La vital importancia del curso bíblico prebautismal en la iglesia Una práctica cada vez menos frecuente en muchas iglesias es el curso b...
La vital importancia del curso bíblico prebautismal en la iglesia
Una práctica cada vez menos frecuente en muchas iglesias es el curso bíblico prebautismal o discipulado básico.Consiste en una serie de reuniones de estudio bíblico con las personas que acaban de entregar sus vida a Cristo y desean incorporarse a la membresía de la iglesia local. El tamaño de este grupo puede variar, pero lo recomendable es que sea lo más reducido posible (3-5 personas), para hacer más óptimo el tiempo de estudio y diálogo.
Por qué es importante
Estas reuniones de estudio bíblico tienen como objetivo introducir a los nuevos creyentes a las enseñanzas más fundamentales de la Biblia, así como ayudarles a comprender lo que significa en la práctica seguir a Jesucristo y ser parte de Su iglesia. Lo que se busca es que, luego de este curso, estas personas estén preparadas para tomar una decisión consciente y determinada de bautizarse y hacerse miembros de la iglesia.Por lo tanto, la importancia de este curso es de lo más obvia. Un fruto amargo de nuestro descuido actual de este programa es la considerable rotación de cristianos que recorren nuestras iglesias sin un compromiso serio con ninguna. Un discipulado básico o curso bíblico prebautismal provee a los nuevos creyentes, desde el inicio, una consciencia clara de lo que significa ser miembro del cuerpo de Cristo en una iglesia local.
Ni muy corto ni muy largo
¿Cuánto tiempo debe durar el curso? Esto va a depender de la frecuencia de las reuniones, pero no debería ser muy corto ni muy largo. Suponiendo que el grupo se reúne una vez por semana, y que seis a ocho lecciones pueden ser suficientes para cumplir los propósitos del discipulado básico, el mismo puede tener una duración de un mes y medio a dos meses.¡Importante! Se espera que, una vez bautizados, los nuevos miembros de la iglesia continúen con otros cursos de discipulado en grupos de estudio bíblico para seguir creciendo en su fe.
Los temas que no pueden faltar
Pero más allá de la duración del curso, lo importante es el contenido. ¿Qué vamos a incluir en el curso? ¿Cuáles serán los temas de las lecciones? Nuevamente no hay reglas aquí, pero consideramos recomendable cubrir las siguientes áreas:- La Palabra de Dios. Una introducción a la Biblia como la Palabra inspirada de Dios, su autoridad, su contenido, cómo se escribió y cómo nos llegó en la forma en que la tenemos hoy.
- El evangelio. Señalar el mensaje principal de la Biblia, que es traer a los pecadores a un encuentro salvador con Jesucristo por medio de la fe. Es importante asegurarnos de que los nuevos creyentes tengan una comprensión adecuada del evangelio de la gracia de Dios.
- La nueva vida en Cristo. Aquí hablamos de las implicaciones prácticas de abrazar el evangelio de Jesús, y el cambio de vida que surge a raíz de la transformación interior realizada por el Espíritu Santo en los creyentes.
- Las ordenanzas. Es sumamente importante que los nuevos creyentes entiendan el significado bíblico de las dos ordenanzas instituidas por el Señor Jesús, que son el bautismo y la Cena del Señor.
- La iglesia. Es necesario explicar la naturaleza espiritual de la iglesia, su misión en el mundo, cómo se organiza y vive como comunidad de fe, y las funciones de los distintos miembros que hacen parte de ella, así como sus derechos y responsabilidades.
- La historia de la iglesia local y/o la denominación. También es sumamente sano que las personas que consideran hacerse miembros de nuestra iglesia conozcan nuestra «historia familiar». ¿Quiénes y cuándo iniciaron la misión o fundaron la iglesia? ¿Cuáles son nuestros énfasis doctrinales o de práctica que nos distinguen de otras congregaciones? ¿Cuáles son nuestras metas y objetivos como iglesia y/o denominación?
¿Quién lo hace aparte del pastor?
Una pregunta obligada que debemos hacernos es: «¿Quién va a enseñar el curso?» Normalmente, es el pastor principal de la iglesia quien lo hace. Pero, ¿y si hay más de un grupo? ¿Si el pastor ya tiene demasiados compromisos?Creemos que es sumamente necesario que la iglesia cuente con un grupo de hermanos y hermanas, debidamente entrenados y capacitados, para ocuparse de esta tarea. Lo óptimo sería contar con matrimonios maduros en la fe que lleven adelante este ministerio, aligerando así la carga de sus pastores.