy que, personalmente, creo son las principales:
1. La Biblia, la Palabra de Dios.
Dios habla a través de la Palabra. No tienes excusas, no puedes decir: “A mi Dios no me habla”, porque Dios siempre te va a hablar por las circunstancias y por la Palabra. Debemos dedicar tiempo a meditar en la Palabra de Dios. ¿Cómo pretendemos saber los que Dios nos dice si no lo conocemos? Es algo imprescindible en la vida de cada cristiano el pasar tiempo estudiando Su Palabra. Jesús les contestó: ¡Qué equivocados están, por no conocer las Escrituras ni el poder de Dios! (Mateo 22.29), (Éxodo 24.7) Después tomó el libro de la alianza y se lo leyó al pueblo, y ellos dijeron: “Pondremos toda nuestra atención en hacer lo que el Señor ha ordenado.”
2. La Oración.
Yo seguí hablando y orando al Señor mi Dios. Le confesé mi pecado y el de mi pueblo Israel, y le supliqué en favor de su santo monte. Y me dijo: 'Daniel, he venido ahora para hacerte entender estas cosas. En cuanto comenzaste a orar, Dios te respondió. Yo he venido para darte su respuesta, porque Dios te quiere mucho. Ahora, pues, pon mucha atención a lo siguiente, para que entiendas la visión (Daniel 9.20, 22-23). Así como Daniel debemos buscar a Dios en oración, exponer delante de Él nuestras peticiones, preocupaciones y problemas, y Él buscará la manera y el tiempo correctos para respondernos. ¡Quién mejor que nuestro Creador para respondernos y guiarnos cuando estamos perdidos!
3. Otros Cristianos.
Por eso les seguiré recordando siempre todo esto, aun cuando ya lo saben y permanecen firmes en la verdad que les han enseñado. Mientras yo viva, creo que estoy en el deber de llamarles la atención con estos consejos (2 Pedro 1.12-13). Cuando nos encontramos en ciertas situaciones que no sabemos cómo resolverlas o ante decisiones importantes que debemos tomar, podemos buscar el consejo y sabiduría de otros cristianos, que probablemente por sus conocimientos y experiencias con Dios, van a poder ayudarnos. En Proverbios 24.6 dice: “Y en la multitud de consejeros está la victoria”, pero ojo, no debemos pedir consejo a cualquier persona, las personas a las que pedimos ayuda deben ser cristianos maduros, líderes espirituales o mentores en los cuales podemos tener la seguridad de que tienen una relación íntima con Dios.
Por Sergio Fernández de www.lostransformadores.net