Año Nuevo ... inercia o creatividad … Por lo general el fin de año funciona como el final de una etapa y el comienzo del nuevo año como l...
Año Nuevo ... inercia o creatividad …
Por lo general el fin de año funciona como el final de una etapa y el comienzo del nuevo año como la posibilidad de dar impulso a lo que venimos haciendo. Hacer un balance nos ayuda a saber aquello que hemos logrado satisfactoriamente y a la vez intentar detectar aquellas cosas que deberán modificarse de cara al futuro.Uno de los atributos de Dios es su eternidad, por lo tanto no necesita “renovarse”, no necesita que algo termine y algo empiece para hacer “balances” y “reprogramar” el futuro… Pero quienes fuimos creados por él, necesitamos cerrar ciclos y comenzar otros, necesitamos la oportunidad que nos ofrece el calendario, para hacer pausas, balances y en alguna medida “volver a empezar”.
Pensando en esto, me vino la idea de “inercia o creatividad”…
El diccionario de la Real Academia Española, define “inercia” como: “Propiedad de los cuerpos de no modificar su estado de reposo o movimiento si no es por la acción de una fuerza” Esta es una definición más de carácter físico, a la vez la RAE agrega otra definición de uso corriente: “rutina, desidia…”
La inercia es como seguir con la rutina que venimos trayendo desde un tiempo, y por lo tanto se hace necesaria la intervención de una fuerza que modifique ese estado; una decisión, acción o acciones concretas que nos permitan salir de la rutina.
La fuerza de la inercia nos llevará a desembocar en el mismo cauce, el de la rutina, lo cual tiende a hacer la vida monótona, y por lo general esta monotonía nos puede conducir a la pérdida de la motivación.
Por su parte “creatividad” tiene que ver con la facultad o capacidad de crear o inventar. La creatividad es algo extraordinario, porque está más allá de lo ordinario o previsible.
Al comenzar un nuevo año, procuremos no dejarnos arrastrar por la inercia y demos lugar a la creatividad. Podemos “reinventarnos” como personas, renovarnos desde adentro, y descorrer uno por uno los pliegues internos de nuestro almanaque interior, para transitar un año de motivación y creatividad.
Dicho esto, deseo compartirte algunas ideas que pueden servirte para el año nuevo.
1) Aceptar la realidad y aceptarte a vos mismo:
- Aceptar la realidad cuando no se puede cambiar. De lo contrario tendrás un desgaste muy grande de energía y tiempo dando vueltas alrededor de algo que no se va a modificar.
- Aceptarte a vos mismo. Con todos tus defectos y virtudes, amándote como persona, aceptando por completo tu presente, sin decirte a vos mismo, “me hubiese gustado que las cosas fueran diferentes”. Este tipo de pensamiento no te permite proyectar el futuro.
- Articular el “borrón y cuenta nueva”. Otras vez, mirar hacia atrás es un gasto de energía y tiempo que no vuelve, de nada sirve que te culpes guardando sentimientos negativos o prejuzgando a quienes te fallaron. Construí el futuro en base a tus propias decisiones, depositando tu confianza en Dios.
2) Emprender nuevos desafíos:
- Estudiar algo que te guste ...
- Comenzar un nuevo proyecto… “uno tiene la edad de sus proyectos”
- Fijarte la meta de leer determinada cantidad de libros en un año…
- Anotarte en un curso de música, teatro, computación, un nuevo idioma, aprender a conducir, etc.
3) Dedicar más tiempo al cuidado de tu salud:
- Hacer ejercicios físicos (caminatas 3 o 4 veces por semana, ir a un gimnasio, natación, etc.).
- Hacer dietas alimentarias que contengan más agua, cereales, frutas y verduras.
- Hacer pausas para descansar, para que el trabajo continuo no te genere desgastes, a veces irreparables…
- Pasar más tiempo con amigos y fortalecer los lazos afectivos de la familia…
4) Generar acciones solidarias o altruistas:
- Pasar tiempo con personas que están solas y no tienen con quien hablar.
- Cooperar en acciones solidarias de emergencia social.
- Ayudar de tus ingresos o ganancias, a un misionero que está sirviendo en una tierra lejana, ayudar a un familiar, a un vecino, a un amigo…
- Reunir alimentos no perecederos y dárselos a una familia que esté necesitando…
- Donar sangre para alguien que tiene que ser intervenido para vencer la enfermedad.
5) Mejorar tu calidad de vida interior:
- Tener un plan de lectura de la Biblia y de algunos buenos libros que alimenten tu espíritu y tu fe, en especial libros de historias de superación y de personas que alcanzaron logros en la vida. Este tipo de lectura es de mucha inspiración.
- Dedicar tiempo para hablar con Dios con total sinceridad, que por otra parte, es la única manera que podrías hacerlo, lo cual es muy terapéutico…
- Practicar el perdón hacía los demás, tomando nota de las virtudes y pasando por alto las faltas y sufriendo el agravio sin responder con las mismas armas.
- Ser agradecido y quejarte menos…
- Hacer de la cortesía un estilo de vida, incorporando en tu léxico diario, expresiones tales como: “permiso”, “disculpe”, “muchas gracias” “muy amable”, “vos te lo mereces”, “te felicito, excelente”… y nunca olvides que una “sonrisa” no cuesta nada y te hace accesible a los demás.
6) Vivir de acuerdo a valores:
- No traicionar nunca tus convicciones…
- Ser honesto en tus palabras y acciones…
- Ser sincero y procurar decir siempre la verdad con amor…
- Valorar a todas las personas, no mirando su condición social…
- Darle a tus acciones un sentido ético, sin naturalizar conductas contrarias a tu fe.
Se han realizados estudios que reflejan con estadísticas que las personas se arrepienten más de lo que no han hecho en la vida, que de las cosas que hicieron.
Espero que esta nota te anime a hacer cosas buenas que nunca hiciste, desde las más sencillas de la vida, hasta aquellas más arriesgadas que sacarán lo mejor de nosotros.
¡Que tengas un feliz y bendecido Año Nuevo!
Nicolás Marulla, Buenos Aires, 31 de diciembre de 2015