En el momento de considerar a la persona que va a estar en el liderazgo pastoral de una iglesia, es muy importante, después de apreciar sus cualidades
EL PASTOR Y LA RESPONSABILIDAD DE LA ENSEÑANZA
En el Nuevo Testamento se ve claramente que la tarea principal de un
pastor o una pastora, es la enseñanza.
(En adelante en el artículo voy a utilizar la
palabra «pastor», asumiendo siempre
que se trata de un hombre o una mujer
que desarrollan tarea pastoral).
En el momento de considerar a la persona que va a estar en el liderazgo pastoral de una iglesia, es muy importante, después de apreciar sus cualidades personales y espirituales, observar su aptitud para
enseñar.
1. Una base bíblica del tema
Los ancianos (pastores) estaban asociados con los apóstoles en el gobierno de la
iglesia (Hch. 15:2, 4, 6, 22, 23; 16:4; 21:18).
Eran responsables de las iglesias locales
(Hch. 20:17, 28; Tit. 1:5), y su función era
ocuparse del estado espiritual de la iglesia,
ejerciendo la disciplina y enseñando (1
Tim. 3:5; 5:17; Tit. 1:9; 1 Ped. 5:1-4; Heb.
13:17).
La principal tarea del pastor es la de
capacitar a su gente para el ministerio. No
obstante, en los pasajes clave referidos al
pastor (1 Tim. 3:1-7; Tit. 1:5-9; 2 Tim. 2:22-
24), el énfasis está en lo que el pastor debe
ser como persona, más bien de lo que
debe hacer como pastor.
En este sentido, el Espíritu Santo que inspiró a los escritores, nos está diciendo
que el ser, lo que uno es, la vida, el ejemplo,
la ética de la conducta y las relaciones, son
más importantes que el hacer en el ministerio. Sin dudas el ser le da sustento al hacer.
Cuando nos referimos a aquello que
un pastor tiene que hacer, es notable que
en la mayoría de los textos citados, el pastor debe enseñar.
- «… Apto para enseñar» (1 Tim. 3:1-7).
- «… Que pueda exhortar con sana enseñanza» (Tit. 1:9).
- «… Apto para enseñar» (2 Tim. 2:22- 24).
De modo que la enseñanza es la marca distintiva del pastor, su don de acuerdo
a estos textos bíblicos. Pablo, en las llamadas cartas pastorales, enseña a Timoteo y
a Tito lo que deben hacer. Los siguientes
textos están referidos a la enseñanza:
- 1 Timoteo 4:6, 11, 12, 13, 16; 5:17;
- 2 Timoteo 1:11, 13; 2: 2, 14, 15; 4:1-5;
- Tito 2:1, 6, 7, 15; 3:1.
El pasaje de Efesios 4:11, 12 declara
que el pastor mismo es un don para el
cuerpo de Cristo:
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo». (RV60)
Sobre este texto de Efesios comenta el
Dr. John Stott:
Debido a que el artículo definido no se repite en la expresión pastores y maestros, puede que estos dos nombres se refieran al mismo ministerio.
Podríamos decir que, aunque cada
pastor debe ser un maestro, con dones
para ministrar la Palabra de Dios a la gente, sin embargo, no todo maestro cristiano es también un pastor. Debido a que el
ministerio de «enseñar» es primordial de
la actividad pastoral, es relevante destacar
la imperiosa necesidad que tiene el pastor
de actualizar sus conocimientos de la Palabra de Dios de manera continua.
2. Un enfoque práctico y actual
El pastor debe enseñar en un contexto muy particular en el siglo XXI. Así como
en el primer siglo se enseñaron doctrinas
fundamentales, del mismo modo debe
ser hoy, solo que las mismas deben ser
contextualizadas a la realidad local y global del tiempo que vivimos.
La iglesia impactó al Imperio Romano
por medio de un proceso de transformación espiritual. La iglesia conmovió las ciudades a través de la proclamación del
evangelio, saturaron cada ciudad con
múltiples formas de compartir la Palabra
de Dios. Proclamaban a Jesús como Señor.
