La pastoral juvenil como apoyo espiritual Al reunirme con diversos pastores usualmente hay una pregunta intermitente, una preocupación ...
La pastoral juvenil como apoyo espiritual
Al reunirme con diversos pastores
usualmente hay una pregunta intermitente, una preocupación latente, una necesidad generacional innegable y que está siendo descuidada: ¿Cómo
puedo no sólo evangelizar sino hacer discípulos a los jóvenes de esta generación?
En nuestra sociedad hay un ‘grupo no
alcanzado’ no tan pequeño, una juventud
cada vez más secularizada cuyo modo de
evangelización necesita ser replanteada.
Muchos están sedientos por una experiencia significativa y por ello hay un aumento
en el consumo del esoterismo, el yoga o
las experiencias paranormales. Están buscando alternativas equivocadas, confundiéndolos más, y la iglesia necesita llenar
este vacío.
Ante esta confusión de hoy, el apóstol
Pablo nos da cinco guías para volver a la
fuente de vida y apartarnos de una falsa
espiritualidad.
1. Mantenga la sencillez del evangelio
«Predicamos a Cristo crucificado» (1 Co1.23), decía Pablo. A veces complicamos
el evangelio y hablamos de todo y menos
de la obra salvadora de Jesús. Pablo nos
advierte sobre dos tendencias a evitar: (1)
«Los griegos demandan sabiduría», esas
formas de complacer a los académicos dando discursos desde el púlpito que logran
aburrir y confundir más al joven. (2) «Los
judíos piden señales», esas acciones donde
las reuniones de la iglesia se transforman
en un show de extravagancias y gritos.
2. Concéntrese en la verdad escatológica medular
Cristo no está muerto, «se ha levantado de
los muertos» (1 Co 15.20). Cuántas veces
el joven rechaza el evangelio por escuchar
prédicas que hacen de la escatología una
ficción. Esta verdad medular apunta no a
la especulación sino en dar esperanza al joven perdido.
3. Adopte una perspectiva multicultural
«Somos uno en Jesús» (Ga 3.28) combate todo individualismo. Hay iglesias que
marginan al joven de otra cultura, donde se habla no solo jergas evangélicas, sino
que a veces abusan de palabras en inglés o
glorifican el saco y la corbata, excluyendo
al que es distinto, y olvidándose de fomentar el ambiente hogareño de ser iglesia.
4. Practique una comunión interconfesional
«Cada uno dice ser de Apolos, el otro de
Cefas, y el otro de Jesús…» (1 Co 1.12).
Debemos entender que somos un cuerpo,
y que para el joven contemporáneo las diferencias entre teologías cuentan menos.
Escuchar desde el púlpito posiciones teológicas o denominacionales, y no el evangelio, al joven lo confunde más. Debemos
ser pescadores de hombres y no guardianes
de nuestro acuario.
5. Sostenga una cosmovisión total del señorío de Jesús
«Todas las cosas por medio de él serán reconciliadas por la cruz» (Col 1.20). No
podemos condenar las ocupaciones fuera
de la iglesia. Se tiende a idealizar la vida
entre las cuatro paredes condenando la
vida universitaria, por ejemplo, oponiéndolas con el evangelio.
Finalmente, para afirmar en los jóvenes
una espiritualidad auténticamente bíblica,
necesitamos entender los tiempos en que
vivimos y adecuarnos para que nuestro
mensaje tenga sentido en el mundo actual.
No se puede negar la bendición de las prédicas de hace cien años, pero no podemos
predicar los mismos mensajes hoy. Aquellos predicadores de antaño fueron reconocidos por dar un mensaje desafiante y
oportuno a las necesidades latentes de su
tiempo. ¡Hagámoslo también nosotros!
Por Christian Torres
Conocido como Xtian Jesed, Christian nació en el Perú hace 37 años, y
se desempeña principalmente como
pastor y educador. Casado y padre de
dos hijos. Coordinador de proyectos
benéficos, laboró en un Estudio Contable y Jurídico que brinda asesoría especializada a instituciones religiosas. Estudió Teología en el Seminario Evangélico de
Lima (SEL) y es egresado en Educación de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
xtian.jesed@gmail.com