Responsabilidad clave en la mejor empresa Hace poco hubo un vídeo que causó revuelo en Youtube. Se trataba de una campaña de publi...
Responsabilidad clave en la mejor empresa
Hace poco hubo un vídeo que causó revuelo en Youtube. Se trataba de una campaña de publicidad de American Greetings, la marca de tarjetas de felicitación. Ellos convocaron una entrevista para el puesto de “Director de Operaciones”. https://goo.gl/hXTFp8
Un puesto exigente
En la entrevista les informan a los candidatos sobre los requisitos del puesto: permanecer de pie la mayoría del tiempo, trabajar un mínimo de 135 horas semanales, tener conocimientos en medicina, finanzas y destrezas culinarias. No hay derecho a vacaciones, y la carga de trabajo aumentaría en Acción de Gracias, Navidad y otros días feriados. Poco o ningún tiempo para dormir. ¿Y el salario? Cero.
Mientras transcurría la entrevista, les informan a los aspirantes —obviamente espantados— que hay muchísimas personas que ocupan un trabajo con estas condiciones: las madres. Leiste bien, las madres. El director de operaciones lleva consigo una gran responsabilidad y clave para una empresa. Así es el rol de una madre.
Ser madre: responsabilidad y oportunidad únicas
Este relato me ha llevado a compartir contigo mi impresión y cuán importante eres para tu hijo o hijos. Estás capacitada igual que el padre para dirigir, administrar el hogar, proveer para sus necesidades, pero también fomentar y equipar su área emocional y espiritual.
Dios ha puesto una responsabilidad grande en tus manos al darte hijos. Debes equiparlos de manera sabia para que lleguen a ser personas que aporten a la sociedad de manera positiva. Ellos tendrán su momento cuando impactarán a otros, ¡imagínate si crecen llenos de la gracia de Dios! Educas e influencias en tus retoños para que luego ellos influencien y sea instrumentos para transformar a otros para la gloria de Dios.
El logro de una madre decidida
En verano del año pasado vi con mi hija, Yasiris, la película basada en la historia del cirujano Ben Carson, titulada Gifted Hands: The Ben Carson Story (“Manos Milagrosas”, en español). La madre de este galeno era divorciada, analfabeta, con dos hijos. Para sobrevivir llegó a trabajar en más de un empleo a la vez.
Un día ella decidió que sus hijos debían pasar menos tiempo frente al televisor. En la semana tenían que leer dos libros y escribir un informe sobre su lectura. Hasta entonces, Ben Carson no había obtenido buenas calificaciones ni buena ejecutoria en la escuela, pero la iniciativa que tomó la madre llevó a abrir camino a sus hijos.
El Dr. Carson es uno de los neurocirujanos más renombrados del mundo. Con sus manos talentosas ha alcanzado el éxito en operaciones quirúrgicas complicadas y ha salvado y mejorado la vida de miles de niños. Fue el primero en realizar la separación exitosa de siameses. Fue Director del Departamento de Neurocirugía Pediátrica del Hospital Johns Hopkins.
Comparto contigo esta historia con el fin de motivarte a que seas impulsadora de los talentos que Dios ha puesto en las manos de tus retoños. Recuerda lo que dice Proverbios: “La mujer sabia edifica su casa; la necia, con sus manos la destruye” (Proverbios 14.1 NVI).
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Por Rut Lymari Rivera