Muchas veces encontramos a personas que son excelentes cristianos en la iglesia, pero en la cancha se transforman. Es una buena manera p...
La competencia da oportunidades para hablar con la gente y decirle: “A mi parecer hay ciertas áreas de tu vida que tienes que trabajar y una de ellas es tu temperamento. Es bueno que seas así. En un equipo se necesita gente que se muy temperamental, otros son estratégicos, otros son pacifistas.”
En un equipo debe haber diferentes tipos de personas, una que es líder, otra que es callada, otra quejosa. Cuando hay una actividad deportiva generalmente uno rápidamente se da cuenta como es cada uno.
En Paraguay usamos un término muy común que es el ser “pelota-yara”.El pelota-yara es el que toma la pelota y no la suelta hasta que llega al arco rival. Esa persona es buena, porque es habilidosa pero es egoísta. Entonces tiene que trabajar con esa parte de su carácter para combinar las dos cosas. Ser hábil con la pelota y compartirla con el compañero de equipo. Es decir, dar el pase para poder funcionar como equipo. Todo ese tipo de cosas se conjugan y se pueden ver cuando uno ve a la persona en un evento deportivo, más todavía si es un juego de equipo.
Esa es una manera como el pastor puede acompañar y potenciar la formación cristiana en sus miembros.
Este es un extracto de una entrevista realizada a Javier Zárate, publicada en el año 2010. Lea el texto completo en: http://www.liderazgopastoral.com/2010/05/para-ganar-mas-seguidores-para-cristo.html