Luego de la muerte de Conrad Grebel y Felix Manz, Michael Sattler fue el más notorio líder de los “Hermanos Suizos”. Su martirio tuvo luga...
Luego de la muerte de Conrad Grebel y Felix Manz, Michael Sattler fue el más notorio líder de los “Hermanos Suizos”. Su martirio tuvo lugar solo unos pocos meses después del de Manz.
Durante el juicio, en el cual recibiría la condena de muerte, Sattler explicó su posición ante las acusaciones presentadas contra él. A continuación, sus palabras: “En primer lugar, nosotros no hemos actuado contrario al mandato del emperador; pues el mandato dice que no se debe seguir el engaño y la doctrina luterana, sino solo el evangelio y la palabra de Dios.
Segundo, reconocemos que el cuerpo literal de Cristo el Señor no está presente en el sacramento; pues la escritura dice que Cristo ascendió al cielo y está sentado a la mano derecha de su Padre celestial de donde él vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Y si él está en el cielo, y no en el pan, no podemos comer su carne literal. (Marcos 16:19; Hechos 1:9; Colosenses 3:1; Hechos 10:42; 2 Timoteo 4:1)
En tercer lugar, acerca del bautismo afirmamos que el bautismo de infantes no aprovecha para salvación. Porque está escrito que vivimos solo por fe. También: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo”. Pedro también dice: “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”. (Romanos 1:17; Marcos 16:16; 1 Pedro 3:21)
Cuarto, nosotros no hemos rechazado el aceite; pues es algo que Dios creó, y lo que Dios hizo es bueno y no debe despreciarse. Pero que el Papa, los obispos, los monjes y los sacerdotes puedan mejorarlo, no lo creemos. El Papa nunca mejoró nada. Lo que se menciona en la epístola de Santiago no es el aceite del Papa. (Génesis 1:11; 1 Timoteo 4:4; Santiago 5:14)
En quinto lugar, no hemos condenado a la madre de Dios ni a los santos. La madre de Cristo es bendita entre todas las mujeres, pues a ella se le concedió dar a luz al Salvador del mundo entero. Pero de que ella abogue o interceda por nosotros, no dice nada la Biblia, pues ella, al igual que nosotros, está en espera del juicio. Pablo le dijo a Timoteo: Cristo es el mediador entre Dios y los hombres. Referente a los santos: Nosotros afirmamos que los que vivimos y creemos somos los santos. Esto lo vemos claramente en las epístolas de Pablo a los romanos, a los corintios, a los efesios y en otros lugares dónde él siempre les escribe: A los santos. Así que, los que creemos somos los santos; pero aquellos que murieron en la fe los consideramos como bienaventurados. (Lucas 1:28; Mateo 1:21; 1 Timoteo 2:5; Romanos 1:7; 1 Corintios 1:2; Efesios 1.1; Apocalipsis 14:13)
Sexto, sostenemos que no debemos jurar ante las autoridades. Pues el Señor dice: “No juréis (...). Sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no.” (Mateo 5:34, 37; Santiago 5:12)
Séptimo, cuando Dios me llamó a testificar de su palabra, y cuando leí lo que escribió Pablo, y también consideré la condición inconversa y peligrosa en que estaba; mirando la pompa, el orgullo, la usura y la gran prostitución de los monjes y los sacerdotes, busqué una esposa, según el orden de Dios. Bien profetizó Pablo de esto a Timoteo, diciendo: ‘Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos (...) prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participásemos de ellos’ (1 Corintios 7:2; 1 Timoteo 4.1, 3).
En octavo lugar, si los turcos vienen, nosotros no debemos resistirlos, pues está escrito: No matarás. Nosotros no debemos defendernos de los turcos u otros que nos persigan, sino debemos pedirle a Dios en ferviente oración que él los repela y los resista. (Éxodo 20:13; Mateo 7:7; Tito 1:16).”
Finalmente Sattler fue sentenciado a tortura y muerte. Lo quemaron como hereje, reduciéndolo a cenizas. A los hermanos que lo acompañaban, los mataron a filo de espada y las mujeres, entre ellas su esposa, fueron ahogadas.
Para continuar equipando su ministerio descargue la aplicación de La Fuente y suscríbase
Durante el juicio, en el cual recibiría la condena de muerte, Sattler explicó su posición ante las acusaciones presentadas contra él. A continuación, sus palabras: “En primer lugar, nosotros no hemos actuado contrario al mandato del emperador; pues el mandato dice que no se debe seguir el engaño y la doctrina luterana, sino solo el evangelio y la palabra de Dios.
