Los predicadores y los consejeros pueden gastar sus energías exhortando a las personas a cambiar de conducta. Pero la voluntad humana no es ...
Los predicadores y los consejeros pueden gastar sus energías exhortando a las personas a cambiar de conducta. Pero la voluntad humana no es una entidad libre. Está ligada al entendimiento de la persona. Las personas actúan según creen. En lugar de hacer un esfuerzo concentrado para influir sobre las decisiones, los predicadores deberían tratar de influir primero sobre las mentes. Cuando una persona a entiende quién es Cristo, en que radica su valor, y de que se trata en realidad la vida, tiene toda la información necesaria para cualquier cambio permanente en su estilo de vida.
Fuente: Extracto del Libro “El arte de aconsejar bíblicamente” por Lawrence J. Crabb, Jr., pag 70.
Fuente: Extracto del Libro “El arte de aconsejar bíblicamente” por Lawrence J. Crabb, Jr., pag 70.