Por Gloria Acuña Cuando estás dentro del Ministerio Juvenil no pasa mucho tiempo para que te formules esta pregunta: ¿Qué es más importan...
Por Gloria Acuña
Cuando estás dentro del Ministerio Juvenil no pasa mucho tiempo para que te formules esta pregunta:
¿Qué es más importante, la cantidad o la calidad de jóvenes que hay dentro del ministerio? Pero te invito a hacerte las siguientes preguntas antes de resolver la primera.
En el Nuevo Testamento la iglesia se multiplicaba rápidamente “Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.” Hechos 9:31.
Entonces, ¿cuál era el secreto? ¿Qué estrategias usaban en el nuevo testamento? ¿Preparaban programas especiales cada vez que se reunían? ¿Cómo lograr que el ministerio juvenil y/o la iglesia crezca en número y se fortalezca? Cuando hablamos de “calidad y cantidad” tenemos que entender que ambas cualidades dependen una de la otra. Hay quienes dicen que la calidad es lo más importante, claro que sí, pero a la calidad le preceden los frutos y en este caso eso se refleja en el crecimiento de la iglesia o ministerio, es decir la cantidad y viceversa.
En la Biblia encontramos la respuesta a estas preguntas, vemos que los discípulos: • Oraban en todo tiempo. “Orad sin cesar”. 1 Tesalonicenses 5:17 • Proclamaban el evangelio. “Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” Hechos 4:20 • Enseñaban lo que aprendieron de Jesús y hacían discípulos. “Id, y haced discípulos a todas las naciones… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” Mateo 28:19-20 • Actuaban con compasión. “Y al ver las multitudes (Jesús), tuvo compasión de ellas” Mateo 9:36-37 “Sanad enfermos, limpiad leprosos…” Mateo 10:8 • Formaban líderes. “…sean idóneos para enseñar también a otros” 2 Timoteo 2:2 “… preparado para toda buena obra” 2 Timoteo 3:17
Estoy segura de que deseas tener un ministerio juvenil y/o iglesia que tenga frutos visibles, que perduren y sean fuertes. Por eso te animo a imitar la visión estrategia multiplicadora de los discípulos y que contagies a otros con esta visión.
Para continuar equipando su ministerio descargue la aplicación de La Fuente y suscríbase
Cuando estás dentro del Ministerio Juvenil no pasa mucho tiempo para que te formules esta pregunta:
¿Qué es más importante, la cantidad o la calidad de jóvenes que hay dentro del ministerio? Pero te invito a hacerte las siguientes preguntas antes de resolver la primera.
En el Nuevo Testamento la iglesia se multiplicaba rápidamente “Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.” Hechos 9:31.
Entonces, ¿cuál era el secreto? ¿Qué estrategias usaban en el nuevo testamento? ¿Preparaban programas especiales cada vez que se reunían? ¿Cómo lograr que el ministerio juvenil y/o la iglesia crezca en número y se fortalezca? Cuando hablamos de “calidad y cantidad” tenemos que entender que ambas cualidades dependen una de la otra. Hay quienes dicen que la calidad es lo más importante, claro que sí, pero a la calidad le preceden los frutos y en este caso eso se refleja en el crecimiento de la iglesia o ministerio, es decir la cantidad y viceversa.
En la Biblia encontramos la respuesta a estas preguntas, vemos que los discípulos: • Oraban en todo tiempo. “Orad sin cesar”. 1 Tesalonicenses 5:17 • Proclamaban el evangelio. “Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” Hechos 4:20 • Enseñaban lo que aprendieron de Jesús y hacían discípulos. “Id, y haced discípulos a todas las naciones… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” Mateo 28:19-20 • Actuaban con compasión. “Y al ver las multitudes (Jesús), tuvo compasión de ellas” Mateo 9:36-37 “Sanad enfermos, limpiad leprosos…” Mateo 10:8 • Formaban líderes. “…sean idóneos para enseñar también a otros” 2 Timoteo 2:2 “… preparado para toda buena obra” 2 Timoteo 3:17
Estoy segura de que deseas tener un ministerio juvenil y/o iglesia que tenga frutos visibles, que perduren y sean fuertes. Por eso te animo a imitar la visión estrategia multiplicadora de los discípulos y que contagies a otros con esta visión.
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