La Biblia no calla el tema de las finanzas, ni de la recaudación de fondos para mantener su obra. En varias ocasiones Jesús se refirió a l...
La Biblia no calla el tema de las finanzas, ni de la recaudación de fondos para mantener su obra. En varias ocasiones Jesús se refirió a las riquezas, a su uso y su abuso. La mayordomía del dinero, como de la vida en general, fue uno de sus temas preferidos. Aproximadamente 700 versículos en la Biblia se refieren a las finanzas.
En el Antiguo Testamento vemos que Dios apoya a sus líderes espirituales a través de la recaudación de fondos. Todos los israelitas debían dar el 10% de sus cosechas a Dios. Esta fue la estrategia de Dios; sencilla, fácil de entender para grandes y chicos y tan eficaz, que todos podían participar. Esto no fue una idea de Moisés o de Arón o del pueblo de Israel, sino fue idea de Dios.
El objetivo de esta estrategia de recaudación fue solventar el proyecto de Dios que era hacer de Israel una nación fuerte, estable y conocida. Una nación que demostrara al mundo la existencia de un Dios viviente, que mas tarde llegaría a conocerse por “el Dios de Israel”.
En el Nuevo Testamento vemos como Jesús se entrega al ministerio y también cómo vive del ministerio. Jesús dejaba que las personas que el ministraba, lo apoyaran con las cosas que el necesitaba para realizar su tarea, con ropa, pan y algún viático. En Lucas 8:1-3 la Biblia dice que Jesús y los discípulos recorrían los pueblos y las aldeas proclamando las buenas nuevas del reino de Dios y los acompañaban algunas mujeres que los asistían y otras más los apoyaban con sus propios recursos.
En otra oportunidad Jesús envía a sus discípulos a entregarse por completo a servir y ministrar a la gente y que esa misma gente los apoyaran, asi lo leemos en Lucas 10:1-9. En esta campaña evangelística, que Jesús organiza, no permitió a sus discípulos que llevaran dinero en exceso para posibles e inesperados gastos, sino solamente lo necesario para realizar la obra por la cuál fueron llamados. Allí reciben instrucciones claras cómo mantenerse económicamente durante los días de su campaña evangelística viajando de pueblo en pueblo. La lección que Jesús quería que sus doce aprendieran era que sirvan, ministren, bendigan y sanen a la gente, pero también; que aprendan a recibir de la gente el apoyo necesario para realizar la obra y para poder seguir el camino. Esto incluía varios desafíos a los que los discípulos no estaban acostumbrados. Ellos sabían como ganarse la vida, pero ahora, como discípulos debían: (a) Salir a predicar sin viático. (b) Golpear puertas para bendecir a la gente. (c) Pedir alojamiento y esperar alimento.
¿Cómo se sostenía Pablo con todos su viajes por las grandes ciudades de aquella época? Sabemos que el tenía un oficio y se ganaba la vida haciendo tiendas y carpas. Pero Pablo también esperaba que los cristianos a quienes servía lo apoyaran, así lo leemos en 2 Corintios 1:15 y también Romanos 15: 24-26: “… tengo planes de visitarlos… y espero que, … me ayuden a continuar el viaje. Por ahora voy a Jerusalén para llevar una colecta…”. Estos ejemplos los encontramos a través de toda la Biblia.
Concluyendo. En la Biblia encontramos diferentes métodos de cómo se recaudaban fondos para mantener la obra del reino de Dios. Pero el principio es claro; Dios espera que su obra sea financiada a través de su Iglesia y de sus hijos. Y si estás llamado a vivir tiempo completo para el Señor, debes aprender a recibir de otros cristianos y ser modesto con lo que recibes. Suena fácil, pero no lo es! Seguiremos en la próxima edición con otro artículo mas en esta serie “Como recaudar fondos”.
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En el Antiguo Testamento vemos que Dios apoya a sus líderes espirituales a través de la recaudación de fondos. Todos los israelitas debían dar el 10% de sus cosechas a Dios. Esta fue la estrategia de Dios; sencilla, fácil de entender para grandes y chicos y tan eficaz, que todos podían participar. Esto no fue una idea de Moisés o de Arón o del pueblo de Israel, sino fue idea de Dios.
El objetivo de esta estrategia de recaudación fue solventar el proyecto de Dios que era hacer de Israel una nación fuerte, estable y conocida. Una nación que demostrara al mundo la existencia de un Dios viviente, que mas tarde llegaría a conocerse por “el Dios de Israel”.
En el Nuevo Testamento vemos como Jesús se entrega al ministerio y también cómo vive del ministerio. Jesús dejaba que las personas que el ministraba, lo apoyaran con las cosas que el necesitaba para realizar su tarea, con ropa, pan y algún viático. En Lucas 8:1-3 la Biblia dice que Jesús y los discípulos recorrían los pueblos y las aldeas proclamando las buenas nuevas del reino de Dios y los acompañaban algunas mujeres que los asistían y otras más los apoyaban con sus propios recursos.
En otra oportunidad Jesús envía a sus discípulos a entregarse por completo a servir y ministrar a la gente y que esa misma gente los apoyaran, asi lo leemos en Lucas 10:1-9. En esta campaña evangelística, que Jesús organiza, no permitió a sus discípulos que llevaran dinero en exceso para posibles e inesperados gastos, sino solamente lo necesario para realizar la obra por la cuál fueron llamados. Allí reciben instrucciones claras cómo mantenerse económicamente durante los días de su campaña evangelística viajando de pueblo en pueblo. La lección que Jesús quería que sus doce aprendieran era que sirvan, ministren, bendigan y sanen a la gente, pero también; que aprendan a recibir de la gente el apoyo necesario para realizar la obra y para poder seguir el camino. Esto incluía varios desafíos a los que los discípulos no estaban acostumbrados. Ellos sabían como ganarse la vida, pero ahora, como discípulos debían: (a) Salir a predicar sin viático. (b) Golpear puertas para bendecir a la gente. (c) Pedir alojamiento y esperar alimento.
¿Cómo se sostenía Pablo con todos su viajes por las grandes ciudades de aquella época? Sabemos que el tenía un oficio y se ganaba la vida haciendo tiendas y carpas. Pero Pablo también esperaba que los cristianos a quienes servía lo apoyaran, así lo leemos en 2 Corintios 1:15 y también Romanos 15: 24-26: “… tengo planes de visitarlos… y espero que, … me ayuden a continuar el viaje. Por ahora voy a Jerusalén para llevar una colecta…”. Estos ejemplos los encontramos a través de toda la Biblia.
Concluyendo. En la Biblia encontramos diferentes métodos de cómo se recaudaban fondos para mantener la obra del reino de Dios. Pero el principio es claro; Dios espera que su obra sea financiada a través de su Iglesia y de sus hijos. Y si estás llamado a vivir tiempo completo para el Señor, debes aprender a recibir de otros cristianos y ser modesto con lo que recibes. Suena fácil, pero no lo es! Seguiremos en la próxima edición con otro artículo mas en esta serie “Como recaudar fondos”.
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