Segundo, reconocemos que el cuerpo literal de Cristo el Señor no está presente en el sacramento; pues la escritura dice que Cristo ascendió al cielo y está sentado a la mano derecha de su Padre celestial de donde él vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Y si él está en el cielo, y no en el pan, no podemos comer su carne literal. (Marcos 16:19; Hechos 1:9; Colosenses 3:1; Hechos 10:42; 2 Timoteo 4:1)
En tercer lugar, acerca del bautismo afirmamos que el bautismo de infantes no aprovecha para salvación. Porque está escrito que vivimos solo por fe. También: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo”. Pedro también dice: “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”. (Romanos 1:17; Marcos 16:16; 1 Pedro 3:21)
Cuarto, nosotros no hemos rechazado el aceite; pues es algo que Dios creó, y lo que Dios hizo es bueno y no debe despreciarse. Pero que el Papa, los obispos, los monjes y los sacerdotes puedan mejorarlo, no lo creemos. El Papa nunca mejoró nada. Lo que se menciona en la epístola de Santiago no es el aceite del Papa. (Génesis 1:11; 1 Timoteo 4:4; Santiago 5:14)
En quinto lugar, no hemos condenado a la madre de Dios ni a los santos. La madre de Cristo es bendita entre todas las mujeres, pues a ella se le concedió dar a luz al Salvador del mundo entero. Pero de que ella abogue o interceda por nosotros, no dice nada la Biblia, pues ella, al igual que nosotros, está en espera del juicio. Pablo le dijo a Timoteo: Cristo es el mediador entre Dios y los hombres. Referente a los santos: Nosotros afirmamos que los que vivimos y creemos somos los santos. Esto lo vemos claramente en las epístolas de Pablo a los romanos, a los corintios, a los efesios y en otros lugares dónde él siempre les escribe: A los santos. Así que, los que creemos somos los santos; pero aquellos que murieron en la fe los consideramos como bienaventurados. (Lucas 1:28; Mateo 1:21; 1 Timoteo 2:5; Romanos 1:7; 1 Corintios 1:2; Efesios 1.1; Apocalipsis 14:13)
Sexto, sostenemos que no debemos jurar ante las autoridades. Pues el Señor dice: “No juréis (...). Sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no.” (Mateo 5:34, 37; Santiago 5:12)
Séptimo, cuando Dios me llamó a testificar de su palabra, y cuando leí lo que escribió Pablo, y también consideré la condición inconversa y peligrosa en que estaba; mirando la pompa, el orgullo, la usura y la gran prostitución de los monjes y los sacerdotes, busqué una esposa, según el orden de Dios. Bien profetizó Pablo de esto a Timoteo, diciendo: ‘Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos (...) prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participásemos de ellos’ (1 Corintios 7:2; 1 Timoteo 4.1, 3).
En octavo lugar, si los turcos vienen, nosotros no debemos resistirlos, pues está escrito: No matarás. Nosotros no debemos defendernos de los turcos u otros que nos persigan, sino debemos pedirle a Dios en ferviente oración que él los repela y los resista. (Éxodo 20:13; Mateo 7:7; Tito 1:16).”
Finalmente Sattler fue sentenciado a tortura y muerte. Lo quemaron como hereje, reduciéndolo a cenizas. A los hermanos que lo acompañaban, los mataron a filo de espada y las mujeres, entre ellas su esposa, fueron ahogadas.
Reseña biográfica
Michael Sattler nació en Staufen, Alemania, en 1490. Se hizo monje benedictino en el monasterio de Saint Peter, donde comenzó a estudiar las epístolas paulinas. Dejó el monasterio en 1523 y se casó con una mujer llamada Margaretha. Debió salir de Austria y fue a Zürich en 1525, donde se unió a los anabautistas. Trabajó por la fe en Horb y Rottenburg, luego fue a Strasburg. En febrero de 1527 retornó a Horb y Rottenburg, para presidir la conferencia de los Hermanos Suizos, que se llevó a cabo en Schleitheim en el Canton Schaffhausen. Presentó a esta conferencia una confesión de fe que fue aprobada y adoptada, unánimemente, como la confesión de fe de los Hermanos Suizos. Sattler fue capturado por las autoridades católico-romanas en Horb, y llevado a juicio el 17 de mayo de 1527 en Rottenburg. Fue martirizado el 21 de mayo de 1527
Para continuar equipando su ministerio descargue la aplicación de La Fuente y suscríbase