Por Henri Noewen Estoy plenamente convencido que el líder cristiano del futuro está llamado a ser absolutamente irrelevante y a estar en ...
Por Henri Noewen
Estoy plenamente convencido que el líder cristiano del futuro está llamado a ser absolutamente irrelevante y a estar en este mundo sin nada que ofrecer aparte de su vulnerable persona. Esa es la manera en que vino Jesús a revelar el amor de Dios. El gran mensaje que debemos llevar, como ministros de la palabra de Dios y seguidores de Jesús, es que Dios no nos ama por lo que hayamos hecho o logrado, sino porque Dios nos ha creado y redimido en amor y nos ha elegido para proclamar ese amor como la fuente de toda la vida humana.
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Estoy plenamente convencido que el líder cristiano del futuro está llamado a ser absolutamente irrelevante y a estar en este mundo sin nada que ofrecer aparte de su vulnerable persona. Esa es la manera en que vino Jesús a revelar el amor de Dios. El gran mensaje que debemos llevar, como ministros de la palabra de Dios y seguidores de Jesús, es que Dios no nos ama por lo que hayamos hecho o logrado, sino porque Dios nos ha creado y redimido en amor y nos ha elegido para proclamar ese amor como la fuente de toda la vida humana.
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