A la gente le gusta evaluar a sus líderes. Generalmente son los miembros quienes evalúan el desempeño de sus líderes y de su pastor, en las ...
A la gente le gusta evaluar a sus líderes. Generalmente son los miembros quienes evalúan el desempeño de sus líderes y de su pastor, en las rondas de amigos y familiares el domingo por la tarde. Y los parámetros de la gente son por lo general muy subjetivos.
Ellos dicen: Si el pastor es joven, le falta experiencia. Si es viejo, ya no tiene entusiasmo. Si es soltero, no da buen ejemplo. Si predica con notas, tiene sermones enlatados; si no lo hace, carece de profundidad. Si estudia mucho, descuida la gente. Si visita a todos sus miembros, es un callejero.
Si sugiere programas, es un dictador. Si deja que la congregación decida, no tiene carácter. Si trabaja mucho, tiene ambiciones personales. Si trabajo poco, es haragán. Bueno, así es la gente y eso sabemos como líderes. Pero cómo evaluaría Dios nuestro trabajo cómo ministros y pastores. Estas son las opiniones de algunos de nuestros lectores, esperamos tu opinión también:
Si sugiere programas, es un dictador. Si deja que la congregación decida, no tiene carácter. Si trabaja mucho, tiene ambiciones personales. Si trabajo poco, es haragán. Bueno, así es la gente y eso sabemos como líderes. Pero cómo evaluaría Dios nuestro trabajo cómo ministros y pastores. Estas son las opiniones de algunos de nuestros lectores, esperamos tu opinión también:
Dios no solo mide la cantidad y o calidad, "si estamos haciendo lo que el nos pidió" que es muy distinto a hacer grandes iglesias. El quizás nos pida solo servir a un pueblo y el trae a otras personas a otras tareas. No debemos de enloquecer con números, sino de ser siervos obedientes a el en lo que nos llamo. Si el nos llamo a algo el provee para nuestras necesidades. Pongamos los ojos en aquel que nos llamó y veremos resultados porque el da los fruto a su tiempo. Pastor y misionero Walter Peregrina.
Considero particularmente que Dios nos evalúa por medio de nuestro trabajo y de la forma como estamos llegando a la vidas de los miembros y no miembros con el mensaje de la Palabra de Dios, sin que esta expresión signifique que la Palabra sea menos impactante, la forma en que llegamos a la personas será como Dios esté llegando a estas personas por medio de nosotros, y si no es así creo que estamos camino a ser observados en nuestro trabajo ministerial. Pastor José Gabriel Quispe Huallpa.
Creo fervientemente que la única forma en que Dios pueda evaluarme es a través de la sangre derramada para remisión de mis pecados, en síntesis la gracia. La gracia es también la forma que un papá mira a su hijo, tenemos el ejemplo del hijo prodigo, el padre salio al encuentro del hijo, lo vistió, lo baño, sano las heridas por gracia, por gracia también nos restaura, nos llama Sacerdotes, Nación Santa, Pueblo adquirido. Por gracia se que cumplirá el llamado para mi vida. Pastor Juan Alberto Medina Prieto.
Según Jesús, por sus frutos los conoceréis. Tiene que haber frutos, además de esto la fidelidad y perseverancia. Pastor Antonio Montiel.
Mediante nuestros frutos, La Biblia no dice por sus dones los conoceréis, dice: por sus frutos los conoceréis. Pastor David Cauracuri Palomino.
En principio considero que Dios evalúa la actitud o el espíritu con que servimos en su obra y también nuestra capacidad de mayordomía. No podemos esperar mas en nuestros ministerios, de lo que somos capaces de administrar conforme a la voluntad de Dios. Pastor Mario Ayala.
Dios nos evalúa por la fidelidad que tengamos delante de El, ya que San Pablo lo dice en I Corintios 4, 2., se requiere que cada administrador sea hallado fiel. Debemos ser hallados fieles, porque nosotros somos mayordomos, llamados por Dios para administrar sus bienes y el Señor nos pide cuentas según Lucas 16, 2. ¡¡¡Da cuenta de tu Mayordomía!!! Pastor Omar Monterrey Morales.