Aproximadamente tres de cada cuatro enfermedades físicas no son de origen orgánico, sino que tienen raíces en problemas emocionales, mentale...
Aproximadamente tres de cada cuatro enfermedades físicas no son de origen orgánico, sino que tienen raíces en problemas emocionales, mentales y espirituales. Es importante aclarar que las emociones humanas no son pecaminosas en sí mismas, sino aquellas emociones que tienen cargas negativas y pecaminosas.
Por ejemplo;
- Las emociones por las incertidumbres acerca del futuro son normales en toda persona, pero tener miedo o temor al futuro es pecado.
- Las emociones que generan enojo en nuestro diario vivir no son pecaminosos, pero si el enojo se transforma en ira sí lo son.
- Las emociones que manifiestan responsabilidad por algún error del pasado son normales, pero si mantienen culpabilidad son pecaminosas.
Precisamente el temor, la ira y la culpa, solos o en combinación son gestadores de la depresión. Un alto porcentaje de los que sufren depresión nacen de raíces emocionales provenientes del temor, de la ira y de la culpa. Estas emociones negativas y pecaminosas, si no se resuelven a tiempo, pueden engendrar reacciones psicosomáticas tales como cefaleas, dolores de espalda, sinusitis, úlceras, tic nervioso, artrosis entre otras.
Existen cuatro fuentes principales que generan las emociones negativas:
- Problemas provenientes de la infancia. Puede ser por fallas de los padres o tutores que no le ayudaron a componer una auto imagen positiva.
- Recuerdos dolorosos. Por ejemplo en el período escolar por burlas o maltrato de compañeros. Afectas las relaciones en el presente.
- Problemas por pecados ocultos o por decisiones equivocadas que marcaron su vida.
- Problemas por circunstancias de fracasos no controlados. Tales como un despido de trabajo, maltrato, casos de injusticia sin resolver.
Pasos para sanar las emociones negativas.
Hay que guiar a la persona afectada a que enfrente el problema en sí mismo, eliminando el entorno del problema, evitando desviar la responsabilidad. La principal ayuda al aconsejado es que reconozca que no lucha solo, sino que el Espíritu Sano está de su lado, para traer victoria a su debilidad. Romanos 8:26 dice: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros...”. Hay que animarlo a que entregue su problema a Dios. 1. Pedro 5:7 dice: “Echando vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. La ayuda para ser sanado de las emociones negativas vendrá de Dios.
Este artículo es un extracto del
capítulo “Liberación de la esclavitud
espiritual” del libro MANUAL DE
CONSEJERÍA BÍBLICA,
por Mario Bertolini.
Por ejemplo;
- Las emociones por las incertidumbres acerca del futuro son normales en toda persona, pero tener miedo o temor al futuro es pecado.
- Las emociones que generan enojo en nuestro diario vivir no son pecaminosos, pero si el enojo se transforma en ira sí lo son.
- Las emociones que manifiestan responsabilidad por algún error del pasado son normales, pero si mantienen culpabilidad son pecaminosas.
Precisamente el temor, la ira y la culpa, solos o en combinación son gestadores de la depresión. Un alto porcentaje de los que sufren depresión nacen de raíces emocionales provenientes del temor, de la ira y de la culpa. Estas emociones negativas y pecaminosas, si no se resuelven a tiempo, pueden engendrar reacciones psicosomáticas tales como cefaleas, dolores de espalda, sinusitis, úlceras, tic nervioso, artrosis entre otras.
Existen cuatro fuentes principales que generan las emociones negativas:
- Problemas provenientes de la infancia. Puede ser por fallas de los padres o tutores que no le ayudaron a componer una auto imagen positiva.
- Recuerdos dolorosos. Por ejemplo en el período escolar por burlas o maltrato de compañeros. Afectas las relaciones en el presente.
- Problemas por pecados ocultos o por decisiones equivocadas que marcaron su vida.
- Problemas por circunstancias de fracasos no controlados. Tales como un despido de trabajo, maltrato, casos de injusticia sin resolver.
Pasos para sanar las emociones negativas.
Hay que guiar a la persona afectada a que enfrente el problema en sí mismo, eliminando el entorno del problema, evitando desviar la responsabilidad. La principal ayuda al aconsejado es que reconozca que no lucha solo, sino que el Espíritu Sano está de su lado, para traer victoria a su debilidad. Romanos 8:26 dice: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros...”. Hay que animarlo a que entregue su problema a Dios. 1. Pedro 5:7 dice: “Echando vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. La ayuda para ser sanado de las emociones negativas vendrá de Dios.
Este artículo es un extracto del
capítulo “Liberación de la esclavitud
espiritual” del libro MANUAL DE
CONSEJERÍA BÍBLICA,
por Mario Bertolini.