Intranquilidad, ansiedad, estrés, temor, peleas, amargura, todas estas son consecuencias que comenzamos a sufrir cuando nuestras fi...
Intranquilidad, ansiedad, estrés, temor, peleas, amargura, todas estas son consecuencias que comenzamos a sufrir cuando nuestras finanzas no están yendo por buen camino, ya sea por escasez o por una abundancia mal manejada. Cuando el dinero se convierte en el amo, y nosotros somos sus esclavos, la vida deja de tener un buen sabor.
Pero el dinero no es malo, siempre y cuando se lo utilice como lo que es: un medio, una herramienta, y Dios sea quien tenga la primera y última palabra con respecto a nuestra vida financiera.
Lea la entrevista con el Lic. Frank González aquí
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