Poniendo las bases para un crecimiento personal saludable Muchas personas piensan que el superarse es perseguir metas profesionales o ...
Poniendo las bases para un crecimiento personal saludable
Muchas personas piensan que el superarse es perseguir metas profesionales o laborales. Por esta razón, se tiende a vincular la superación personal con una etapa específica en la juventud para construir el progreso personal hacia el futuro.La idea de superarnos no debería estar limitada simplemente a una oportunidad en nuestra juventud o a metas profesionales. La superación debería ser el motor que nos lleva por cada camino de nuestras vidas; nuestras relaciones, nuestro trabajo, nuestra familia, nuestro bienestar económico y salutífero.
El sentirse realizado es una de las necesidades que tenemos todos los seres humanos. Sin embargo, esta necesidad puede beneficiarnos como también puede ocasionar desórdenes cuando no está bien canalizada. En ocasiones podemos tener vacíos internos, que realmente deberían ser llenados por Dios, mas al no poder crecer adecuadamente en este aspecto, intentamos llenarlos con la satisfacción que produce el sentirnos realizados. Es entonces cuando nos vemos enfocados excesivamente en el trabajo, en los títulos, en los puestos ministeriales, o en algún rol de vida.
La madurez espiritual como meta principal
Para que esto no suceda, es importante que primeramente tengamos como proyecto continuo de vida alcanzar la madurez espiritual. De todas las maneras de superarnos la más imprescindible debería ser en nuestro comportamiento y reflejo como seguidores de Jesús.En su carta a los Filipenses, Pablo toma un espacio para hablar de cómo parecerse más a Cristo es su meta principal y como todas las demás cosas que tenía anteriormente (sus puestos y los conocimientos que había alcanzado) dejaron de tener peso en su vida con tal de agradar a Cristo. Aunque, en el caso de Pablo, sus logros alcanzados previamente a su encuentro con el Señor representaban una enemistad con la Cruz y por lo tanto tendría que renunciar a ellos al decidir seguir a Cristo; su entrega y actitud nos sirve de ejemplo de cómo el agradar a Dios debería ser lo primordial y esencial en nosotros.
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Filipenses 3:7
Esto no quiere decir que al servir a Dios no podemos aspirar a superarnos en diferentes áreas, al contrario. Dios también desea que seamos personas de crecimiento en todas las áreas de nuestras vidas pero todo bajo un orden que le honre. Cuando estamos comprometidos en desarrollar el carácter de Cristo en nosotros, todos los demás aspectos florecen apropiadamente y con mayor responsabilidad.
Podemos crecer también en otras áreas
Es importante adoptar la superación como una actitud continua de vida. Primeramente en nuestro carácter cristiano, el cual será un proyecto para toda la vida ya que en esta área es imposible dejar de crecer; pero también sin pereza, esforzándonos arduamente en ello cada día.No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:12-14
Una vez tengamos como norte, y compromiso de vida, agradar y servir al Maestro estaremos preparados para abrir lugar a otras áreas de crecimiento en nuestra vida ya que entonces podremos administrarlas con la prudencia que requieren. Estas áreas caen bajo la categoría de lo que podemos llamar añadiduras y en la lista están incluidos: roles, ministerios, profesiones y puestos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33
El propósito de Dios con nuestras metas
Por subsiguiente, procuremos también desarrollar una actitud de superación en estas áreas. La mejor manera de garantizar un crecimiento es trazándonos metas que podamos perseguir y alcanzar. Dios desea que seamos personas de crecimiento por la sencilla razón de que tengamos los recursos y habilidades para ser usados por Él y ser de bendición a otros.- Así que, en cuanto a nuestra vida personal: primeramente debemos madurar en Cristo viviendo para reflejar su carácter en todo.
- En cuanto al ministerio: debemos capacitarnos.
- En cuanto a nuestro desarrollo: estudiemos y trabajemos.
- Es importante trazar metas y hacer planes que nos empujen a alcanzarlas.
Todo lo que procuremos que sea bajo la dirección de Dios y en la seguridad de la perfecta voluntad individual de Dios en nuestra vida.
Por Jenilee Rebarber
Jenilee es originaria de Puerto Rico y reside actualmente en EEUU con su esposo. Ha colaborado en diferentes ministerio en su región e iglesia, especialmente con la juventud. Es doctora en optometría y además se dedica a escribir artículos de edificación, tanto en español como en inglés, en su blog jenileerebarber.com También contribuye como escritora en otras páginas, revistas y ministerios.
jenillerebarber@gmail.com