Por medio del arrepentimiento miles de
personas experimentaron un encuentro
con el Señor.
Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor. (Hch. 11:21 RV60)
La iglesia actual se ha venido desarrollando en educación, administración y
tecnología. Ahora con estas herramientas
debe mejorar y alcanzar lo que hizo la
iglesia de Antioquía.
Se necesita un fuerte compromiso
con la vida de oración y el evangelismo
con diferentes formas y estilos. Esto se respiraba en el ambiente hace solo unas décadas atrás y era provocado por la expectativa de la inminente venida del Señor.
En la enseñanza debe haber pertinencia con «el aquí y el ahora» que brinde
respuestas a las personas en su vida cotidiana, a su vez, no se debe dejar de transmitir la perspectiva de eternidad que tenemos los cristianos.
El oyente después de escuchar la enseñanza de un pastor, debe saber qué dice
la Biblia sobre determinado asunto y
cómo esa enseñanza le ayuda en el día a
día. La aplicación a la vida diaria es fundamental.
- ¿Cómo la enseñanza ayuda a mejorar el matrimonio?
- ¿Cómo la enseñanza ayuda a ser mejores padres?
- ¿Cómo la enseñanza orienta con valores para ser más influyentes y efectivos en el trabajo?
- ¿Cómo la enseñanza provee recursos y herramientas para servir con excelencia a Dios?
- ¿Cómo la enseñanza orienta en la administración de las finanzas?
- ¿Cómo la enseñanza fortalece la esperanza en Cristo y ayuda a convivir con la ausencia de un ser querido?
Conclusión
En la vida y la tarea del pastor, se deben
observar cinco aspectos principales:
- El contenido de la predicación,
- La calidad de la enseñanza,
- Su integridad personal y familiar,
- Su transparencia administrativa (rendir cuentas), y…
- Sus relaciones interpersonales saludables.
La experiencia nos ha indicado que estos aspectos principales deben funcionar medianamente bien; por supuesto
que las relaciones personales saludables
garantizan en gran parte el éxito en el ministerio pastoral. Generalmente se busca
conocer qué área de las mencionadas se
debe atender y mejorar.
En cuanto al contenido de la predicación, se debe buscar (entre otras cosas)
que la misma…
- Sea bíblica,
- Sea contextualizada,
- Esté enfocada en la misión y en la extensión del reino de Dios,
- Sea sistemática (es decir, tenga cierto orden o dirección),
- Responda a las necesidades de la gente,
- Esté orientada a oportunidades,
- Provea sanidad y consejería,
- Provea herramientas para el servicio.
En cuanto a la calidad de la enseñanza, es muy importante:
- Generar un plan a través del cual se pueda discipular a la gente y,
- Ofrecer un conjunto de enseñanzas fundamentales de la Biblia y de la vida cristiana.
Porque les he anunciado todo el plan de Dios, sin ocultarles nada. (Hch. 20:27 DHH)
Fuentes y referencias:
- Haney, D. (1986). El Señor y sus laicos. Casa Bautista de Publicaciones.
- Stott, J. R. W. (1987). La nueva humanidad: El mensaje de Efesios. Ediciones Certeza.
- Marulla, N. (2011). Por los caminos de la misión. Aljaba Producciones.
Por Nicolás Marulla (marullanicolas@gmail.com)
Nació en Buenos Aires, es hijo de inmigrantes italianos y está
casado con Sonnia Vega, con quien son padres de dos hijos
y abuelos de una hermosa nieta. Posee un doctorado en
Teología Práctica (Misionología). Ha sido pastor de dos iglesias y promotor de pastores y nuevas iglesias. Fue profesor y
director de un seminario teológico en Paraguay. Actualmente preside la denominación evangélica Iglesia de Dios
en Sudamérica Cono Sur, sirve como educador en varias instituciones y escribe para diferentes medios.