La labor de consejería Todos los cristianos somos llamados llevar las cargas los unos de los otros, también a animarnos y a exhortarnos ...
La labor de consejería
Todos los cristianos somos llamados llevar las cargas los unos de los otros, también a animarnos y a exhortarnos en el amor del Señor. No obstante, la consejería cristiana es una tarea que requiere de personas con un llamado para ayudar a los demás, personas que sean capacitadas para brindar la ayuda adecuada a cada situación y personas que sean saludables emocional y espiritualmente. Veremos brevemente algunas características de los consejeros y del trabajo de consejería cristiana.Rasgos del consejero cristiano
- Los consejeros efectivos son espirituales. Son personas que quieren ser igual a Jesús y que son guiadas por el Espíritu Santo.
- Los consejeros cristianos deben ser mansos y apacibles. Aunque la consejería requiere firmeza y en ocasiones deben decirse al aconsejado, cosas que este no quiere escuchar, el consejero debe ser sensible con quien viene a compartirle sus problemas.
- Los consejeros cristianos deben estar dispuestos a ayudar a otros con sus cargas. En Gálatas 6.2, se nos insta a sobrellevar los unos las cargas de los otros. Solo con la ayuda de Dios, esto será posible.
- Los consejeros deben ser humildes. Debemos reconocer que es Dios quien da la sabiduría y las oportunidades a los consejeros.
- Los consejeros cristianos son pacientes. Cuando los aconsejados no mejoran, es fácil darse por vencido, pero Dios puede darnos la paciencia que necesitamos para saber esperar en él y entender que Dios tiene todo en control.
- Los consejeros cristianos están interesados en hacer lo bueno. Somos llamados a hacer el bien y a ayudar a todas las personas.
Estos rasgos están al alcance de cualquier cristiano, sin embargo, no significa que todos los cristianos comprometidos serán buenos consejeros. Dios ha preparado a personas con dones especiales en esta área y el aprender destrezas prácticas en consejería, los hará aun más efectivos.
Tipos de consejería
- Consejería de apoyo
A través de este tipo de consejería, el consejero brindará guía y apoyo al aconsejado, para enfrentar problemas o situaciones difíciles. Le escuchará y le ayudará a expresar sus sentimientos, a reconocer el problema y a buscar las soluciones más adecuadas para su situación.
- Consejería usando la confrontación
Sin pretender juzgar, criticar o condenar, existen ocasiones en que el aconsejado debe ser confrontado con su pecado o con los problemas que debe resolver. El consejero debe guiarle al arrepentimiento, confesión y restauración.
- Consejería educativa
En ella el consejero enseña cómo enfrentar diversas situaciones, cómo sobrellevar las crisis o cómo alejarse de las conductas inadecuadas y/o respuestas inadecuadas a los problemas. La autoridad final debe tenerla la Palabra de Dios y el consejero debe saber mantenerse humilde y admitir que no tiene todas las respuestas.
- Consejería espiritual
Como consejeros cristianos tenemos el deber de intentar acercar a las personas a Dios. No debemos temer mencionar asuntos espirituales durante la consejería, más todavía considerando que muchos de los problemas que enfrentamos, tienen un trasfondo espiritual.
- Consejería de grupo
Muchas veces puede ser efectiva la consejería en grupos, ya sea de un grupo familiar o grupos de personas con intereses o con dificultades similares (madres solteras, viudas, adictos, etc.). Si en el grupo logra darse la confianza necesaria para compartir experiencias, discutirlas y animarse unos a otros, esta puede ser una opción muy útil.
- Consejería informal
La consejería informal es aquella que se da fuera del contexto de una sala de consejería o una entrevista de consejería. Puede ser en la calle, en el hogar, en un hospital, etc. Casi toda la consejería que dio Jesús, fue informal.
- Consejería preventiva
Trata de anticiparse a los problemas antes de que aparezcan o de prevenir que surjan algunos de ellos. Un ejemplo sería la consejería prematrimonial.
Sea cual fuere el tipo de consejería que se utilice, no debemos olvidar que tenemos una herramienta poderosa, que se puede utilizar en todos los casos. Esta herramienta es la oración. Pidamos a Dios que intervenga en los problemas, que cambie las actitudes, que sane las heridas, que tome el control de toda situación de crisis y, más allá de nuestros esfuerzos humanos, el Espíritu de Dios estará obrando en las vidas.
Peligros de la consejería cristiana
- Quedarnos con una sola versión de la historia. Esto podría darnos una visión desproporcionada del problema, hacernos tomar partido y reducir la efectividad de la consejería.
- Sacar conclusiones por adelantado. En ocasiones, el querer resolver el problema rápidamente, puede hacer que nos quedemos con lo primero que escuchemos, y que no oigamos realmente lo que es el fondo de la cuestión.
- Poner demasiado énfasis en la confrontación. Hay ocasiones en las que es importante confrontar, pero también es importante enseñar, arar, alentar, animar, preocuparse unos por otros y ayudar amorosamente a llevar las cargas.
- Involucrarse demasiado. Necesitamos que Dios nos ayude a mantener un interés profundo por el aconsejado, sin dejar que sus problemas nos abrumen, nos dañen emocionalmente e interfieran con nuestras responsabilidades y nuestra vida privada.
- Intimidad con el sexo opuesto.
- Fallas en la confidencialidad.
- Un ministerio fuera de balance.
No debe olvidar el consejero, que en la Biblia, encontramos la guía de Dios para enfrentar cualquier circunstancia de la vida. Por ello, es fundamental, empaparse de la Palabra de Dios y estudiarla continuamente.
El objetivo de toda consejería cristiana debe ser que la persona aconsejada cambie y viva su vida conforme a los propósitos de Dios. Que el Señor nos ayude a poder ser canales de su amor y a saber guiar a los demás hacia Él y la vida abundante que Él nos quiere dar.
Fuente:
Consejería Cristiana Efectiva, de Gary Collins.
Aconsejamiento Pastoral, por Bernardo Stamateas.
Manual de Consejería Bíblica, de Mario Bertolini.